Árbol natural o artificial, ¿Cuál es mejor para esta Navidad?
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de junio de 2019.- “Una lucha de heridas en la cara y sangre, una lucha de manos con dedos fracturados, una lucha en extremo violenta y denigrante, una lucha que no se detuvo hasta que el primer beso se convirtió en su muerte”.
Estas son las últimas líneas de un texto que describen lo que vivió Daniela, joven de 15 años asesinada en octubre de 2016 en Nuevo León y son el recuerdo de un feminicidio más de los 9 que ocurren todos los días en México, según datos de la ONU.
Los modos en que son asesinadas las mujeres, el escenario, el rango de edad y el tipo de relación con los agresores, son algunas de las categorías que diariamente prenden los focos en el Mapa de feminicidios de México, un registro interactivo de las incidencias de este delito.
María Salguero, geofísica y creadora de este mapa, configuró la función de alertas de Google con etiquetas para dar visibilidad a los feminicidios por región, incluso por colonia en cada rincón del país.
En el mapa los avisos son constantes y la información se puede ver por categorías: edad de la víctima, relación con el feminicida, situación legal del feminicida y algunos datos como si fueron encontradas desnudas, embolsadas, etc.
“Más que nada es dar el contexto en el que las están asesinando”, relata María Salguero, fundadora de este mapa que registra los asesinatos de mujeres desde 2016.
Aunque reconoce que siempre está por debajo de las cifras oficiales, señala que trabaja también con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), esto porque no se alcanzan a registrar a las mujeres que, por ejemplo, llegan heridas a los sistemas de salud y terminan muriendo en los hospitales o en muchas ocasiones los cadáveres están sin determinar y no se pueden tomar para el mapa.
Este sesgo de información se da en la cantidad pero no en el contexto, por ello resalta la importancia de los medios en ese sentido, que son quienes en muchas ocasiones dan cuenta del tipo de arma que se usó o retoman comunicados de las procuradurías e incluso pueden llegar a tener testimonios de los familiares.
Esos detalles, advierte, son los que no vienen en el secretariado y le da cifras un poco más precisas. Sin embargo, también lamenta que pese a que puede obtener datos más precisos, muchas veces en las procuradurías se trata de carpetas de investigación.
“El secretariado, por ejemplo, no expone los lugares en las que son asesinadas, dato que tampoco trae el INEGI o lo aborda muy limitado”.
En palabras de la geofísica, la prensa da contexto y la metodología del INEGI también es importante pues se basa en actas de defunción.
El proyecto de alertas y avisos que alimentan la página web Los feminicidios en México, le valió integrarse al gobierno federal para colaborar en el estudio de estos indicadores por zona y trabajar en la mejora de estrategias para combatir este flagelo. Por invitación de Alejandro Encinas, de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración y de Félix Santana, de Estrategias para la Atención a los Derechos Humanos, María Salguero se integra oficialmente a esta área para continuar sus mapeos en este rubro.
“Esto va a ser mi labor, mejorar los indicadores y que sean públicos, claro que no voy a ser la única, se va a citar a una reunión de expertos, que es lo que se pretende”, expone.
El análisis que lleva desde hace años en el territorio, con el contexto que le da el de violencia, le han servido para que estas muertes no queden olvidadas o sean invisibles, a pesar de que algunas categorías como “sin especificar” den cuenta de la gravedad que persiste en este delito.
“Aprendí la parte matemática y tengo esa habilidad para encontrar los patrones desde ahí, entonces me ayuda mucho la información que tuve”.
A María Salguero le preocupan estos altos índices de criminalidad que, de acuerdo con la ONU, entre de 2015 y febrero de 2019 se registraron 2745 feminicidios.
Y hay una cifra también alarmante: el reducido número de sentencias dictadas por violencia familiar y feminicidio: 709 entre 2011 y 2017, de las que 573 fueron condenatorias y 136 absolutorias.
