Descomplicado
Las amenazas de Trump de cerrar la frontera y la crisis migratoria
La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, al levantar desde la semana pasada la voz de alerta sobre las crecientes caravanas de migrantes centroamericanos, denunció que hay mafias que inclusive están traficando con personas que provienen hasta de países africanos y asiáticos y que están llegando por la porosa frontera sur mexicana para tratar de llegar a los Estados Unidos por diversas rutas.
Acusó a los países centroamericanos, pero en especial al de Honduras, de no hacer nada para frenar estas caravanas que se organizan desde las redes sociales y los periódicos de ese país, donde aparecen anuncios donde se convoca a participar en dichas caravanas y se ofrecen empleos ya sea en México o en Estados Unidos e inclusive se les dice que pueden arreglar “sus papeles” para no estar de manera ilegal.
Previamente, la misma Olga Sánchez Cordero había denunciado que desde territorio hondureño se estaba gestando una caravana de decenas de miles de personas que buscarán cruzar ese país para tratar de llegar a Estados Unidos y calificó a la supuesta movilización como la «caravana madre».
Ante esto, la canciller de Honduras, María Dolores Agüero, dijo en una carta diplomática enviada a su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard, que las declaraciones de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, respecto a que se está organizando una caravana de 20,000 personas no tienen sustento.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que México no está haciendo nada para detener el flujo de migrantes y que podría cerrar la extensa frontera entre ambos países. No obstante la advertencia, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, respondió a Trump que está comprometido en ayudar a frenar la migración de indocumentados, pero sugirió que es un problema que Estados Unidos y Centroamérica deberían abordar.
El viernes pasado, Trump dijo que podría cerrar la frontera al comercio si su vecino del sur no impide que las caravanas de migrantes lleguen a su país y que podría mantenerla clausurada por un largo tiempo, a lo que Ebrard respondió que México no actúa con base en amenazas.
Miles de migrantes centroamericanos, sobre todo procedentes de Honduras, han llegado a México con la intención de pedir a asilo en Estados Unidos. El inusual arribo ha generado fricciones entre ambas naciones. En febrero pasado, la patrulla fronteriza estadounidense arrestó a 76 mil migrantes que intentaron cruzar desde México y en marzo se estima que las detenciones superaron más de 120 mil centroamericanos, incluyendo a cubanos, africanos, orientales y asiáticos que ingresaron a México por Chiapas.
Ahora, el gobierno del presidente Donald Trump tomó acciones ayer para atender lo que considera la «creciente crisis humanitaria y de seguridad en la frontera sur».
A través de un memorando, la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen, anunció que acelerará el despliegue de cientos de agentes en la frontera sur de Estados Unidos y ampliará la política de retorno a México de migrantes que buscan asilo.
El anuncio se produce en momentos en que el mismo presidente de EE.UU., Donald Trump, ha señalado reiteradas veces en los últimos días que cerrar la frontera con México sería «una buena idea» y que recortaría los fondos a los países del Triángulo Norte si no hacen nada para contener la migración de sus connacionales a territorio estadounidense.
La secretaria Nielsen ordenó al comisionado de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, Kevin McAleenan, que realice una nueva distribución de 750 funcionarios para procesar una oleada de familias migrantes que ingresó a Estados Unidos la semana pasada. El comisionado también tendrá la tarea de evaluar el proceso y autorizar el desplazamiento de más personal con el objetivo de atender la emergencia, si lo considera conveniente y de notificar al DHS si el número de oficiales destacados asciende a más de 2.000.
«La crisis en nuestra frontera está empeorando y el DHS hará todo lo que esté a su alcance para ponerle fin», dijo la secretaria Nielsen. “No nos quedaremos de brazos cruzados mientras el Congreso no vuelva a actuar, por lo que todas las opciones están sobre la mesa», indicó.
Seguridad Nacional también “expandirá inmediatamente” la política a través de la cual devuelven a ciudadanos centroamericanos a México, mientras esperan la tramitación de sus solicitudes de asilo, en “cientos de migrantes adicionales por día sobre la cantidad actual”, explicó Nielsen en un comunicado.
Este aumento en las devoluciones incluirá a las personas detenidas o encontradas en o entre los puntos de entrada. Además, la agencia está dirigida a planificar una expansión de los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés) más allá de las ubicaciones en las que opera actualmente en California y Texas.
El gobierno de López Obrador, nuevamente se equivocó al ofrecer trabajo a los migrantes centroamericanos, cuando el propio gobierno federal, los gobiernos de los estados y decenas de empresas han despedido a miles de mexicanos en diversas entidades federativas, muchas zonas agrícolas del país se encuentran abandonadas y las organizaciones criminales que se dedican a la trata de personas, al secuestro de migrantes, a la desaparición y al asesinato de personas han encontrado terreno fértil para seguir operando, principalmente en Tamaulipas, Veracruz, Jalisco, Michoacán y en la zona conurbada del Valle de México.
La propuesta del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a Donald Trump para generar polos de desarrollo en los países centroamericanos que generen empleos dignos, mejoren su calidad de vida y frenen la migración a quedado en suspenso, aunque el propio Trump respondió que está comprometido en ayudar a frenar la migración de indocumentados, pero sugirió que es un problema que Estados Unidos y Centroamérica deberían abordar.
La Cancillería de Honduras recordó que desde 2014 el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, hizo un llamado a que el tema migratorio sea visto desde el principio de “responsabilidad compartida pero diferenciada. En ese contexto se ha venido trabajando de forma conjunta con los países del Triángulo Norte de Centroamérica — El Salvador, Guatemala y Honduras–, Estados Unidos y México en aras de impulsar un desarrollo inclusivo en la región”. Pero ese proyecto ni siquiera está en marcha.
Y mientras tanto…la guerra migratoria.