Descomplicado
La crítica sesgada de las zorras
Se queda uno maravillado de la forma como los ejemplos de las fábulas dan vuelta a su cuerpo sin poder ver la enorme cola que arrastran, pero se levantan indignadas para aplicar el índice al de enfrente. Los nuevos tiempos nos han enseñado que todo mundo tenía algo guardado para exudar sus propias culpas. Los panistas, cómplices de las concertacesiones, soldados de muchas batallas de entrega, robo de una presidencia por Felipe Calderón entre ellas, son un ejemplo dramático, si no fuera porque solo mueven a risa. La moral de Marko Cortes –¿quien es en la política?–, arrastra los tiempos cercanos de su partido y se yergue en sustrato de limpieza para condenar a los que no quiere. Del extranjero viene la chilena Michelle Bachelet y pone en aprietos a la ONU, al leer la plana a nuestro país por los derechos humanos, sin profundizar en el tiempo y las circunstancias. Y todavía agrega que estamos en tiempos de guerra. La misma retahila se expresa en ONGS, que de acuerdo a los últimos reportes publicados de analistas, son pocas las que quedaron fuera de presupuesto que las ha mantenido -con dirigentes ahítos del dinero ajeno-, cuando su nombre indica que no son gubernamentales. Se enteraron fuera de tiempo, cuando ya habían asumido su nombre, de la famosa frase del Tlacuache Garizurieta de que vivir fuera del presupuesto es vivir dentro del error. Por su diario devenir y sus diatribas, utilizamos el único legado ingenioso de los pasados seis años, en una frase ya clásica: critican todo y no hay chile que les embone. Todos en uno aplican ese índice y se les revierte como en un túnel carpiano que la naturaleza creó como una broma, para devolver el señalamiento. Machetazo.
La CEM vasalla del vaticano, considera vasallaje de México a EU
La Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), entidad al servicio de la Santa Sede, ha declarado que México se comprometió con Washington en las recientes negociaciones. Una zorra evasiva. Sabemos que las únicas religiones, paganas, que son auténticas en América, son las de los habitantes originales Todas las demás, la católica, sus desprendimientos con la Reforma de Lutero y las muchas sectas que han agarrado partes de las iglesias históricas y han creado sus propios ritos, son extranjeras. Aún ese iluminado esperpento de la Luz del mundo tiene orígenes transnacionales. No es de extrañarse, entonces, que la católica que tiene siglos utilizando a un dios para significarse y vivir de él, –muy bien por cierto–, no sea mexicana y dependa de un país extranjero. Siendo el único país teocrático, el Vaticano tiene más fuerza que muchos estados juntos por la buena materia de salvación que ha manejado. Todos, en un mundo procaz, añoran ser perdonados antes de su muerte y ascender a una nueva vida. Lo creen aunque no hayan leído la Divina Comedia. Por eso es lógico que subsumida desde siempre en un esquema religioso extranjero, la CEM haya olvidado que sus expresiones de fe nada tienen que ver con nuestra historia lejana, sino con una imposición que viene, como sus creencias, del extranjero.
Ándeme yo caliente ríase la gente
Las peroratas que se echan a diario los críticos del oficialismo, han llegado incluso a los lujosos espacios del INE, cuyo presidente Lorenzo Córdova ya le hincó el diente a la reforma recién aprobada en Baja California y que ha pasado el ejercicio de la gubernatura, de dos a cinco años. A Córdova ya se le olvidó todo lo que arrastra su organismo, uno de cuyos lunares fue su omisión en el gran fraude que se aplicó en el Edomex en 2017, con la intervención directa del gobierno federal en el uso del presupuesto para ganar. Obtener un triunfo de esa forma, como todos los fraudes que hicieron el PRI y el PAN, se llama también alteración de la ley, si es que para ellos el de Baja California lo es. Luis de Góngora y Argote les diría a esos que no alcanzan a ver su cola: Ándeme yo caliente, ríase la gente. Cuatrocientos cincuenta y ocho años hubiera cumplido el poeta y dramaturgo español el pasado once de julio (1561-1627). Uno de los grandes exponentes del Siglo de Oro, el bardo se caracterizó por ciertas frases que lo describen como un satírico de prosa perfecta, lo que causaba la molestia de Francisco de Quevedo que lo expuso no pocas veces. Góngora también se metió con Juan Ruiz de Alarcón. Egresado de la universidad de Salamanca -que a él si le prestaba algo al parecer-, fue sacerdote y confesor de reyes. Su famoso poema mencionado arriba ha sido usado de mil formas, algunas en canciones otras como dichos o aforismos. Reproducimos solo uno de sus versos:
Ándeme yo caliente
ríase la gente
Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno
Y las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente
Y ríase la gente.