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CIUDAD DE MÉXICO, 22 de junio de 2019.- La nube de polvo proveniente del Sahara se encuentra sobre el océano Atlántico, mar Caribe y en pocas cantidades en el golfo de México, cerca de la península de Yucatán, de acuerdo con la imagen del satélite GOES 16, publicada por la Comisión Nacional del Agua.
Así lo informó el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), dependiente de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC).
La dependencia precisó que las tormentas de arena y polvo
constituyen fenómenos meteorológicos comunes en las regiones áridas y
semiáridas. Las principales fuentes de estos polvos minerales son las regiones
áridas de África septentrional, la península arábiga, Asia central y China.
La cantidad del polvo que ingresa a nuestro país depende de la intensidad del
viento y concentración de este sobre África; además, se ha observado que se
incrementa por el fenómeno de «El Niño»; actualmente hay una fase
débil del ENSO (El Niño-Oscilación del Sur).
Las cantidades de polvo provenientes del Sahara que normalmente llegan a México
no representan un peligro para la población. No obstante, el polvo tiene un
efecto más directo en la cantidad de nubosidad y lluvias. La vertiente oriental
y sureste del país es donde comúnmente ingresa de forma directa el polvo,
siendo la Sierra Madre Oriental una barrera natural para que atraviese al
centro del territorio, por lo que sólo pequeñas concentraciones logran llegar.
Una de las principales características o indicios del polvo africano es que el
día se torna grisáceo, los atardeceres rojizos y hay escasa nubosidad.
La CNPC recomienda a la población las siguientes acciones para minimizar los efectos de altas concentraciones de polvo en la salud:
Evitar exponerse a las altas concentraciones de polvo
Tomar resguardo durante estos eventos
Cerrar todas las entradas de aire a los cuartos durante las tormentas
Si es necesario estar a la intemperie, utilizar lentes y cubrebocas o pañuelo (especialmente las personas propensas a las enfermedades respiratorias).