Abanico
Con cifras dispares de 20 millones de habitantes y 9 millones en otros datos, la Ciudad de México está en los límites de la contaminación y recibir en unos cuantos días a millones de nuevos visitantes, los peregrinos de la virgen de Guadalupe, es criminal. La Constitución tiene como principal precepto la vida y sin ella las garantías de tránsito, de expresión, etcétera, no sirven de nada. Frente a situaciones como esta que afectan la calidad de vida a nivel extremo, las autoridades de la CDMX deben tomar cartas urgentes en el asunto y plantear a los organismos que promueven esas aglomeraciones, diferir por grupos a los visitantes. No se afecta a nadie. Desde 2016, ya se manejaba la cifra de seis por cada diez habitantes de la Ciudad de México, con enfermedades respiratorias. En estas alcanzaban cifras riesgosas las cardiacas, las pulmonares y los infartos cerebrales. En 2017, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, señalaba que anualmente mueren en el valle de México 20 mil 500 personas por causa de la contaminación. En un valle cerrado que ha llegado a ser mortífero, de nada ha servido el esfuerzo de gobiernos para liberar el medio ambiente, si como contrapartida se mantienen vigentes los principales contaminantes: una industria perniciosa, el aumento permanente de vehículos, basura y todo lo que se agrega para cargar el aire que respiramos. Es un argumento que maneja el escritor Nazanin Armanian al criticar las campañas de la jovencita Greta Thunberg, en un artículo publicado por la revista digital Tribuna Comunista el viernes 6 de diciembre. Sostiene que los cambios que se proponen para otro tipo de energía cuando las condiciones de las sociedades siguen siendo las mismas, no son viables. Sujetos a las presiones y secuelas del neoliberalismo y con empresas y organismos que traen proyectos de energía renovable, están dentro de los mismos esquemas económicos. En la CDMX se han puesto en práctica con Claudia Sheinbaum las medidas más adecuadas para controlar la contaminación, pero la situación rebasa los esfuerzos. El cambio tendrá que ser de fondo. En el momento de escribir ésto, domingo por la tarde del 8 de diciembre, la calidad del aire era mala en 8 alcaldías de la CDMX y en 8 era regular. En los alrededores en los límites con el Estado de México. las cosas estaban peores en esa entidad.
Peligroso hacinamiento de peregrinos, puede crear epidemias. a los enfermos crónicos y de alergias, los están matando en la CDMX
Durante el año, la iglesia católica suele hacer una serie de peregrinaciones cuyos fines no son solo la exaltación de la fe. Pero la principal la concentra para celebrar el día de su virgen el 12 de diciembre. La festividad involucra un alto porcentaje de mexicanos que son católicos, pero millones de estos y los que no son creyentes sufren de la misma manera los resultados de ese hacinamiento. La forma como se hacinan los que vienen, en su mayoría gente pobre, muchos enfermos que vienen por un milagro, es terrible. El año anterior dejaron más de 800 toneladas de basura, excremento y contaminación de todo tipo. Las aportaciones y el apoyo del gobierno local suelen ser rebasados por la cantidad que se congrega para implorar a su santa.
Usan el término peregrino para obtener canonjías.
Ignoro si la Ley de Protección de los Derechos del Peregrino se aprobó alguna vez. Aparece en Google fechada el 13 de diciembre de 2012, trece días después de que tomó posesión como jefe de gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera y cuando lo que más urgía era aprobar el presupuesto 2013. Impresa esa presunta ley en PDF, se ve que en realidad es un proyecto porque aparecen unos sellos que dicen “anteproyecto de trabajo”. Si no es una ley, ¿por qué esta publicada como tal? Tiene una exposición de motivos, además, que solo pudo haberlo hecho un personaje católico por la forma como recorre el mundo de los peregrinajes, la historia de los que se realizan por la iglesia católica en varias partes también del mundo. No se alude a ninguna otra iglesia. Se dice en esa exposición, que se pretende -no solo la fe-, sino desarrollar el turismo, Publicado el documento por la Gaceta de la antigua Asamblea Legislativa, parte de una serie de derechos y canonjías -presupuesto de interés público sobre todo- y garantías, que normalmente están dentro de la Constitución y leyes secundarias para todos los ciudadanos. Antaño el término peregrino se aplicó a personas que tenían las mismas condiciones de los migrantes de hoy, pero ahora suele usarse el término para personas que se desplazan en aras de una creencia o una fe y en forma temporal. Hay un desplazamiento en ambos casos, pero sus fines y condiciones son diferentes. La ley de Migración de 2011, fue reformada recientemente en 2019, para cambiar algunos artículos pero siempre se parte del sujeto migrante en un desplazamiento que está fincado en la necesidad, la huida, la persecución, la búsqueda de nuevas oportunidades, etcétera. Esos casos los hemos visto en los últimos años, con las muchas migraciones que han atravesado y ahora atraviesan en menor cuantía, nuestro país. Diferente el caso, los peregrinos tienen derecho a visitar la ciudad, pero dado que parten de la incitación de organismos, deben de hacerlo de tal forma que no agudicen los problemas de la gran capital. En eso deben intervenir con urgencia las autoridades capitalinas ante los organismos que promueven esas concentraciones. Y no esperar que pase otro año.