Itinerario político/Ricardo Alemán

08 de mayo de 2020

5:30

Ricardo Alemán/Quadratín México

¡La debacle de AMLO, en sólo 50 ejemplos!

Hoy se cumplen dos años de la persecución que lanzó López Obrador en mi contra; millones de pesos, miles de bots y una campaña calumniosa para llevar a tendencia mundial dos palabras: “Les hablan”.

Por años, en todos mis espacios de prensa, radio, televisión, redes y digitales dije, documenté, escribí y advertí el peligro que significaba que Obrador llegara al poder.

Por eso fue prioritario, para AMLO y su claque, destruirme.

En todos los casos, mis hallazgos, revelaciones y opiniones concluyeron con el consabido “Al tiempo”. Hoy, el tiempo y la realidad me dan la razón.

Por eso recopilar 50 ejemplos –sólo 50, de cientos–, de la debacle provocada por López, en su pulsión por destruir México y a los mexicanos.

1.- Hasta julio de 2018 teníamos estabilidad económica y, sin embargo, el 2020 será el año del peor crecimiento en la historia.
Nunca un presidente llevó el crecimiento del PIB a niveles de tal desastre negativo, como AMLO.
Nunca un gobierno federal tiró a la basura una obra virtuosa como el NAIM, cuya caída detonó la quiebra del país.
Y es que a partir de julio de 2018, el día de la victoria de AMLO, cayeron todos los indicadores de confianza para la inversión y el desarrollo.
En el sexenio previo al de López, cuatro millones de mexicanos tuvieron empleo; al final de 2020 el desempleo será uno de los mayores de la historia.
En 17 meses del gobierno de López, la violencia es la mayor y las muertes violentas son la cifra más alta en la historia.
Desde el gobierno de Zedillo, hasta el de Peña, se persiguieron a las bandas criminales. Obrador solapa y soborna a bandas como la de El Chapo.
Desde el gobierno de Zedillo, hasta el de Peña, se incautaban miles de toneladas de drogas duras. Con AMLO se incautan kilos.
Nunca en la historia habíamos tenido un presidente que dijera 25 mil mentiras. Perdimos la honestidad oficial.
Nunca un presidente había ofrecido conferencias de prensa diarias, de 90 minutos cada una, con 70 mentiras por día. Perdimos la mesura oficial.
Nunca, ni con los presidentes más populistas, los periodistas acreditados a ‘la fuente presidencial’ llegaron al nivel de paleros, como hoy.
Nunca, en la historia, un gobierno llevó a tal nivel la falta de medicamentos, como el de AMLO. Perdimos la eficacia en la salud.
Nunca un gobierno abandonó a su suerte a niños con cáncer.
Nunca un gobierno olvidó a las mujeres con cáncer de mama.
Nunca, desde su fundación, se habían cerrado las guarderías, una joya del bienestar para las familias.
Nunca en su historia, el IMSS tuvo tales niveles de decadencia.
Nunca el ISSSTE defraudó a sus derechohabientes, como ahora.
Nunca un gobierno abandonó de tal manera a las mujeres, como AMLO; refugios, medicinas, atención especial, indígenas, niñas…
Nunca, como en el gobierno de López, habían existido cifras de escándalo, en feminicidios y violencia contra mujeres y niñas.
Nunca, como en el gobierno de AMLO, las mujeres mexicanas debieron salir a la calle a protestar por la violencia ejercidas en su contra.
Nunca en la historia, tantas mujeres habían ocupado tantos cargos públicos, pero tampoco tantas mujeres habían sufrido tales niveles de violencia.
Nunca tantas mujeres, como en julio de 2018, votaron por su verdugo, como los millones de mujeres que votaron por AMLO.
Nunca, militares y marinos fueron convertidos en albañiles.
Nunca, militares y marinos, fueron obligados a aceptar la denigración por parte de criminales organizados y turbas de anarquistas.
Nunca se había corrompido a militares y marinos desde el poder.
Nunca los trabajadores del Estado fueron obligados a reducir su salario y cancelar su aguinaldo.
Nunca un presidente dividió tanto a los mexicanos, como AMLO.
Nunca un presidente uso la Cadena Nacional de radio y televisión, para difamar, amenaza, insultar y calumniar a sus adversarios.
Nunca un presidente destruyó uno de los más eficientes sistemas de salud, como el Seguro Popular.
Nunca un presidente violó los derechos humanos, como López.
Nunca un presidente destruyó una institución como la CNDH.
Nunca un presidente destruyó a los órganos autónomos, del Estado.
Nunca un presidente rechazó y puso a la venga el avión presidencial.
En el gobierno de Zedillo se instaló la libertad de expresión plena; hoy, periodistas y medios críticos son perseguidos y satanizados por López.
Nunca un presidente había violado de manera tan flagrante la Constitución, como AMLO.
Nunca, como hoy, un Poder Legislativo y un Congreso, habían mostrado tal abyección ante el presidente, ni en los tiempos del peor PRI.
Nunca un gobierno federal había destruido la ciencia y la tecnología, como el gobierno de AMLO.
Nunca un gobierno había llegado a tal nivel de clientelismo, como el de AMLO; ni los de Echeverría y López Portillo.
Nunca un presidente había sido tan zalamero y abyecto con un presidente norteamericano, como AMLO.
Nunca un presidente mexicano fue tan temeroso del extranjero, como López.
Nunca, desde Lázaro Cárdenas, un presidente mexicano prefirió vivir en un lujoso Palacio, antes que en una casa austera.
Nunca, un presidente desdeñó foros internacionales, como AMLO.
Nunca un presidente había colocado en riesgo a tantos mexicanos, al decidir viajar en vuelos comerciales.
Nunca un presidente había destruido a Pemex, como López.
Nunca un presidente había dañado tanto a los pobres, como AMLO. Llevándolos a una mayor pobreza, a causa de sus políticas equivocadas.
Nunca un presidente había dañado tanto al medio ambiente, al extremo de cancelar contratos internacionales para generar energía limpia.
Nunca un presidente edificar obras faraónicas, a pesar de la crítica generalizada del mundo; Dos Bocas, Tren Maya y Santa Lucía.
Nunca en la historia moderna y democrática, un presidente había expresado claras pulsiones dictatoriales, como AMLO.
Nunca, en sólo 17 meses, un presidente perdió más de la mitad de la popularidad, como ocurrió con Obrador.
Nunca un presidente mexicano había llegado al poder con tal nivel de ignorancia, analfabetismo y estulticia, como AMLO.