Abanico
El desgaste y agotamiento ante la falta de resultados
Luego de que en diciembre pasado cumplió un año de gobierno, la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador comienza paulatinamente a precipitarse. Esa popularidad ha caído, según lo muestran las encuestas y en los últimos dos meses, eso ha sido más notorio.
Pese a esto, el mandatario aseguró que tiene el respaldo de la gente y que la caída de popularidad, al menos en tres puntos, no es “significativo”. López Obrador dijo este lunes: “Estamos bien, tenemos mayoría. La gente nos está apoyando y también pues sufrimos desgastes”. Y esgrimió a manera de justificación:
Éstos han sido por “enfrentar a los conservadores corruptos”
que no están de acuerdo con las medidas que ha implementado su gobierno como
terminar con la condonación de impuestos o la extinción de dominio. Reiteró que
perdió tres puntos en su aprobación “pero nada que sea significativo” porque, reiteró,
tiene el apoyo de los ciudadanos.
Explicó que ya se estableció la revocación del mandato y en el 2022 me voy a
someter y se le va a preguntar a la gente”.
Y es que, por primera vez en lo que va del sexenio el presidente Andrés Manuel López Obrador sale reprobado en las mediciones que publica Consulta Mitofsky. En la más reciente medición de la consultora de fecha 8 de noviembre, tuvo un puntaje de 59.8 puntos, según dicho instrumento durante cuatro semanas AMLO ha tenido bajas consecutivas.
Muchas lecturas pueden tener dichas mediciones, algunos dirán que 5.9 puntos es muy alto y que goza de la estima de la mayoría de los mexicanos; sin embargo, hay un hecho innegable, su popularidad va a la baja y no se ve cómo detenga la tendencia.
Diversos analistas sostienen que primero fue el culiacanazo, el cual puso en entredicho la estrategia de «abrazos no balazos», pese a los esfuerzos del secretario Alfonso Durazo por explicar la estrategia; el segundo los lamentables y arteros asesinatos de la familia LeBarón, donde perdieron la vida seis menores y tres mujeres. Eso nuevamente volvió a poner en el ojo del huracán la estrategia del gobierno de la 4T. Acusar a los criminales con su abuelita no fue bien aceptado por la población que exige medidas más severas en contra de los delincuentes y ahora los feminicidios atroces.
Fue tan lamentable los asesinatos de la familia LeBarón como la explicación del gobierno federal relacionado con una confusión de bandas criminales o, que fueron víctimas del fuego cruzado. Las recientes mediciones muestran que el pueblo quiere algo más que discursos y promesas. El acusar de todos los males públicos a la mafia del poder y a los conservadores ya no protegen a AMLO. Es indispensable que el gobierno empiece a dar mejores resultados.
Como lo comentamos la semana pasada, las conferencias de prensa mañaneras han desgastado, sin duda, a Andrés Manuel López Obrador. En las últimas semanas han sido más que desafortunadas sus respuestas sobre algunos temas sensibles, como será, por ejemplo, el paro convocado el 9 de marzo por organizaciones feministas ante la ola de violencia desatada en contra de las mujeres, cuyos recientes asesinatos han generado un severo malestar colectivo.
AMLO no ha sido muy solidario ante las movilizaciones sociales, que no fueron convocadas por grupos sociales afines, como lo ha demostrado siempre. Si las marchas y movilizaciones no las organizaba él o los partidos políticos que los respaldaban, las ve con desprecio.
Nada más hay que recordar aquel domingo 27 de junio de 2004 cuando catorce organizaciones de la sociedad civil convocaron a la marcha “Rescatemos México”. México Unido Contra la Delincuencia fue la organización más importante que convocó y se estimó que casi un millón de personas la mayoría vestida de blanco atendió a la convocatoria de salir para manifestarse en contra de la inseguridad. El entonces jefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador, en lugar de solidarse con las familias que fueron víctimas de asesinatos, secuestros, asaltos, etc., los descalificó al señalar que dicha marcha había sido convocada “por la derecha y los conservadores”. Lo mismo que sigue diciendo ahora.
