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CIUDAD DE MÉXICO, 15 de febrero de 2019.- En el quinto y último día de audiencias públicas en materia de Guardia Nacional, David Ramírez de Grey, coordinador del Programa de Seguridad en México Evalúa, indicó que hablar de policías locales en el país es referirse a cuerpos débiles, estigmatizados por la sociedad y corrompidos y amenazados por la delincuencia organizada.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), el 51.8 por ciento en 2018 aceptó no confiar en su policía municipal, mientras que el 70 por ciento considera que esta corporación es corrupta.
Sin embargo, señaló que dicha situación es preocupante, pero no sorprende al responder un largo historial de prácticas que han institucionalizado la desatención de las policías locales y desprestigiado a la función policial.
En un ejercicio de parlamento abierto con el tema Profesionalización, capacitación y uso de la fuerza en temas de seguridad, dio a conocer a los senadores de la República que en 2017 el 85.8 por ciento de los policías compró con dinero propio al menos un accesorio para sus funciones, como uniforme, botas, chalecos, equipo de radio comunicación e incluso armas.
Según la Encuesta Nacional de Estándares y Capacitación Profesional Policial (Enecap), sólo el 18.4 por ciento de las policías a nivel municipal está en funcionamiento y sin capacidades profesionales.
En lugar de optar por revestir este proceso de erosión, el doctor Ramírez de Grey criticó que se ha incentivado un sistema donde gran parte de las policías locales viven de la extracción de rentas de aquellos que deberían de proteger.
“El Estado mismo ha convertido a la piedra angular de la seguridad pública en su eslabón más débil”
David Ramírez de Grey
En lugar de estar discutiendo estrategias para desmantelar el sistema que ha engendrado e institucionalizado el deterioro policial, dijo que se intenta modificar un proyecto que en su forma original sólo profundizará el rezago de las fuerzas civiles, en los tres niveles de gobierno.
A nivel federal, subrayó dos escenarios preocupantes: si la Guardia Nacional se concreta como un cuerpo militar en labores policiales, cuestionó el tipo de fuerza civil se estará preparando para ocupar el lugar que deje este cuerpo cuando se desmovilice.
En otro escenario, de seguir siendo una fuerza permanente, de origen militar que ocupe las funciones de una policía de alcance nacional, puso en duda el modelo policial que se estará privilegiando para dar cuenta de las complejidades de la incidencia criminal, en un país con un federalismo en constante tensión.
El coordinador del Programa de Seguridad en la organización México Evalúa conminó a los senadores a modificar la propuesta; “aún están a tiempo, pidan alternativas, demanden opciones, la crisis no es una opción sin salida, sino la oportunidad de caminar hacia un nuevo rumbo”.
Conminó a no hablar de cuerpos policiales híbridos a nivel federal hasta tener un plan nacional policial que especifique los principios rectores de las corporaciones que necesita el país en sus tres niveles de gobierno.