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Baltazar Garzón, el de las trampas procesales
Las trampas que se le están adjudicando al ex juez Baltazar Garzón en el caso Lozoya, para dejarlo libre, son parte de una trayectoria que ya está signada en los altos tribunales de España. El actual defensor de Emilio Lozoya Austin, al que se acusa de estar enredando el proceso que llevará a juicio al ex director de Pemex, fue expulsado de la judicatura por la unanimidad de la sala penal del Supremo. El implacable perseguidor de ETA y de los llamados grupos terroristas, en un país en el que el propio presidente Felipe González creó en su mandato los Gal con las medidas antiterroristas más crueles, se ensañó con esos sectores mientras a nivel mundial se le consideraba un hombre de alta justicia. En su momento fue el que ordenó que se detuviera al propio Piinochet, entre otros grandes golpes mediáticos. Pero su expulsión por ordenar que se grabara la entrevista entre acusados y su defensa en el llamado caso de corrupción Gürtel que estaba relacionado con el Partido Popular, no fue la única causa que lo desvió de su carrera judicial y lo lanzó de lleno a la alta y cara defensa. En julio de 2007, había sido sancionado por dejar pasar la fecha de sentencia de dos narcos turcos lo que equivalió a dejarlos libres. En ese caso fue sancionado con “300 cochinos euros” como calificaron algunos la baja sanción económica impuesta. Se ignora si el “olvido” de la fecha de sentencia fue un traspié o fue a propósito. El caso es que su figura vino a menos y ahora lo buscan los altos criminales que tienen dinero suficiente para pagarle.
Algunos abogados penalistas en realidad litigan contra el Pueblo
Uno de los casos que están en juego en el país, el de Odebrecht con asuntos que se le acumulan, en los que se mencionan corrupciones que afectaron contiendas electorales, saqueos públicos y todo lo que lo envuelve, está en manos de abogados defensores que en realidad litigan contra el pueblo de México. Esos enormes saqueos, los dineros que están en juego, serían importantes en este momento de penuria económica y los casos de Covid 19, tendrían mayor apoyo con un presupuesto holgado. Las altas sumas que se mueven en la defensa jurídica, evidencian las fortunas que tienen los que contratan esos servicios. Solo hay que ver lo que ofrece Genaro García Luna en diferentes etapas de su proceso, para lograr canonjías. Entre abogados se suele decir que algunos clientes muy comprometidos prefieren buscar a un buen abogado transa que ir en busca de otro, igual de eficiente, pero honesto. La búsqueda de la libertad cuando hay recursos, extrema opciones que un abogado acucioso y no muy recto puede aplicar. Los abogados de Rosario Robles por ejemplo, se agarraban de una dirección mal puesta, para exigir su libertad y en el caso famoso de Florence Cassez la faramalla urdida entre García Luna y Carlos Loret de Mola en Televisa, desvió lo que se llama debido proceso. Y los abogados tuvieron tela de donde cortar. Una coma, como ha sucedido en hechos clásicos, cambia enteramente una sentencia.
Los secretos de un ex juez, aplicados en sentido contrario: la defensa
El buen juez por su casa empieza dice un dicho y en nuestro país es difícil saber si se cumple esa sentencia. Lo que sí es cierto es que hay jueces que no cumplen lo que debería de ser en el buen sentido, un juzgador pleno. Algunos de ellos, ex ministros incluso, se han convertido en litigantes después de dejar el servicio judicial y de la misma manera que los funcionarios públicos que después trabajan para empresas privadas, aquellos conocen todo el intríngulis judicial y pueden aplicarlo en sus juicios. Baltazar Garzón debe de estar haciendo esa maniobra en el actual proceso en que se mueve Lozoya. El escritor francés de origen belga, Georges Simenon que llegó a sabérselas de todas, todas, en el género policíaco, abordó el tema de la judicatura desde la perspectiva de un comisario policíaco y no siempre quedaron bien parados los juzgadores. Caso extraordinario de creatividad, Simenon que murió en 1989, escribió aparte de 500 novelas, ensayos, cartas, y relatos cortos. Su famoso inspector Jules Maigret termina siendo un compendio no solo literario, sino experto en todas las disciplinas que tenía a la mano Simenon. Muchas de esas historias fueron llevadas al cine. En su novela La casa del juez (Ediciones Orbis, Grandes maestros del Crimen y Misterio, 1984) Maigret combina su protagonismo con un extraño juez en una aldea marinera, dentro de una historia sobre un asesinato oculto de parte del juez. La historia transcurre en esa extraña atmósfera que tienen las obras de Simenon, pausadas, rodeadas de un misterio oscuro, tranquilo, con personajes que suelen tener un secreto oculto. Como en estos relatos, ¿habrá de parte del juez Garzón un secreto guardado para virar un famoso caso de corrupción, que en la defensa de topa con un personaje como él, igual de oscuro?