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CIUDAD DE MÉXICO, A 23 de julio del 2020.- La Confederación de Trabajadores de México (CTM), que encabeza el senador Carlos Aceves del Olmo, publicó que el IMSS enfrenta problemas económicos ante el coronavirus Covid 19.
Revela este jueves que de acuerdo con el Informe que presenta al Ejecutivo Federal al Congreso de la Unión, sobre la situación financiera y los riesgos del IMSS 2019-2020, dicho impacto financiero se debe, por un lado, a que por la inactividad económica habrá una menor recaudación de Cuotas Obrero-Patronales y, por otro, la necesidad de ampliar la prestación de servicios médicos especializados que ha significado incurrir en erogaciones contingentes para afrontar la epidemia, mismos que han sido atendidos con el presupuesto aprobado para el ejercicio fiscal 2020, mediante la reorientación del presupuesto, sin afectar el gasto sustantivo para la adecuada atención a los derechohabientes.
El documento señala que en materia de ingresos, se prevé que se recauden menores cuotas por el orden de 8,131 millones de pesos, en tanto que por el lado del gasto, si bien se están haciendo esfuerzos para reasignar recursos, al cierre del año se estima necesario hacer uso de alrededor de 9,897 millones de pesos de la Reserva de Operación para Contingencias y Financiamiento (ROCF).
Las proyecciones realizadas indican la probable necesidad del uso de reservas para 2020, las cuales se priorizarán en el siguiente orden: uso de la Reserva de Operación para Contingencias y Financiamiento (ROCF), uso del FCOLCLC y un uso de la RFA del GMP.
Con base en las estimaciones en el corto plazo y en las premisas mencionadas, se proyecta que al final de 2020 los ingresos llegarán a 870,033 millones de pesos, mientras que el gasto podría llegar a 842,893 millones de pesos en los diversos capítulos que lo componen, lo cual generaría un excedente de 27,140 millones de pesos antes del incremento de reservas y un excedente después de la acumulación de las reservas y Fondo Laboral de 8,580 millones de pesos, menos intereses restringidos por 5,054 millones de pesos de la ROCF, menos 138 millones de pesos del Fondo Laboral, menos un cumplimiento de reservas de 13,284 millones de pesos, da como resultado una necesidad de uso de la ROCF por 9,897 millones de pesos.
Al igual que en 2009 ante la contingencia de la epidemia ocasionada por el virus denominado A H1N1 que se presentó a partir de la tercera semana de abril, la pandemia de Covid 19, iniciada en México el 27 de febrero de 2020 con el primer caso registrado, ha obligado al Instituto a reorientar los recursos para la atención de la emergencia.
En el contexto anterior, como parte del Plan Estratégico para la Atención de la Contingencia del Covid 19, y con la aprobación del Comando Central del Seguro Social constituido el 13 de marzo pasado por las direcciones normativas, la Secretaría General y el Órgano Interno de Control para enfrentar la epidemia, se implementaron distintas acciones que han significado una revisión y reorientación de los recursos autorizados.
Un eje central para hacer frente a la contingencia sanitaria ha sido la reconversión hospitalaria, la cual consistió en habilitar 184 unidades médicas de segundo y tercer nivel para atender a la población derechohabiente afectada por el Covid 19, entre los que se encuentran los nuevos Hospitales Generales de Zona de Tapachula, Chiapas y Bahía de Banderas, Nayarit, ambos nosocomios construidos bajo la modalidad de Asociación Público-Privada.
Para no afectar a la población derechohabiente en servicios médicos de segundo y tercer niveles de atención que de manera convencional proporcionan los hospitales reconvertidos, se previó la prestación de estos servicios a través de instituciones privadas.
Además, con independencia de las acciones que se están llevando a cabo para revisar el programa de gasto en función de las prioridades y retos que establece la contingencia sanitaria, se buscará que en la elaboración del Anteproyecto de Presupuesto 2021 se mantenga la línea de lo dispuesto en las Políticas y Directrices para la Sustentabilidad Financiera, lo cual implicará un reto importante para el Instituto, ya que se deberá garantizar el adecuado servicio a los derechohabientes y, al mismo tiempo, elaborar un presupuesto austero que considere el impacto económico derivado de la pandemia, procurando afectar lo menos posible los objetivos Institucionales.
El proceso de planeación, programación y presupuestación tendrá concordancia con las metas y objetivos institucionales, a fin de fortalecer la vinculación de los recursos solicitados con las necesidades reales de cada Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada y de cada Unidad Médica de Alta Especialidad, y que el seguimiento de su ejercicio sea con un enfoque a resultados, absoluta transparencia y rendición de cuentas.