Contexto
*Batlett y Alito no son pobres políticos
Aunque la cita del profesor Carlos Hank González es muy viejo, sigue vigente lo que dijo del dinero en la política. “Un político pobre, es un pobre político”.
Por eso solamente los recién iniciados en la política y en la práctica del gobierno, se escandalizan cuando sale a la luz pública que el actual director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz, posee una fortuna en la que se cuentan 25 propiedades de ensueño y un bonche de empresas.
También ponen el grito en el cielo cuando se publica un diario que el recientemente elegido presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas (Alito), posee 15 inmuebles, en su natal Campeche, entre ellos una mansión valuada en 46 millones de pesos.
Los dos son políticos de viejo cuño, claro, Bartlett más viejo, pero ambos han ocupado distintos cargos de relevancia en la función pública, y no sólo han tenido acceso al poder, sino también al dinero ajeno.
Bartlett, ahora en Morena, fue secretario de Gobernación y aspirante fuerte a la candidatura del PRI en 1988, misma que perdió ante el posteriormente presidente, Carlos Salinas de Gortari.
Luego don Manuel fue Gobernador de Puebla, a pesar de ser tabasqueño, y su buen manejo del arte de la política, le permitió llegar al senado, postulado por el PT, donde consiguió acomodarse con el presidente Andrés Manuel López Obrador, y hoy sigue pegado a la ubre del poder y del dinero.
A lo largo de más de cuatro décadas, Manuel Bartlett acumuló una fortuna que ni él sabe a cuánto asciende y que obviamente no hizo por ser muy ahorrativo, ni por ser muy buen empresario, vamos no siquiera se sabe que se haya sacado la lotería.
Por otro lado, Alejandro Moreno Cárdenas, siempre ha militado en el PRI, donde lo hicieron diputado, senador y Gobernador, por lo que ha tenido oportunidad de hacer “negocios” que le han permitido acumular una fortuna fabulosa.
Hoy sorprenden las noticas sobre la riqueza de estos dos personajes, pero ellos son solo un botón demuestra de lo que se consigue ingresando a la política, que resulta una actividad muy lucrativa, no por los salarios que cobran, hoy disminuidos, pero que siguen siendo muy altos comparados con el común de la gente, sino por la facilidad que tienen para hacer negocios.
No justificamos nada, ni estamos de acuerdo con las cosas como están, pero así son y no debemos espantarnos, por lo menos no mientras las cosas no cambien y sigamos viendo que en nuestro querido México todo es posible y permitido.
EL PULSO.- Por cierto, vaya bronca en que se metieron los panistas de Marko Cortés, al mover las aguas, buscando que el senado declare la desaparición de poder en el estado de Veracruz. Pensaron que argumentando bien que Cuauhtémoc García Jiménez, ha hecho un pésimo trabajo y si tiene metido en la ingobernabilidad a la entidad, conseguirían destituirlo. De plano no midieron que don Cuauhtémoc es hijo putativo del presidente Andrés Manuel López Obrador y que es intocable. Ahora, no solo no consiguieron su objetivo, sino que los senadores de Morena, encabezados por Cristóbal Arias, el eterno aspirante a la gubernatura de Michoacán, inició el proceso para declarar la desaparición de Poderes, pero en Veracruz, sino en los gobiernos panistas de Guanajuato y Tamaulipas, donde la inseguridad campea y un día sí y al otro también, matan a mucha gente. El problema que enfrenta el PAN es que la desaparición de poderes se puede lograr con votos de la mayoría simple en el senado y ya saben quién tiene esa mayoría para determinarla. Veremos cómo recomponen las cosas los panistas.