Teléfono rojo/José Ureña
*Preponderancia reprobada
En materia de telecomunicaciones, con miras a la segunda revisión de preponderancia del Agente Económico Preponderante (AEP-Telmex-Telcel), analistas del sector aseguran que la efectividad de las medidas asimétricas aplicadas en la primera revisión, han sido insuficientes para generar condiciones de competencia efectiva de mercado, debido a que las medidas se han aplicado y cumplido parcialmente, tanto por el órgano regulador como del AEP, pues la firma del magnate mexicano, Carlos Slim, mantiene tres cuartas partes del mercado.
Los especialistas, el abogado Gerardo Soria, presidente del Instituto del Derecho a las Telecomunicaciones (IDET) y el economista, Ernesto Piedras, director de la consultora especializada en telecomunicaciones, The Competitive Intelligence Unit (CIU), señalaron que en la segunda revisión de preponderancia el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debe enfocarse en eliminar de manera efectiva los principales obstáculos que impiden el acceso a los servicios mayoristas del preponderante.
Para esto se requiere eliminar las barreras de acceso a la infraestructura de AEP, establecer nuevas medidas y hacer más eficaces las medidas ya establecidas.
Asimismo, impedir que la fuerza derivada de su alcance y el tamaño de su operación genere una regresión competitiva y evitar una reversión de los beneficios advertidos actualmente por los consumidores.
Es necesario que el marco regulatorio sea eficaz para proporcionar un acceso oportuno, transparente y no discriminatorio a la infraestructura del AEP y dotar de información que otorgue certidumbre y conocimientos técnicos a los concesionarios solicitantes con herramientas georeferenciadas que permitan localizar y acceder a la infraestructura del preponderante.
Por otra parte, es necesario que se apliquen de manera efectiva las medidas ya establecidas en el marco jurídico, como la ejecución de la separación funcional del AEP; pruebas de replicabilidad; continuar con la generación de informes trimestrales de cumplimiento del AEP, y verificar los efectos de las medidas asimétricas para garantizar la competencia efectiva. ¡Veremos!
Ni idea
Respecto a la red de telecomunicaciones para llegar con el servicio de internet a las poblaciones más pobres y alejadas del país que representan el cuatro por ciento de la cobertura poblacional, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, deberá voltear a ver los servicios mayoristas satelitales, que es infinitamente más barato y se podrían apoyar en los proyectos comunitarios como el de Oaxaca, –proyecto social incomprendido– y venderla al menudeo por parte del Estado.
Lo que no puede haber son las ocurrencias, como la red troncal de la CFE, que no se sabe a ciencia cierta cuál será su destino, o la creación de una empresa estatal para estos fines, lo que sin duda, va a ser una empresa deficitaria desde el día uno y antes de que nos demos cuenta va a ser un “elefante blanco”, al cual se le destinarán recursos que podrían aplicarse de forma más eficiente en otros rubros, señaló Gerardo Soria.
Y es que el gobierno no tiene ni idea de lo que plantea con una red de telecomunicaciones operada por el estado y acusa la falta de planeación de la presente administración para seguir con el desarrollo de internet en el país.
El presidente López Obrador, señaló ante sus seguidores en su discurso por tierras chiapanecas el pasado 17 de mayo, que, ante la falta de cooperación por parte de los operadores en el país, el estado crearía una red para proveer de internet a las personas que aún no tienen acceso a la sociedad de la información.
Sin embargo, la situación no es como la presenta el presidente López Obrador, quien dijo que México sólo cuenta con 20 al 25 por ciento de cobertura de internet en todo el territorio, cuando la realidad es otra.
El problema, dicen los que saben, es que el presidente está mal asesorado y mide con criterio territorial el acceso a internet cuando en el mundo se mide por cobertura poblacional, por lo que no debemos tener la idea de que nuestro país se encuentra en una mala situación respecto a la cobertura, disponibilidad y acceso a internet.
Por el contrario, y poniendo en entredicho lo asegurado por el primer mandatario, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) contamos con 18.4 millones de accesos a Banda Ancha Fija (BAF) y 88.2 millones de accesos a Banda Ancha Móvil (BAM), y considerando que en el país hay alrededor de 30 millones de hogares y más de 125 millones de mexicanos, se concluye que el país ha avanzado positivamente en los últimos años.
En cuanto a cobertura, las redes de los operadores cubren a un 96 por ciento de la población, por lo que para el cuatro por ciento restante es necesario considerar cómo llevar cobertura a esa población, que, implica primero hacer un diagnóstico caso por caso para conocer los factores que impiden que la infraestructura llegue a esas poblaciones y establecer qué mecanismos y tecnología se requiere para lograrlo.
Por otro lado, las políticas públicas deben atender a las causas particulares, como la falta de poder adquisitivo para hacerse de un equipo con acceso a internet y la incapacidad de poder costear el servicio, a pesar de la reciente reducción de precios, y otro factor es la falta de habilidades o capacidades digitales de las personas y su evangelización en el uso de esta herramienta.
Los analistas especializados del sector, sostienen que México dista mucho de lo dicho por el presidente, de tener un escenario de escasa conectividad como lo quiere hacer creer. Sin embargo, alertan de la ralentización de la inversión ante la incertidumbre que generan anuncios como la implementación de una empresa estatal para ofrecer servicios de Banda Ancha a toda la población o la fallida licitación de la Red Troncal que lo único que dejan ver es una falta de planeación por parte de los integrantes de la 4T. ¡Veremos!