Corrupción neoliberal
Proveedor en la mira
Las alertas dentro del sector energético suenan por el actuar de Óscar Arturo Scolari Romero, mandamás de la firma Rengen Energy Solutions, la cual tiene como principal cliente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de Manuel Bartlett, en donde durante el sexenio pasado se llevaron tres contratos, dos por Licitación Pública y uno por Invitación Restringida, por más de 75 millones de pesos, siendo la tarea principal la adquisición de Turbogeneradores.
Sin embargo y para entrar a la 4T, se sabe que este personaje presume a diestra y siniestra su cercanía con la firma Siemens, que en México lleva Juan Ignacio Díaz, y con el Sindicato de la misma CFE, esto para tratar de empujar nuevos proyectos de generación en el gobierno federal, pese a que en el sector se conoce que la situación financiera de la empresa no es nada presumible, y la banca no está dispuesta a fondear sus planes sin garantías reales.
Además, diversos proveedores aseguran que sería bueno que los sabuesos de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de Santiago Nieto, revisaran la operación de la firma Rengen Panama SA, fundada en diciembre de 2015 en Panamá, país que se sabe funciona en ocasiones como paraíso fiscal. ¡No estaría de más!
*** El IMSS ante el Covid 19
La pandemia del Covid-19 obligó al aparato gubernamental a modernizar su operatividad, un ejemplo es el IMSS, de Zoé Robledo, quien se convirtió en el eje central de la estrategia contra el coronavirus Sars Cov2. Desde ahí se coordina y opera la infraestructura hospitalaria, la distribución de medicamentos e insumos hospitalarios, los llamados créditos solidarios y hasta los esquemas de bonos.
Y vaya que, ha sido un esfuerzo intersecretarial. Pero afortunadamente todo lo medible es cuantificable, y el IMSS reporta a la fecha más de 9 mil 202 solicitudes aprobadas en créditos a solidarios, de éstos tres mil 75 corresponden a empleadas del hogar y seis mil 127 para trabajadores independientes, es decir, no derechohabientes al inicio de la pandemia.
En menos de un mes el equipo del funcionario tuxtleco se coordinó con la Marina, Ejército, INSABI y gobiernos estatales, para levantar más de 750 centros hospitalarios ante el Covid 19, se equiparon y se contrataron 30 mil profesionales de la salud, de los que el secretario de Salud, Jorge Alcocer, confirmó ayer que todos se integrarán al sector salud una vez controlada la pandemia.
Además, la compra y distribución de insumos médicos fue otra odisea, El instituto se coordinó con la Secretaría de Relaciones Exteriores, de Marcelo Ebrard, para determinar las compras y donaciones de material crítico, como los respiradores que envió Estados Unidos, detalle poco valorado pues la administración Donald Trump ha sido hasta beligerante en el mercado mundial de insumos hospitalarios, lo que le valió un severo reclamo de la Unión Europea.
Otro aspecto coyuntural fue la digitalización del aparato gubernamental, pues el lunes pasado se informó sobre la habilitación de pagos digitales, vía SPEI, para distintos esquemas de incorporación voluntaria al IMSS, esto para evitar las exposiciones innecesarias en espacios públicos. La misma secretaria de Economía, Graciela Márquez, aceptó que la pandemia forzó esta digitalización de servicios financieros, la cual será permanente.
Por cierto, los créditos a la palabra rompieron la barrera de los 11 mil millones de pesos dispersados a más de 454 mil cuentas, la meta es un millón de negocios y patrones beneficiados, por lo que a gloria pura debió saberle a la 4T los 25 mil millones que recientemente ingresaron vía impuestos de mega empresas morosas, pues el costo de los nosocomios, de base y Covid, seguirán por todo 2020 y probablemente 2021.
Así, la cúpula del Seguro Social ya resintió los estragos de la pandemia, pues Zoé Robledo se infectó de Covid 19 al igual que el secretario general Javier Guerrero García, el jefe de Finanzas Humberto Pedrero Moreno, y el titular de la Unidad de Evaluación de Delegaciones, Héctor Robles Peiro, quienes no se contagiaron por resguardarse en casa, todo lo contrario, y hoy siguen de tiempo completo con la operación vía remota.
*** Casa Mazatlán apuesta por App
La firma Casa Mazatlán, al mando de Roberto Arámburo, una de las casas de empeño con mayor presencia en México, Guatemala y sur de Estados Unidos, se unió con la firma CellPay, de Lucio Arreola Alvarado, cuya experiencia en tecnología para el sector financiero es probada en cuanto al desarrollo de soluciones digitales.
Así, afinan los detalles para sacar al mercado una nueva aplicación, donde los más de 100 mil clientes mensuales que visitan las 215 sucursales de la casa de empeño, ahora podrán hacerlo a través de una tarjeta que les permitirá obtener el dinero de su microcrédito prendario sin manejar efectivo y hacer compras en cualquier establecimiento o retirar su dinero de cajeros automáticos.
Con la nueva solución espera llegar a los 500 mil empeños durante el 2020; un año en donde las empresas que apuesten por la digitalización y serán las que abarquen más mercado. Asimismo, esta App permitirá al usuario realizar desde el celular operaciones como pago de servicios y envíos de dinero, entre otras.
*** NYCE por servicios funerarios
TOME NOTA *** El grupo mexicano NYCE, de Carlos Pérez, mediante su filial del CNCP, logro aumentar sus capacidades como Unidad de Verificación para dos normas, una es la NOM-036-SCFI-2016, de Prácticas comerciales, requisitos de información y disposiciones generales en la prestación de servicios funerarios. Un sector en donde a la fecha operan cerca de 6 mil establecimientos económicos de servicios funerarios a nivel nacional, siendo el Estado de México y Jalisco las entidades con el mayor número de éstos.
Así, en la de Norma de servicios funerarios, el CNCP se encargará de garantizar que la empresa proveedora cuente con la infraestructura y el personal necesarios para ofrecer los servicios que maneja en su publicidad, además de contar con contratos claros y registrados ante la Profeco, de Ricardo Sheffield, quien tiene conocimiento de que en México se registran más de 700 mil defunciones al año.