Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Valora lo que tienes
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Puede que tengas muchas bendiciones y cosas que atesorar en la vida, pero no siempre somos conscientes de su valor.
El dicho dice: «No sabes lo que tienes hasta que se ha ido», y muchos de nosotros lo hemos experimentado.
Dar las cosas por sentado es un hábito desagradable que solo trae pesar.
Sólo hay una cosa que puedes hacer al respecto: valorar lo que tienes mientras lo tienes.
La siguiente es una historia con una buena lección para reflexionar y valorar lo que tienes.
Un amigo del poeta Olavo Bilac se lo encontró en la calle y le dijo:
“Señor Bilac, quiero vender mi pequeña granja. Pudiera escribir un buen anuncio para el periódico”.
Y esto fue lo que escribió Bilac:
“A la venta: bella propiedad donde los pájaros cantan al amanecer en un hermoso prado regado por las cristalinas aguas del rio”
“La casa se baña en la luz dorada de la mañana. Al atardecer, una agradable sombra la cubre para disfrutar de la brisa”
Después de un tiempo, el poeta se encontró con su amigo y le pregunto si había vendido la casa.
El hombre respondió:
“Cambie de opinión. Al leer lo que escribió sobre mi granja, me di cuenta de que tenía un tesoro.”
Algunas veces damos por sentado lo que tenemos, y perseguimos ilusiones y falsos tesoros.
En ocasiones vemos gente dejar ir a sus hijos, familias, esposas, amigos y profesiones.
Dejan ir su conocimiento, buena salud y cosas buenas de la vida.
Dejan ir todo lo que dios les concedió.
Por eso nuestra sugerencia, más que consejo:
Mira a tu alrededor y aprecia lo que tienes, casa seres queridos, amigos, conocimiento y salud.
Aprecia las cosas hermosas de la vida. El mayor tesoro de todos.
No podemos ser amables con aquellos a los que amamos y ya se han ido.
Desear rehacer lo que hiciste con negligencia es un error.
Por eso debemos hacer las cosas bien en el presente.
Pidamos ayuda cuando tengas problemas, antes de que degeneren en tristeza y ansiedad.
Ser uno con Dios. Te proveerá del coraje necesario en tiempos de duda.
Recuerda que él nos bendice con abundancia. Pese a que muchos somos imperfectos.
Has de valorar a la familia, a tus compañeros de trabajo, a los amigos. Mejora tu entorno con ellos. Y pidamos que ya no peleen. Que hagan las paces.
Nosotros te aconsejamos, te sugerimos que en vez de quedarte a solas por culpa de un fracaso, inviertas tiempo en crear y construir amistades fuertes.
Difícil. Pero no imposible.