En el mapa de la activista, entre más grandes son los círculos, más asesinatos hay en la región, así por ejemplo, en la categoría “rango de edad”, la mayor cifra se sitúa en el centro del país con más de 200 asesinatos de mujeres de entre 18 y 30 años.
Estos indicadores son una potencial ayuda para saber cómo están operando los feminicidas y qué relación tenían con la víctima, incluso colaboran para determinar si fue una riña, fuego cruzado o directamente el crimen organizado.
Sobre la relación del crimen con los feminicidios, María Salguero afirma que no deberían criminalizarlas no revictimizarlas porque a veces no necesariamente están involucradas en temas de delincuencia organizada.
“En Guerrero, por ejemplo, muchas de las víctimas son comerciantes que son víctimas del cobro de derecho de piso. En Veracruz por ejemplo es secuestro. Muchas de las chicas no están involucradas en delincuencia organizada pero los papás tienen un negocio más o menos y las secuestran y desgraciadamente por una u otra razón no pueden cubrir el rescate y terminan siendo víctimas”
“Otro ejemplo es el ataque a los bares, también asesinan mucho a las mujeres que trabajan ahí y cuando ves su historia resulta que es una chica de 18 años ya con un hijo, entonces eso te lleva hacia atrás y que tuvo un embarazo adolescente, tuvo que truncar su escuela, ya no pudo seguir estudiando y tiene que trabajar para sacar adelante a su familia”.
Los estados donde más asesinan mujeres son estados con presencia de crimen organizado. Este dato le permite a la geofísica tener un mayor rango de patrones de criminalidad para armar el mapeo.
“Cada vez que los grupos delictivos se mandaban mensaje, se elevaban las cifras de mujeres. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo en Guanajuato se han diversificado delitos, pero antes de que se anunciara el plan antihuachicoleo se disputaban droga, se disputaban robo a transporte…”
“Tengo casos de que llegaron a un velorio y rafaguearon a los que estaban presentes y dentro de ellos murió una mujer”.
“A lo mejor no están involucradas directamente pero algunas andan en narcomenudeo, o sus parejas son huachicoleros, entonces sí hay una relación entre los asesinatos y el robo de combustible”, sostiene.
“Cuando esta pugna por el huachicol empezó, fue cuando empezó a levantar la cifra de mujeres asesinadas en Guanajuato, entonces describí los modus operandis, que eran asesinadas por comandos armados, con armas exclusivas del Ejército. También a veces teníamos la hipótesis de que eran levantadas en zona urbana y las arrojaban en caminos de terracería… porque cuando los mismos vecinos reportaban que oían balazos en el lugar y al siguiente día aparecían personas […] a veces mujeres, a veces parejas, a veces dos mujeres y un hombre o a veces un hombre y dos mujeres”.
María Salguero ya ha recibido invitación de la Cámara de Diputados para asistir como especialista a los foros y dar charla sobre el tema que conoce a fondo desde hace varios años.
Incluso Forbes la incluyó en las 100 mujeres más poderosas de México por el trabajo que realiza para no perder de vista los asesinatos de mujeres.
“De repente me vi por una nota de prensa y me dije: ¿apoco salí yo?, y como que no lo creía”.
La geofísica reconoce que el problema está tan fuerte que no sabe si pueda frenarse de momento, pero confía en que si se empiezan a generar indicadores adecuados y que la calidad sea muy buena, esto servirá para la gente encargada de hacer hace política pública y así se va a hacer una cadenita.
Destaca que en algunos casos, se deben potenciar otras cosas, por ejemplo la salud pública, pues, advierte, muchas mujeres tienen problemas de adicciones, entonces los gobiernos deben voltear a ver esto y atenderlo, dependiendo el lugar y adaptar los indicadores a lo que sucede en el lugar, en el municipio, en la localidad… a veces en las colonias.
“Tú puedes hacer los análisis pero a los que hacen política pública les va a servir para saber hacia dónde ir y hacia dónde dirigirla y que no en todos los estados es la misma”, sostiene animada.