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CIUDAD DE MÉXICO, 16 de julio de 2019.- El recientemente nombrado titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, aseguró que México es un actor central en la economía global y la segunda más grande de América Latina, sin embargo, reconoció que en ese contexto el país tiene dos importantes problemas económicos: la falta de crecimiento y la desigualdad.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados, en el marco de su ratificación como titular hacendario, Herrera Gutiérrez sostuvo que estos retos se tienen que hablar y discutir para poder definir, con base a ellos, las políticas públicas que sirvan para poder superarlos.
«Los dos problemas económicos más importantes del país son, la falta de crecimiento y la desigualdad; y es que desde 1993 el país ha tenido tasas de crecimiento en promedio de apenas el 2.4 por ciento, el bienestar de la población no depende únicamente de la tasa de crecimiento sino de cuánto nos toca a cada mexicano, por eso se mide por el PIB per cápita, y desde el 1983 ha crecido solo el .8 por ciento, una de las tasas más bajas de crecimiento en toda la región”, sostuvo.
Señaló que el crecimiento debe ser uno de los elementos centrales de la agenda hacendaria, pero, además, dijo que no basta con ello, sino que también debe ser incluyente, “que les toque a todos”, pues recordó que, América Latina no es una de las regiones más pobres, pero sí la más desigual, “aunque tenemos más, lo repartimos peor y esto sí es una característica común que prácticamente todos los países de América Latina”, aseveró.
Ejemplificó señalando que Producto Interno Bruto (PIB) de la Ciudad de México es casi siete veces el PIB por persona de Chiapas; indicó que Oaxaca crece a tasas tan bajas que tardaría más de 200 años llegar al PIB per cápita que tiene hoy Nuevo León, lo que afirmó, debe ser inaceptable para los responsables en el diseño y ejecución de las políticas públicas, al Poder Ejecutivo y también al Legislativo.
Explicó que, para atacar esta desigualdad, desde el punto de la política fiscal y de la financiera, se tienen que cumplir una serie de requisitos como: tener estabilidad macroeconómica, donde la principal medida es el respeto absoluto a la autonomía del Banco Central y el rol que éste tiene para la estabilidad de precios.
Así como, tener un manejo responsable de las finanzas públicas, ya que señaló que, en las crisis económicas y recesiones que ha vivido el país, éstas han sido un factor importante en el impacto a la población.
Ante ello, advirtió que crisis y recesiones se seguirán presentando, pues son parte de la naturaleza económica, sin embargo, enfatizó que lo importante es mantener finanzas públicas sanas para que la población no resulte tan afectada.
«Tenemos que tener un manejo responsable de las finanzas públicas, porque periodos de auge y de recesión son parte de la naturaleza de la economía, vamos a tener; Lo que no nos podemos permitir es que en los periodos de recesión permitamos que tenga un impacto permanente en las finanzas públicas y en el bienestar de los mexicanos», apuntó.
Mientras que, en materia de crecimiento, señaló que se debe tener un mayor gasto en inversión tanto del sector privado como del público; en este último, apuntó que hay una tarea específica en materia de los gastos de infraestructura, que son los más bajos en la historia de México y también de los más bajos en América Latina.
El gasto de infraestructura no solamente crea empleo, también las bases para un crecimiento posterior, porque son escuelas, son carreteras, son puertos, etcétera. Esto va ligado al gasto, a la inversión en el sector privado, dado que la inversión en el sector público ha caído, la mayor parte en gran medida, de la inversión en el país está dada por el sector privado.
Hoy, la relación de inversión del sector privado con relación al sector público es 6.7 veces, es decir, por cada peso que invertimos nosotros, el sector privado invierte casi siete veces. Por eso tenemos que hacer dos cosas: que haya certeza jurídica para esas inversiones, y fortalecer el sistema financiero mexicano, porque México, para los estándares internacionales y comparado con niveles de países de desarrollo similares, tiene un sistema financiero relativamente poco desarrollado en todos los niveles.