Regreso de Trump causa incertidumbre en el panorama económico
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de febrero de 2019.- Este ovoide es verde por dentro, cremoso y mexicano. El aguacate ha logrado una gran competitividad internacional, su consumo en Estados Unidos ha alcanzado niveles históricos y se agudiza justo previo y durante el Super Bowl, el evento deportivo de mayor proyección comercial y mediática en el mundo.
“El dato más relevante que podemos encontrar es que Estados Unidos importa de México casi 400 mil toneladas de aguacate al año, y para este fin de semana y los días previos se exportan 150 mil toneladas, por lo que prácticamente en la semana previa al Super Bowl se vende 40 por ciento del total de aguacates que se comercian con Estados Unidos durante todo el año”, aseguró José Nabor Cruz Marcelo, del Instituto de Investigaciones Económicas.
Por medio de un comunicado de la Máxima Casa de estudios, parte de esta gran dinámica aguacatera comenzó en 2010 por la promoción turística y de productos de origen mexicano y la política económica realizada después de la crisis global de 2008-2009, cuando se buscaron nichos específicos de bienes nacionales que se pudieran ofertar hacia el exterior; y uno de estos fue el aguacate.
“Un aguacate por un dólar es para nosotros algo elevado, pero para ellos no. La accesibilidad de precio también permite que su consumo sea abundante y de ahí que la demanda de volúmenes altos en este fin de semana no signifique un gasto excesivo. Puede ofertarse así por la cercanía de Michoacán, y las estrategias de distribución hacia el sur de Estados Unidos, empero, en el momento en que esta dinámica se modifique, caiga, será un fuerte golpe, para varios municipios productores michoacanos, porque ya tiene un peso relevante”, advirtió.
🥑Ahuacatl-Bowl
La palabra bowl trasladada al español es un platón hondo, como un molcajete, así justo como el que se utiliza para preparar el platillo estrella embajador de la gastronomía mexicana: el guacamole. Ahuacamolli, en náhuatl, proviene de ahuacatl (aguacate) testículo, y molli (mezcla).
“Desde mi punto de vista, el aguacate es oro verde en California. Es un producto cotizado no sólo por la comunidad latina sino también por otros grupos étnicos, como los estadunidenses, asiáticos y europeos. Creo que este producto es relativamente fácil de encontrar en supermercados y tiene una buena aceptación en general, al menos en el sur de California, una región cosmopolita y multicultural”, dijo Alejandra Vega, del Departamento de Comunicación de la Sede UNAM-Los Ángeles (Centro de Estudios Mexicanos).
El guacamole, relató, “con chips” (totopos, incluso de colores verde y rojo) es un snack o un side (acompañamiento) común en los restaurantes, ya sean latinoamericanos o no. La demanda del guacamole, prosiguió, la también egresada de la Universidad de California, aumenta en los eventos deportivos como el Super Bowl, porque es algo rico y relativamente sencillo de elaborar. “Eso sí: sin picante para los que no son mexicanos”.
“Los domingos de Super Bowl las calles están desiertas. En estos días, los carritos de supermercado van repletos de bebidas y botanas. Incluso los autobuses, en el letrero iluminado que tienen en la parte superior, donde usualmente anuncian su ruta, escriben mensajes de apoyo a los equipos locales, en este caso serán para los Rams de Los Ángeles”, añadió.
🥑Primera y gol
A los estadunidenses y a cualquier persona les gusta el aguacate por su sabor y plasticidad, por su facilidad de combinarse con una gran cantidad de otros alimentos, que han hecho que forme parte de la cultura culinaria mexicana desde siempre, precisó Carlos Labastida, Coordinador del Programa Universitario de Alimentos.
“Lo mismo un taco de aguacate con sal, que lo untas en una telera, que lo incorporas en un guacamole con totopos, a guisos, y más aún todavía la simple hoja cuando la integras a unos frijoles por ejemplo, le da un cambio sustancial al platillo”, sugirió.
En el caso del vecino país y su propensión al guacamole, agregó que se debe también a la alta migración de mexicanos a Estados Unidos, que van con su presencia física y además con sus hábitos alimentarios y sus formas de consumo, no sólo de productos en particular, sino de preparaciones, guisos y platillos.