Contexto/Fernando Ramírez de Aguilar L.

Esta pandemia del covid 19 no sólo ha desbastado al mundo con más de 400 mil muertes, sino que todavía hay, de acuerdo con información de la Universidad Johns Hopkins, 5 millones más de infectados en el mundo. Eso es con relación a vidas. Pero en cuanto a las economías, la situación se ha venido agravar en las últimas semanas y muchas naciones han comenzado la reapertura de actividades extremando precauciones a sabiendas de que puede haber rebrotes del virus y enfermos.

Ahora bien, es imposible que en un país con tanta desigualdad social como lo es México y ante un gobierno federal lleno de improvisación, ineficacia y severas contradicciones y encabezado por un señor que no hay día que no insulte o agreda a un gremio o a un sector de la población en sus “mañaneras” y que desde el principio de la expansión de la pandemia, se dedicó a descalificar a sus propios colaboradores y al equipo científico que asesoró a su administración, pueda contener la movilización callejera.

Y como lo dijimos la semana pasada, mientras que en la capital del país y en la zona conurbada, concretamente en la zona nororiente, la cantidad de nuevos casos confirmados de covid 19 se mantiene al alza y la mayor parte de los hospitales se encuentran saturados, la gobernante capitalina, Claudia Sheinbaum, volvió a insistir a los habitantes no relajar las medidas de preventivas que podrían provocar que retroceda la reactivación de actividades.

En el caso de la Zona Metropolitana del Valle de México, seguimos en semáforo rojo. Es muy importante que sigamos con las medidas de quedarnos en casa; si tenemos que salir, hacerlo con sana distancia. Es muy importante que sigamos con esa disciplina. Si ahora liberamos esa disciplina, pues vamos a perder una parte de lo que ganamos en el último mes y medio, explicó la gobernante, sin que le hagan mucho caso en Iztapalapa, Gustavo A. Madero y en Tlalpan, donde gobernó, donde está a su máxima expresión el nivel de contagio.

En los últimos catorce días la cantidad de nuevos casos confirmados de covid 19 en la Ciudad de México se ha mantenido al alza, igual que la cifra nacional que se encuentra en niveles altos.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, explicó que en México la pandemia no está sincronizada en el territorio nacional. Actualmente está concentrada en la zona metropolitana del valle de México. Aquí se encuentran dos terceras partes del total de afectados, en función de lo cual se informó que las predicciones de los modelos matemáticos indicaron que el pico de la curva epidémica ocurriría el 28 de mayo. A ver si es así.

Según el funcionario eso sigue vigente, y aunque no dio mayores detalles, explicó que en la última semana en el Valle de México la cifra se mantiene casi igual, pero hay que agregar el reporte de otras ciudades, aunque tienen menos casos, la suma contribuye al daño final.

Actualmente, Estados Unidos, Brasil y Rusia son los países con más contagios en el mundo. México se sitúa en el tercer lugar, entre los países latinoamericanos, después de Brasil y Perú, y en el noveno lugar de una lista de 195 naciones.

Por entidad federativa, la Ciudad de México y los estados de México, Baja California, Tabasco, Veracruz, y Sinaloa reportan los mayores contagios por no atender las medidas preventivas. En México, 7,394 personas han perdido la vida, entre ellos niños y jóvenes menores de 20 años. Y, por cierto, de ese tema poco hablan las autoridades federales. Además, 28,931 individuos resultaron sospechosos y 68,620 están contagiados.

La lucha por la libertad de expresión

En México no debemos permitir la violencia contra un medio de comunicación o personas que están ejerciendo su derecho a informar, opinar y orientar. Desde la cúpula del propio gobierno federal se han alentado las descalificaciones y las agresiones en contra de varios compañeros comentaristas. Por supuesto que Andrés Manuel López Obrador tiene el derecho, como cualquiera, a responder y a explicar sus acciones, pero no a alentar desde su posición ataques contra comunicadores que no están de acuerdo con sus posturas y sus programas de gobierno.

Hace unos cuantos días, la comentarista Carmen Aristegui tuvo que utilizar unos minutos en su noticiario de radio para hablar de su vida privada. En los hechos, no tenía por qué hacerlo y coincido con Raymundo Riva Palacio.

Pero lamentablemente, hay una campaña en las redes sociales entrometiéndose de manera dolosa en su vida personal. Estos ataques se dieron después de haber difundido una investigación conjunta con Signa Lab y Artículo 19, sobre cómo desde Notimex habían lanzado una campaña contra siete reconocidas periodistas.

Ningún gobierno había actuado de manera evidente y frontal contra periodistas. En el pasado, la censura se hizo de manera selectiva y discrecionalmente, y los abusos del poder se daban sin márgenes de defensa. Ahora ocurre lo mismo. Y eso del combate a la corrupción, parece un mito genial, pues sigue habiendo. Algunos dirán que no en la misma cantidad, pero el hecho es que no se ha acabado como prometió el de Mascupana, Tabasco.

El Artículo Sexto de Constitución sostiene que la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial ni administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito o perturbe el orden público.

El Artículo Séptimo indica que es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio. No se puede restringir este derecho por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares, de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas o de enseres y aparatos usados en la difusión de información y de comunicación encaminados a impedir la transmisión y circulación de ideas y opiniones. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura ni coartar la libertad de difusión, que no tiene más límites que los previstos en el Sexto.

Todas las autoridades, en el ámbito de su competencia, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley, entre ellos el de la libertad de expresión.

Por ello, hay que evitar los embates de personajes como Dolores Padierna Luna; su esposo René Bejarano; Gerardo Rodolfo Fernández Noroña; Héctor Díaz Polanco, secretario de organización de Morena; el senador Salomón Jara, que hasta quería presentar una iniciativa de ley para que desapareciera el Heroico Colegio Militar, todos ellos quienes han manifestado en forma abierta su simpatía por el gobierno de Nicolás Maduro. Además, todos ellos con graves antecedentes de corrupción.