Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
¿Qué responsabilidad tiene José Murat en el asesinato de Colosio?
Los priistas estaban muy angustiados porque la campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio no levantaba. Algunos de sus colaboradores responsabilizaban a Manuel Camacho Solís, con su más que justificado protagonismo en Chiapas, otros veían que era urgente hacer cambios de fondo. Por eso Luis Donaldo le pidió a Francisco Labastida Ochoa, entonces embajador en Portugal, que viniese a hablar con él. Y se programó que a principios de abril se haría cargo de la campaña, dejando fuera a Ernesto Zedillo.
Años después, a principios de 2000, la campaña presidencial de Francisco Labastida tampoco “levantaba”. Y los priistas estaban muy angustiados. Uno de ellos, José Murat, fue a verlo para proponerle un “auto atentado”. Materia en la que el oaxaqueño había demostrado ser experto.
Labastida se indignó, no aceptó la propuesta y lo demás es historia.
A los veinticinco años del asesinato de Donaldo existen algunas certidumbres. La primera que había decidido no contar con la mínima seguridad. Y que el general Domiro García, entonces responsable de esto, subjefe de Estado Mayor Presidencial con inmensa experiencia en multitudes, contra toda lógica había aceptado que el candidato estuviese en condiciones de extrema vulnerabilidad.
En esta realidad, cuando cualquiera hubiese podido matarlo, cuando los oficiales del EMP que lo “cuidaban” no llevaban armas, volvió a hacer entrada José Murat.
Fue él quien organizó el mitin en Lomas Taurinas.
Murat, hay que repetirlo, llevó a Luis Donaldo a Lomas Taurinas. A un escenario que no tenía salidas, que era muy peligroso. El general Domiro se opuso.
A Luis Donaldo lo llevaron los priistas, Murat a la cabeza, al matadero.
Por su parte Ernesto Zedillo, lo escribí en abril de 1994, lo repito, no llevaba siquiera sangre a los eventos de la campaña. Colosio estaba en situación de vulnerabilidad, no había como salvarlo sin ambulancia, sin sangre, sin médicos.
¿Por qué el mitin en Lomas Taurinas? ¿Por qué hombres muy experimentados en seguridad no vieron al asesino, no descubrieron la pistola hasta que disparó? ¿Por qué no había ambulancia cerca?
¿Pudo José Murat organizar un “auto atentado” sin informar a Luis Donaldo? ¿Pudo un evento programado para conseguir más votos para el PRI, donde los disparos no debían ser mortales, convertirse en la tragedia que recordamos a 25 años de distancia?
Muy pocos han creído que hubo un asesino solitario sin culpables detrás, sin autores intelectuales. Muchas hipótesis se investigaron, al final bajo la responsabilidad de Luis Raúl González Pérez. Antes hubo terribles errores en el lugar del asesinato, participación de muchas personas sin la mínima justificación, presencia de policías, de agentes de Gobernación. Hubieron falsos culpables en la cárcel.
Y ninguna explicación ha logrado satisfacer a millones de mexicanos.
Ahora que se abra, una vez más, la investigación sobre su asesinato, tendrían que citar a José Murat que en cualquier ficción, cualquier novela policiaca, habría sido el principal sospechoso porque fue él quien llevó a Colosio, contra todas las voluntades, al lugar donde lo asesinaron… Y de pasadita no estaría mal llamar a declarar a Zedillo… En Tuiter: @isabelarvide Blog: EstadoMayor.mx Página: isabelarvide.com