Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
Ombudsman de periodistas
Al periodista del Estado de México, Nevith Condés Jaramillo, lo asesinaron a puñaladas el 24 de agosto pasado. Se convirtió en el último comunicador victimado en México.
Condés Jaramillo era director del portal informativo “El Observatorio del Sur”, con cabeza en el poblado mexiquense de Tejupilco, caracterizado por las denuncias públicas que realiza.
Existen tres líneas de investigación por parte de las autoridades policiacas, una de ellas, relacionada con una motivación personal, pero dos más relacionadas con su profesión.
El periodista dio a conocer que policías estatales dispararon contra un helicóptero que trasladaría a tres mujeres, una de ellas enferma, del poblado El Rincón de Cristo, en el municipio de Sultepec.
Por otra parte, en Tejupilco se rumora que el periodista había tenido un altercado con Antony Domínguez, actual alcalde morenista de esa localidad, desde los tiempos que este era diputado, por publicaciones realizadas en El Observatorio del Sur.
El director del Observatorio del Sur solicitó apoyo de la organización Artículo 19, derivado de amenazas recibidas, así como su incorporación al Mecanismo de Protección a Periodistas del gobierno federal, pero no se concretó esta medida.
En lo que va de la presente administración han sido asesinados 12 periodistas en nuestro país, lo cual lo coloca como una de las naciones más peligrosas para ejercer el periodismo, en naciones en donde no existen guerras.
Los periodistas son la voz de quienes no la tienen, en muchas ocasiones, de manera directa o indirecta, se convierten en defensores de causas sociales, pero a ellos nadie los defiende.
En una nación controlada por mafias, el periodista se encuentra sujeto a presiones de toda clase de grupos de poder delincuencial, económicos o políticos.
Reporteros sin Fronteras coloca a México en el lugar 144 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019, dentro de un universo de 180 países, es decir, nos ubicamos como una de las naciones más vulnerables dentro de este derecho.
Los periodistas no cuentan con una figura jurídica que defienda su actividad, a pesar de que está supuestamente tutelada por la Constitución, señala el periodista y abogado Noé Becerra, quien trabaja en la definición de una iniciativa de ley para establecer la figura del Ombudsman del Periodista.
Becerra considera, al igual que muchos periodistas, que la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Contra la Libertad de Expresión no ha dado los resultados esperados.
“Es lamentable que la Fiscalía General de la República investigue las agresiones en contra de periodistas, cuando estos ya están muertos o que las autoridades locales escondan en sus cajones las denuncias que realicen o que a los compañeros asesinados se les acuse de estar relacionados con la delincuencia, como una manera de desviar la atención”, menciona.
Noé Becerra diseña una propuesta novedosa que puede llegar a la promulgación de una Ley Nacional de Protección al Periodista que definiría un sistema jurídico para definir los derechos de los comunicadores y la existencia de un Ombudsman del periodista, que sustituiría a esa fiscalía.
Comenta que el Ombudsman tendría facultades similares a las de un ministerio público con capacidad para iniciar carpetas de investigación, que no sea sólo un esquema de emitir recomendaciones, como ocurre con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, porque ese sistema no ha servido de mucho.
La figura del Ombudsman del Periodista tendría características de un organismo autónomo para que pudiera actuar de manera independiente de los tres poderes de la Unión y estaría conformado de un presidente abogado, con un consejo integrado por periodistas.
Becerra comenta que la iniciativa de ley en la cual trabaja y que actualmente se encuentra a nivel de propuesta, será presentada ante el Congreso de la Unión, pero también dada a conocer a los poderes ejecutivo y judicial.
“El Ombudsman del Periodista también funcionará como un contrapeso del poder político, porque los periodistas debemos recuperar la confianza y la dignidad que merecemos y no recibir el trato de desprecio que sufrimos de los más altos niveles”, asegura.
El periodista reflexiona sobre los intentos de control que pretenden hacer sobre los medios, grupos políticos como el Partido del Trabajo, y que fueron descubiertos por la declaración reciente del diputado del PT, Oscar González Yáñez, quien señaló que “solamente ganamos las elecciones, pero no hemos desmantelado los poderes fácticos, no los hemos regulado y ahí nosotros tenemos una propuesta que haremos llegar para regular a los medios”.
El PT reculó sobre lo dicho por su diputado y Morena, desde la misma figura presidencial, negó todo intento de control.
“Este control sería violatorio a la libertad de expresión definida en la Constitución, sería tanto como caer en una dictadura, con consecuencias fatales para el país. Por eso necesitamos un ombudsman”, enfatiza Becerra.