Poder y dinero
Pandemia probable
Por: Salvador Guerrero Chiprés
Independientemente del origen cultural, la pertenencia a un estrato social o el origen nacional, la expectativa de un virus con capacidades letales globales ensombrece el panorama de la vida cotidiana sacudiendo los mercados y los planes de todas las élites desde donde se advierte y se trata de medir el riesgo.
Los demás sectores ya tienen cargadas una buena dosis de leyendas y mitos conectadas también con el Estado de excepción de hace diez años para la experiencia mexicana con la influenza, y con la historia de las pandemias y por supuesto con películas.
Después de que la Organización Mundial de la Salud señalara que la propagación del coronavirus, cuyo nombre oficial es Covid-19, representa una “posible pandemia”, el Gobierno de México, la Secretaría de Salud, la Dirección General de Epidemiología y las instituciones locales se preparan ante un escenario advertido antes por la UNAM y corroborado por la propia Secretaría de Salud: el coronavirus, tarde o temprano, llegará a México.
Si bien en China las cifras oficiales informan 2 mil 700 muertos, ya se habla de un control y una caída en los casos; mientras que en Italia el repunte es notorio y subraya que el contagio incluye un periodo de incubación de hasta dos semanas en el que no se manifiestan síntomas.
Hasta ahora sabemos que la vacuna podría estar lista en año y medio, aunque el gobierno de EU anunció ayer que su elaboración tardaría mucho menos, y que al momento van, según las cifras reveladas, 80 mil 200 casos en 38 países. Para citar las palabras de la titular de la Secretaría de Salud capitalina, Olivia López, alrededor del 15 por ciento son casos graves y la letalidad se estima en un 3.3 por ciento.
Hace once años la crisis del H1N1, les dio a las autoridades capitalinas —como ya lo señaló la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum— la experiencia suficiente para desplegar protocolos y articularse efectivamente entre las instancias de salud pública y privada. Hay una conciencia general de que la contención y el aislamiento tienen un papel prioritario.
En la Ciudad, las posibilidades de coronavirus han sido descartadas hasta ahora, sin embargo, a nivel nacional, se requiere un análisis profundo de la infraestructura de Salud.
El gobierno ha enlistado cuatro objetivos para el sector: erradicar la corrupción, combatir el desabasto de personal y medicamento, y basificar a los empleados. El Plan de Preparación y Respuesta contiene medidas de diagnóstico, evaluación, detección y difusión, conforme al Reglamento Sanitario Internacional, que involucran a los gobiernos locales y al federal.
Ante el quinto coronavirus endémico del que se tiene registro, la fase de contención podrá ser impulsada por la población con ciertas medidas sencillas: utilizar gel para manos, tratar de disminuir el contacto con terceros, permanecer en casa si se padecen síntomas, detectar perfiles vulnerables, desinfectar áreas, lavarse las manos durante 20 segundos.
Pero el trasfondo verdaderamente inquietante involucra, como en todos los sistemas corrompidos desde hace mucho tiempo, las posibilidades y el realismo de la estrategia de rehabilitación de un país entero.