Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
López Obrador inmerso en su propio laberinto y con un país a la expectativa
Hace algunos años, en un extraordinario reportaje que se publicó en la revista “proceso”, Guillermo Correa, documentó que los principales descendientes de Emiliano Zapata, habían tenido que emigrar a los Estados Unidos porque el lema de su abuelo “Tierra y Libertad” no sólo no se cumplió, sino que el estado de Morelos, la propiedad se fue cediendo poco a poco a los particulares y los agricultores prefirieron emigrar ante las pésimas condiciones que les ofrecían las diversas instancias gubernamentales para seguir cultivando la tierra, como es la caña de azúcar, el limón, la naranja, el jitomate, el aguacate, entre otros productos.
Ahora, con la puesta en marcha de la termoeléctrica en Huexca, Morelos, Andrés Manuel López Obrador, como Presidente de México, vuelva a enfrentar a los grupos más radicales de la izquierda que no quieren permitir que haya mejoras en sus condiciones de vida, al igual que lo han hecho los zapatistas y los de la CNTE de Michoacán y que lo chantajean de que los apoyaron en las buenas y en las malas. Ajá.
Después de que ayer en la mañana se dieran a conocer los resultados de la consulta sobre la termoeléctrica en Huexca, Morelos, en la que 59.5 por ciento de los participantes estuvieron de acuerdo con su operación, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, explicó que el gobierno federal no sabía que existía oposición respecto a este tema.
La secretaria de Gobernación aclaró que, tras identificar al grupo opositor de la termoeléctrica, se reportó que trataron de votar en varias ocasiones durante la consulta; sin embargo, esto se evitó después de que la aplicación detectara la incidencia.
“En las asambleas había un grupo opositor, pero abrumadoramente en las votaciones ganó que sí querían la termoeléctrica. Claro que hay un grupo disidente y ahí está pero finalmente este vio que la mayoría de las personas quieren esta planta”, expresó mientras que López Obrador escuchaba en silencio.
También, desde hace varios días, acampa afuera de Palacio Nacional en espera de tener una reunión con el presidente López Obrador y pedirle ayuda, luego de que al menos 1,800 familias de diversos poblados del estado de Guerrero que fueron despojadas de sus hogares por un grupo armado que opera como aliados de los cárteles del narcotráfico.
“Meses antes nos amenazaron con llegar al poblado y matarnos. Estuvimos como dos o tres años viviendo así. Antes era muy tranquilo, pero comenzó la violencia. Nos llegó un comunicado donde decía que nos saliéramos porque ellos no respondían por nuestras vidas y las de nuestros hijos. Pero no llegaban, hasta que llegaron”, contó Juanita, de 47 años, quien pidió ser identificada con ese nombre para resguardar su identidad.
Durante estos tres meses han dormido en colchonetas, sin más casa que un techado que les proporcionaron las autoridades de un municipio vecino y algo de comida. Cuando piden a las autoridades enfrentar al grupo que tiene tomado el pueblo para que puedan volver a su hogar, nadie les da respuesta. Por esta razón, decidieron viajar en caravana hasta la Ciudad de México y realizar un plantón en el Zócalo hasta hablar con López Obrador y pedirle que los ayude.
¿Y la impunidad?… bien gracias.
Por otra parte, el presidente López Obrador felicitó al cineasta Alfonso Cuarón y los actores de la película Roma, por los premios recibidos en la ceremonia de los Oscar. Al iniciar su conferencia mañanera del lunes, dijo que “es un gusto que profesionales tengan un reconocimiento importante en el cine, felicidades a todos los que participaron en la creación de Roma”, aunque aceptó que no ha visto la película, pero ofreció “me voy a poner al corriente”. Coincidió con Cuarón en que entre los mexicanos todavía persiste el racismo, clasismo y xenofobia. En México todavía desgraciadamente hay mucho racismo, y lo abrazo desde aquí y lo felicito y anoche ya no pude porque yo me acuesto temprano pero tenía pensado hacerlo ahora en la mañana”, justificó el Primer Mandatario.
HISTORIAS DE FAMILIA
Los hermanos cineastas Alfonso y Alfredo Cuarón Orozco, cuando tenían entre 9 y 11 años de edad, jugaron futbol americano, junto con mi hermano Ulises, en el desaparecido equipo Aguilas del INPI. Hijos del médico físico nuclear Alfredo Cuarón Santiesteban y de la ingeniera química Cristina Orozco Romo. Ellos son descendientes directos del doctor Alfonso Quiroz Cuarón, el más importante criminólogo que ha habido en México. Alfonso Cuarón tiene otros dos hermanos mucho más chicos: Carlos y Cristina. Apenas el 27 de marzo del año pasado falleció su madre. La película “Roma” que es una referencia a esa colonia de la Ciudad de México donde los cineastas Cuarón pasaron su infancia y su adolescencia, acudiendo a los cines “Gloria” y “Estadio”, a los que también íbamos mis hermanos y yo, es un homenaje a su madre con la obtención de tres estatuillas como mejor director; mejor película extranjera y mejor fotografía; Y aunque no lo dijo pero los tres premios obtenidos la noche del domingo lo dejaron más que satisfecho, pues también le hizo justicia a su nana, a través del ingrediente extra que fue la nominación de la debutante Yalitza Aparicio, como contendiente al Oscar como mejor actriz. De hecho, el nombre de esta mujer oaxaqueña, maestra bilingüe, de 25 años de edad, de los tópicos más populares a nivel mundial en las últimas tres semanas –incluyendo infamantes descalificaciones— a nivel mundial por su trabajo en la película. Ella no ganó el Oscar, pero no le importa porque ella ya ganó y Alfonso Cuarón ya saldó una deuda que tenía con su madre y con su nana y de paso, abrió los ojos al mundo para las trabajadoras domésticas, tanto en México como en Estados Unidos y para evitar que siga creciendo el maldito racismo que tanto fomentan sujetos como el maldito Donald Trump y muchos mexicanos que se siente de sangre azul.