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CIUDAD DE MÉXICO, 11 de abril de 2020.- Buscando ser una solución paralela a lo que hace el Gobierno, Makers México imprime en 3D esperanzas para combatir el coronavirus Covid 19, de manera espontanea y altruista.
Son cerca de 300 makers (hacedores) y diseñadores repartidos en la Republica Mexicana, quienes se unieron para la fabricación de equipos de protección para el personal de salud como caretas, visores, módulos divisorios de acrílico para los pacientes y splitters.
Ello, en alianza con Tom México, un movimiento global de comunidades que crea y difunde soluciones asequibles a los desafíos desatendidos y con una visión basada en la tecnología e innovación.
«Aporto mi impresora 3D y filamento para imprimir; así que hasta que se me acabe seguiré en esta labor, lo mismo los otros miembros y como entendemos que no será sustentable a largo plazo, decidimos hacer una plataforma donde pueden donar para comprar materia prima (makersmexico.org)», contó el arquitecto, diseñador y pieza del movimiento Juan Carlos Baumgartner, en entrevista telefónica.
Su trabajo depende de máquinas que imprimen objetos en tres dimensiones, normalmente a base de retina o plástico, que calientan y Makers México las usa para crear insumos médicos, como los splitters, piezas en forma de i griega que dividen el flujo, se pueden conectar a dos personas en los respiradores y así duplican su capacidad.
Destacó que una de las ventajas de la impresión 3D es que, por ejemplo, en Chihuahua hay un hospital que requiere una pieza específica, por lo que se modifica el archivo en la computadora y se imprime.
«En un proceso normal, tomaría mucho tiempo hacer un molde inyectado de plástico, sale muy costoso hacer… 10 piezas, necesitas hacer muchas para que no salga tan caro, y aquí podemos hacer piezas de costo sobre pedido.
«Además tenemos gente imprimiendo por toda la República, así que nuestra línea de producción está en todo México; creo que es un vistazo al futuro lo que hacemos, una economía diferente, no hay jefe, ni oficinas, ni fábrica, todo remoto y es porque queremos», explicó.
Precisó y aseguró que lo que imprimen es equipo extra que el sistema de Salud no utiliza normalmente y por ejemplo, las mascarillas que hacen, no tienen que ser aprobadas porque no es un medicamento, ni influye en la salud de ningún paciente.
Lo que tiene que ser aprobado son los respiradores, por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y llevan semanas platicando con ella y no los fabricarán, hasta que dicho organismo dé el visto bueno.
El pasado 8 de abril, la presidenta de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, diputada María Marivel Solís Barrera, afirmó que en el país hay una escasez de respiradores clínicos, por lo que se trabajará de la mano con Cofepris para que el proceso de aprobación de los prototipos realizados en el país sean más cortos.
Durante la primera reunión de trabajo virtual, la legisladora de Morena dijo que la intención es que estos insumos lleguen rápidamente a los hospitales, por lo que consideró preciso que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) apoye este proyecto.
E indicó que ha recibido muchísimos proyectos y prototipos, pero deben pasar por una serie de normas para ser utilizados. “Hay muchas universidades que están desarrollando prototipos de respiradores, cubrebocas y demás equipo que permite hacer frente a la pandemia sanitaria, pero hay un proceso que debe respetarse para que sea una innovación tecnológica”.