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La pandemia y la economía XV… “El semáforo rojo cede ante el elevado número de contagios”
El pasado mes de abril finalizó con 1,859 fallecimientos ocasionados por el virus del Covid19. Mayo cerró con 9,930 y hasta el domingo por la noche nos enteramos de que iban 21,825 muertes. El 3 de junio, se había dado la más alta cifra de decesos con 1,092, pero el domingo se dio a conocer que hubo 1,044. Cada número, es una persona y su ausencia, enlutó a una familia. Hay varios casos en que se perdieron hasta cinco integrantes de un mismo núcleo familiar. Eso es una tragedia que nos enluta como sociedad.
También, las autoridades federales de salud informaron que en base a los datos que envían las 32 entidades federativas y que recaban en el mismo gobierno federal, hay, hasta ahora, más de 180 mil contagiados. Y es que a pesar de que en la zona del Valle de México la pandemia del virus “Sars2 Covid19”, se encuentra en la etapa más alta de contagio y con una tendencia a ir poco a poco disminuyendo, las autoridades han decidido que el semáforo rojo ceda no obstante ante el elevado número de contagios.
Luego de más de cuatro meses de parálisis, de una gran incertidumbre y de confinamiento, nos encontramos en la encrucijada de salir de nuestras casas para ir a trabajar, cuando estamos irónicamente en la etapa más alta de contagio de esta pandemia. Y esta incertidumbre ha sido generada, en gran parte, por las contradicciones y falta de coherencia entre los funcionarios de los gobiernos federal y estatales y hasta municipales.
Pero lo más preocupante es, además, la severa crisis económica. Son los millones de mexicanos que han perdido sus empleos o negocios. El sistema de pagos está colapsado. Un ejemplo de lo anterior, es la industria editorial y de la comunicación. Los periódicos, portales informativos, radio y televisión, ante la falta de ingresos por publicidad y comercialización, prácticamente están en quiebra. A principios de junio se supo que la falta de dinero público por publicidad arrasó redacciones:
El diario Reforma despidió a más de 40 periodistas, editores, diseñadores, fotógrafos y personal de redacción y comercial, en menos de dos semanas. Sus áreas de Fotografía, Arte y Diseño, están casi desmanteladas. Imagen y Excélsior, Milenio y El Financiero han continuado, poco a poco con los despidos y trabajan con déficit en todas las áreas y amarrados a los negocios no periodísticos de los propietarios-empresarios.
En igual situación se encuentran El Economista y
Contrarréplica. Animal Político y Newsweek plantearon reducir 30 por ciento del
sueldo a trabajadores para superar su crisis. La cadena de El Sol de México,
Crónica, El Universal y La Jornada, también trabajan con el mínimo de personal.
Por ello, la disyuntiva que tienen los ciudadanos y los empresarios es abrir
cuanto antes sus negocios y tratar de normalizar sus ventas y sus cadenas de
distribución que están colapsadas. Es lógico y necesario, luego de poco más de
cuatro meses de parálisis, de confinamiento, que cualquier ciudad o país siga
detenido y no produzca, tomando en cuenta de que la economía mundial fue
desbastada por esta nueva pandemia.
Hace casi dos años, la figura de Andrés Manuel López
Obrador, se veía inalcanzable, había ganado la Presidencia de la República, con
un alto margen electoral –30 Millones de votos que habían apostado al
cambio–. Pero luego de estar 18 meses al frente del país, las cosas han
cambiado.
Nadie calculó o se imaginó que los efectos de la pandemia del Covid-19, con un
elevado número de letalidad, vendrían a descomponer su proyecto de gobierno.
Sus confrontaciones, mentiras, falta de sensibilidad y su obsesión por recordar
al pasado para justificar su incapacidad para atender los problemas de empleo,
alimentación y salud, han llevado a una crisis, no sólo de credibilidad, sino
de gobernabilidad.
Después de varios meses de confinamiento, la sociedad
mexicana se encuentra dividida, pero con el común denominador de que ya está
sufriendo otros tipo de trastornos derivados, por la falta de empleos, y de
actividades, incluso hay quienes hay sufrido de “miedos” ante la mal
información del mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, quien
irresponsablemente se ha lanzado a realizar sus giras, lo que le ha sido
criticado, pues ha sumado más desaciertos que aciertos, lo que lo ha llevado a
perder esa preferencia social, además de que no atiende a los grupos que
demandan algún tipo de justicia como son los casos de los desaparecidos.
Por ello, el que fue su partido, el de la Revolución Democrática (PRD) propuso
a la Cámara de Diputados que conforme una Comisión de Investigación para que
pueda esclarecerse el origen de las seis propiedades de la actual secretaria de
la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, pues aseguraron que el gobierno de
la llamada 4T está solapando actos de corrupción al interior de sus gobiernos.
A través de un comunicado, sostiene que tras revelarse que la funcionaria y su esposo pagaron en efectivo cinco casas, valuadas en cerca de 60 millones de pesos, en el transcurso de nueve años mientras eran académicos y se hicieran de un terreno que presuntamente les regaló el entonces gobierno del Distrito Federal.
Los dirigentes del PRD exigieron que se transparente el origen de esa gran fortuna y se revise su declaración patrimonial, ya que esta no coincide con lo que realmente posee y con los avalúos reales de sus propiedades. También pidieron una investigación exhaustiva del caso y que la actual secretaria de la Función Pública deje el cargo hasta que concluya las indagatorias, pues estas acusaciones van contra la ética de los servidores públicos. Consideraron que el discurso de la 4T sobre el combate a la corrupción se queda solamente en palabras y no en hechos cuando se trata de investigar sus propios casos de corrupción.
El PRD lamentó que al interior de la administración federal no se esté investigando diversos hechos de corrupción como el de Manuel Bartlett, Ana Gabriela Guevara, y la propia secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, así como el caso de Yeidckol Polevnsky a quien se le acusa de lavado de dinero y de no aclarar la compra de inmuebles y pagos por 809 millones de pesos.
Por último, informo que Sergio Salvador Aguirre Anguiano, ministro retirado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, murió a los 77 años de edad, víctima de insuficiencia respiratoria por complicaciones de cáncer de estómago, contra el que batalló durante años. Este abogado jalisciense ahora editaba la revista “Tiempo de Derechos”, la cual, en un principio, el proyecto original lo hicimos mi amigo Óscar Sánchez Márquez y su servidor.