Transparencia, el reto de la transición al Inegi y la reforma necesaria
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de marzo de 2019.- Las inversiones en investigación, desarrollo y difusión de prácticas agrícolas sustentables, en más de 50 años, permitieron que México y una alianza internacional de especialistas contribuyeran a que más de la mitad de las variedades modernas de trigo que hoy se siembran en el mundo nacieran en esta región del país.
En ese contexto, el Campo Experimental Norman E. Borlaug (Ceneb) -ubicado en esta localidad-, representa uno de los lugares más importantes para la seguridad alimentaria del planeta y, al paso del tiempo y los resultados, se consolida como un centro de investigación de clase mundial para el mejoramiento del trigo y maíz.
Así lo indicaron productores, investigadores, organismos internacionales y autoridades federales y estatales, durante la celebración del día de campo de la Semana de Visitantes del Programa Global de Trigo, evento organizado anualmente por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para la presentación de líneas de investigación de este cereal.
El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, y los directores del Programa de Trigo, Hans Braun, y de Innovación Estratégica del CIMMYT, Bram Govaerts, coincidieron en que los resultados compartidos al mundo por esta alianza global en investigación y desarrollo ubica al centro experimental y al país como «la ONU en Agricultura».
Con la participación de científicos y representantes del sector de más de 40 países, en el encuentro se destacó que con la colaboración del Instituto de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) y el CIMMYT se han desarrollado, en los últimos años, 15 nuevas variedades mejoradas de trigo y 64 nuevos híbridos de maíz adaptados a los ambientes de producción en México.
El secretario Víctor Villalobos señaló que estos avances se adaptan a los objetivos del Gobierno de México de sustituir importaciones y fortalecer la soberanía alimentaria con producción local sustentable y el manejo de nuevas variedades de trigo y maíz híbrido de alto rendimiento en beneficio de los productores del país y del mundo.
El directivo Bram Govaerts adelantó el trabajo que se está realizando para consolidar el Atlas Molecular de Trigo, una plataforma de información que, al igual que el Atlas de Maíz, reúne conocimiento para aprovechar el potencial genético del banco de germoplasma del CIMMYT, a efecto de facilitar el desarrollo de variedades mejoradas que puedan brindar soluciones a los retos del sector agroalimentario hacia el 2030 y 2050.
Al respecto, planteó el compromiso de entregar los resultados de ese trabajo a la Sader, una vez culminado, para que sea utilizado en beneficio de México y de sus productores.
A través de una tarea conjunta entre el Gobierno de México, la Sader, el CIMMYT y su red de colaboradores, hoy podemos entregar 64 híbridos nuevos de maíz, multiplicados por más de 50 semilleras pequeñas que fueron impulsadas con el programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro); muchas de ellas, asociaciones de productores que ponen a disposición de los agricultores esas semillas nacionales, expuso.