Descomplicado
EN LAS NUBES
La discriminación de género. La homofobia
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Con frecuencia, una mujer que es percibida como “masculina” o un hombre que es visto como “afeminado” en su comportamiento y apariencia son víctimas de discriminación y burla.
A toda acción una reacción.
Es lo que recomienda la doctora y escritora doña Rosa Chávez Cárdenas. Tema difícil de tratar, pero ella nos lo explica:
Los que han decidido cambiar de género, enfrentan situaciones de discriminación y acoso.
Increíble, seis países tipifican como delito con pena de muerte la actividad sexual entre personas del mismo sexo; Arabia Saudita, Irán, Sudán, Yemen, Mauritania y Nigeria.
Incluso Rusia prohíbe las muestras de afecto entre personas del mismo sexo. El presidente Putin es homofóbico.
La OIT (Organización Internacional del Trabajo) está dispuesta a desempeñar su función en la lucha contra la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género.
Según palabras del director: “El trabajo decente solo puede existir en condiciones de libertad y dignidad e implica fomentar la inclusión y la diversidad. Nos obliga a luchar contra toda forma de estigmatización y discriminación, contra la homofobia y la transfobia en el fomento de la discriminación”.
La discriminación inicia en la etapa escolar, lo más común, la violencia psicológica hacia los varones con adjetivos como: “joto, pareces vieja, los hombres no lloran, no seas mariquita”.
Posteriormente, la discriminación continúa en el área laboral, en casos extremos, los trabajadores, llegan a sufrir hostigamiento, acoso, abuso sexual o maltrato físico.
La causa de discriminación, y exclusión en el mercado laboral tiene su origen en la percepción de los otros, la inconformidad con la heteronormatividad (la creencia social de que lo “normal” es ser heterosexual).
Influyen las ideas preconcebidas sobre la apariencia y el comportamiento que supuestamente tienen una mujer y un hombre de acuerdo a su cultura.
En muchos casos: lesbianas, gays, bisexuales y transgénico declararon haber sido objeto de preguntas invasivas sobre su vida privada.
Entre los problemas que enfrentan en el lugar de trabajo, cabe citar la imposibilidad de obtener un nuevo documento de identidad que refleje su género y su nombre.
También la negación de los empleadores al no aceptar su forma de vestir; y la discusión al utilizar baños acordes con su género.
En la Ciudad de México una trabajadora se quejaba de no poder entrar al baño de los hombres por vestirse como mujer y en el baño de mujeres no querían que ingresara al saber que es hombre.
En algunos lugares, para ser incluyentes, los baños se han vuelto heterosexuales, pero, existe el problema de que a la mayoría de las mujeres no aceptan ingresar al baño con hombres.
Antes de tomar la decisión de cambio de sexo, tienen que reflexionar en las consecuencias. La aceptación no cambia de la noche a la mañana.
En nuestro país cada estado se rige por un diferente código civil de manera que no todos aceptan entregar otra acta de nacimiento y una nueva credencial de elector.
En cuanto al voto nos dice doña Rosa:
“Mi hijo es voluntario en cada elección, y en la más reciente le preguntó al instructor: “qué vamos a hacer si llega una persona vestida como hombre y con nombre de mujer y en la credencial no se parece y tiene nombre de hombre.
El instructor le respondió: “la dejas votar”.
Volvió a la carga, ¿cómo voy a permitir que vote una persona con otra identidad?, no me parece correcto.
Finalmente, el instructor le dijo: No es algo que el INE tenga claro todavía.
El problema sucede, al comprar el boleto de un avión, en los derechos laborales como el seguro social y para abrir una cuenta en un banco.
Por ello, recomendamos: A toda acción una reacción.