Ahora, ante el pánico colectivo que se han desatado por los primeros casos de contagiados del Covid 19 (coronavirus) en estudiantes que han arribado de China e Italia, y las subsecuentes compras masivas cubrebocas, a pesar del llamado gubernamental para no caer en la psicosis, nuevamente el presidente López Obrador soslayó la gravedad del tema, al sostener que la economía mexicana ha resistido a esta emergencia y pronosticó que en México no se tendrán problemas mayores, a pesar de las declaraciones de conservadores que quieren que le vaya mal al país.
ODA A ERNESTO CARDENAL
El domingo pasado, falleció en Managua el sacerdote y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal. Uno de los principales teólogos de la liberación, estudió con Sergio Méndez Arceo, en Cuernavaca, en 1959 a 1961, y fue uno de los pilares precursores de la revolución sandinista. Amigo de Salvador Allende y de Pablo Neruda, estudio en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Posteriormente se hizo sacerdote. Ernesto Cardenal colaboró estrechamente con el Frente Sandinista de Liberación Nacional en la lucha contra el régimen de Somoza. Tras el triunfo de la Revolución Nicaragüense el 19 de julio de 1979, fue nombrado ministro de Cultura.
El 4 de marzo de 1983, el papa Juan Pablo II visitó Nicaragua y en la recepción ofrecida por el gobierno nicaragüense, Ernesto Cardenal lo recibió arrodillado. Wojtyla, con gesto duro y el dedo índice señalándole, lo reprendió públicamente por formar parte del gobierno Sandinista. La imagen dio la vuelta al mundo y se convirtió en el icono de la lucha de Juan Pablo II contra las ideas sandinistas y de izquierda. El papa recriminó a Cardenal que formara parte del gobierno sandinista.
El 4 de febrero de 1984, el papa Juan Pablo II suspendió a divinis del ejercicio religioso a los sacerdotes Ernesto Cardenal, a su hermano Fernando Cardenal, Miguel D’Escoto y Edgard Parrales, debido a su adscripción a la Teología de la Liberación. Treinta años después, el 4 de agosto de 2014, el papa Francisco ordenó levantar el castigo de D’Escoto.
Ernesto Cardenal abandonó el FSLN en 1994, en protesta contra la dirección de Daniel Ortega, y más tarde dio su apoyo moral al Movimiento Renovador Sandinista (MRS) y a la Alianza Partido MRS durante las elecciones de 2006, al igual que otros destacados literatos nicaragüenses, como Gioconda Belli y Sergio Ramírez Mercado, fundador del MRS.
El 17 de febrero del 2019, se dio a conocer una carta del papa Francisco a Ernesto Cardenal informándole del levantamiento de la suspensión a divinis, impuesta por Juan Pablo II en 1984. Horas antes el obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez, hizo pública una fotografía arrodillado ante la cama de Ernesto Cardenal, en el hospital debido a problemas renales y cardíacos. Cardenal falleció el domingo pasado, a los noventa y cinco años.
Este es su poema “Como latas de cerveza vacías”’, escrito en Nueva York, en 1925, cuando estudiaba Filosofía.:
Como latas de cerveza vacías y colillas de cigarros apagados, han sido mis días. Como figuras que pasan por una pantalla de televisión y desaparecen, así ha sido mi vida.
Como los automóviles que pasaban rápidos por las carreteras, con risas de muchachas y música de radios…
Y la belleza pasó rápida, como el modelo de los autos y las canciones de las radios que pasan de moda.
Y no ha quedado nada de aquellos días, nada. Más que latas vacías y colillas apagadas, risas en fotos marchitas, boletos rotos,
Y el aserrín con que al amanecer barrieron los bares.