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CIUDAD DE MÉXICO, 26 de agosto de 2019. — El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, luego de concluir una reunión con el director general de Fonatur Rogelio Jimenez Ponds suscribió en su cuenta de Twitter que: “Tuve una reunión con Rogelio Jimenez Ponds @FonaturMX y su equipo. Proyectos de infraestructura para #Cancun, #Tulum, #©ozumel y avances en #TrenMaya Vamos por espacios para nuestra gente, modernos, de convivencia social y con mejor movilidad.”
El 90 por ciento de la inversión que se requiere para la construcción del Tren Maya que cruzará la península de Yucatán estará en manos de la iniciativa privada por medio de los instrumentos financieros denominados APP, dio a conocer en la capital del estado de Quintana Roo, el director general del Fondo al Fomento del Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons.
La inversión del sector privado estará en la construcción de vía y en el material rodante, que es propiamente el ferrocarril: las locomotoras y los vagones, así como los desarrollos inmobiliarios que se construirán en torno a las estaciones, dijo el servidor público federal en entrevista realizada al término de una reunión con integrantes del Consejo Coordinador Empresarial de Chetumal, a quienes les presentó el proyecto el pasado viernes 23 de agosto.
Recordó que el Estado “mantiene la concesión, si bien el Estado va a operar el tren, por un tercero, vamos a licitar quien va a ser el operador, realmente lo que estamos tratando de ver es que sea una operación privada, pero siempre con el control del Estado”.
Dio a conocer que ya se realizó la licitación para la ingeniería básica. “El primer resultado lo tenemos en diciembre, salen las prebases de obras para iniciar el año que entra, se trata de obras mayores, este año (2019) van a ser obras complementarias, pequeñas, lo que se llaman obras inducidas, se refiere a alcantarillados, a una serie de puentes preventivos, algunas cosas que son no de obras sustanciales de las vías, sino las cosas que están alrededor, reubicación de algunos invasores, en fin, cosas de ese tipo”, sostuvo el funcionario federal.
Reconoció que la consulta apenas empieza, “para que haya consulta libre e informada, debemos tener información técnica, la cual va en dos sentidos, sobre si vamos construir un puente o un alcantarilla y la información ambiental, cómo afecta al medio ambiente y, en consecuencia cuál es la medida de mitigación”.
Cuándo ya se tenga esa información “vamos con la comunidad y le decimos, fíjese que va a pasar esto y lo vamos a mitigar con esto, ¿están de acuerdo?, ya que dimos suficiente información, vienen las encuestas, con toda esta gente, estamos pensando que la encuesta esté habilitándose para fin de año, nos va a llevar tres o cuatro meses, porque son varias comunidades, son muchas comunidades, eso se tiene que llevar de acuerdo a la ley, pero sí se tiene que hacer con respeto al protocolo, y para cumplir con la primera etapa que haya información clara, pues tengo que generar la información derivada de los estudios que estamos haciendo”, detalló Jiménez Pons.
–¿Está incluida la indemnización a los ejidos?
–Ya le entregamos recursos al Indavi para que empiece a hacer las evaluaciones, porque hay algunos laudos de hace 30 años. Terrenos que se quitaron y no se han regresado, cosas de esas… vamos tratar que en toda la medida posible resolverlos, tampoco somos magos… hay muchos casos, hay laudos de SCT de hace mucho tiempo, hay invasiones, hay muchas cosas que hay que ir con todo prudencia y el tacto posible para no afectar a la gente y resolver problemas ancestrales aquí.
De acuerdo al programa establecido por el gobierno federal, la obra fuerte empieza durante el primer semestre de 2020, por abril o mayo. “Ya estamos en la licitación de esa obra. El banderazo ya es ahorita, porque vamos a empezar obra ligera, como en un mes…”.
Hizo un llamado a todos los campesinos para que no vendan sus tierras, que se queden con el patrimonio para que tengan los beneficios de plusvalía que van a tener con la construcción del Tren Maya.
Al reunirse con empresarios de Chetumal explicó el modelo financiero del Tren Maya, (10 por ciento público, 90 por ciento privado) y detalló que el proyecto tiene un componente integral e incluyente cuyos beneficios impactarán al ámbito social, ambiental, cultural y económico de la zona.
Más tarde, Jiménez Pons participó en el 5° Foro Académico-Legislativo sobre el Tren Maya al que asistieron científicos de diversas instituciones del sureste, representantes de los tres órdenes de gobierno y los enlaces del Tren Maya en la región.
Por su parte, el antropólogo Margarito Molina del Instituto Nacional de ntropología e Historia (INAH) en Quintana Roo, destacó que dicha institución velará por todos los vestigios arqueológicos que se encuentren en la zona. Tenemos conocimiento, dijo, que en la zona existen datos de lugares en donde podrían estar albarradas, adoratorios, plataformas o inclusive algún templo. Agregó que entre Tulum y Puerto Morelos existen 37 sitios que podrían tener alguno de estos elementos arquitectónicos.
“También existe la posibilidad de que en la ruta de Cobá Tulum el sistema LIDAR puede arrojar datos sobre monumentos arqueológicos no registrados”.
El investigador aseguró que la ciudadanía debe tener la certeza de que el INAH cuidará del patrimonio arqueológico con un equipo de profesionales y que hará las recomendaciones necesarias para que el trazo definitivo del tren no afecte sitios arqueológicos.
En tanto, la doctora Martha García, especialista en migraciones humanas del Ecosur, manifestó que México está considerado un laboratorio mundial con relación a las movilidades humanas porque es un país de origen y retorno de migrantes, es también un país de destino y un país de tránsito y enfatizó que por todas estas complejidades: “No somos cualquier frontera”.
Francisco Rosado May, encargado de la oficina del INPI en Quintana Roo, aseguró que, si se garantiza el respeto a las comunidades, a los recursos naturales, las tradiciones y a la cultura se pueden encontrar mecanismos de desarrollo sostenible que permitan la participación de las comunidades en el proyecto del Tren Maya:
“El proyecto del Tren Maya no es mal visto por las comunidades, siempre y cuando se atiendan, se entiendan y atiendan sus preocupaciones y propuestas,”
Rosado May pidió que la consulta a los pueblos indígenas no sea una sola, sino varias, incluso que se hagan por comunidad, tanto en lengua maya como español. Agregó que esta información es la que permitirá que las comunidades tengan elementos para ir a una macroconsulta previa, libre e informada.
Por su parte, Oswaldo Villalobos, Enlace Territorial del Tren Maya en Calakmul aseguró que en el corazón del proyecto están las personas y que, a diferencia de los desarrollos turísticos pasados, ahora es necesario un modelo de desarrollo futuro más equilibrado:
“Quintana Roo atraviesa por una situación sumamente compleja, con respecto a la criminalidad, a la exclusión social e impactos negativos con respecto al cambio climático. Sin embargo, nadie más puede representar mejor la dualidad de las ventajas y virtudes del turismo, así como la disparidad entre la opulencia hotelera y la miseria de quienes trabajan en ellos”.
Carlos Manterola del Grupo Anima Efferus AC, habló sobre el impacto que ha tenido la red de carreteras construida en la península que es lo que, en las últimas décadas, ha afectado de manera particular a los jaguares. Agregó que con el Tren Maya se atenderá el impacto humano en esta especie utilizando algoritmos y tecnología, como las cámaras trampa para ubicar a los ejemplares en la zona y los pasos de fauna. Agregó que son obras que requieren mucho presupuesto, pero se deben hacer y enfatizó: “Hay que dar toda la fuerza a la ciencia para ubicarlos en dónde se tiene que hacer”.