Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
“Vergüenza es la palabra” dijo Pique al término del encuentro y comparto su opinión. El viernes pasado, el Barcelona perdió de manera estrepitosa 8 goles a 2 contra la maquina Bavaria y aunque el título de esta nota le pega al entrenador del momento, en realidad, él es solo uno de los varios culpables.
La historia de esta derrota, muchos piensan que viene desde la vuelta de cuartos de final ante la Roma en Champions, pero hay que hacer un trabajo de memoria. En su momento, Pep Guardiola vio lo complicado que sería seguir administrando el banquillo blaugrana después de que los jugadores empezarán a generar un peso específico y decidió salirse. Después de conseguir el triplete con Luis Enrique al mando, el último año de Xavi y con una delantera sudamericana de ensueño, que les generaba miedo a las mejores defensas, llegaron las exhibiciones más grandes pero que fueron minimizadas u opacadas porque dominaban la Liga y la Copa española, títulos que ahora “sí valen” o tienen un valor diferente dependiendo del aficionado.
Primero vino la exhibición del PSG, aún con Luis Enrique en la temporada 2016-17, en el Parque de los Príncipes con un 4-0 a favor de los locales pero se jugaría el partido de vuelta en el Camp Nou y en el que, con errores del árbitro y un enorme Neymar que cargó con el equipo para darle la vuelta, lograron darle la vuelta al marcador y se consagraba una noche mágica más para Messi y el club blaugrana. Lo que provoco que los reflectores se fueran con el argentino, lo que dicen, provocó en el brasileño una molestia y se vería reflejada más tarde en una salida del club.
En la siguiente ronda, llegaría una derrota contra la Juventus por 3 goles a 0, en la que ya no fue posible remontar, aún con la declaración de Luis Enrique que era su última temporada, esto por el mismo motivo de Pep que mencione arriba, y lo que nadie se maginaba, también la de la delantera MSN. Eso sí, ganando como dije arriba los clásicos, ligas y copas.
Después, con la salida inesperada por casi 300 millones del brasileño, el Barcelona se “reforzaría” con dos de los fichajes más caros de la historia del club, Coutinho y Dembelé por los que se habrían desembolsado más de 200 millones. Asimismo, llegaría el entrenador que terminaría de darle en la torre al juego bonito y de posesión que llevo al club a pintarle la cara al Madrid en el Bernabéu 6-2, el Txingurri Ernesto Valverde.
El club dominaría por dos años la Liga y no por su fútbol colectivo, más bien, gracias a las individualidades y chispazos que Messi, a veces Suárez o en ocasiones Iniesta sacaban de la manga. Pero llegaría la máxima competición de clubes de Europa y con ella, llego lo que nadie pensaría, una remontada de una “inferior” Roma ante el favorito Barcelona que competía esa vuelta con una ventaja de 3 goles. Algo que sería doloroso para el entorno blaugrana, algo sin precedentes en la historia moderna del equipo y en la que se pidió la cabeza de Valverde pero el ganar las competiciones locales lo respaldarían y le darían, al menos, un año más al frente del banquillo.
Después de que el Madrid volviera a alzar la Champions, con el referéndum de un año más al frente del banquillo por parte del nacido en Extremadura y con un Messi que hablaba al inicio de la temporada en el estadio y no como lo suele hacer, jugando, sino con el micrófono en mano, le decía la afición que quería alcanzar esa copa tan bonita y que tanto deseaban, la cual se les había escapado pero que lucharían por volver a traerla.
Ahora la cita era en las semifinales, con una temporada que sin volver a brillar en lo futbolístico y con destellos de genialidades de sus figuras, se encaminaban y se tenían las sensaciones de un posible nuevo triplete, lo cual termino muy diferente. Se disputó la semifinal de la Champions 2018-19 y el primer partido no lo ganó un muy superior Liverpool porque no encontró gol y se enfrentó a un Messi que marcaría uno de los mejores goles de la historia pero en la vuelta regresaron los fantasmas, pesadillas, cuestionamientos y perderían de manera horrenda 4-0 en Anfield, con un último gol de primaria.
La Liga la terminarían ganando por la ventaja en puntos que tenían sobre el Madrid y la copa la perderían como un reflejo de ese final de temporada terrorífica. Ahí se vería la falta de un líder, que llamé a los jóvenes y veteranos a no permitir ningún gol más o por lo menos mostrar otra actitud. Más tarde en la serie Matchday de la plataforma Netflix, me daría la razón un Jordi Alba llorando al medio tiempo y sin que nadie le alentara.
La gestión del presidente Bartomeu ha sido mediocre y ha desperdiciado los mejores años de Messi con contrataciones como las de Setién, que le pinto la cara al presidente diciendo que sabía tocar el violín y termino enseñando que ni la flauta conocía, otros como Denis Suárez, André Gómez, Lucas Digne, Firminho, Paco Alcacer, Malcom, Arthur, Coutinho, Dembelé, Griezmann y podría seguir.
Estos últimos los tres nombres son los más caros en la historia del club. El primero cedido y para que la cuña apreté, autor de dos goles en el partido del pasado viernes. Los franceses, uno lastimado más tiempo de lo que ha podido jugar, lo que le ha llevado a estar comiendo banca y el otro nunca le encontraron una posición en la que pudiera demostrar lo que valió y porque se hizo un emblema en el ATM y de su selección.
Lo del viernes marca un fin de una era que se venía gestando desde hace mucho tiempo. Se dejó de dar oportunidad a la cantera, se compra malo y caro y se vende bueno y barato. Una de las gratas sorpresas del partido del pasado viernes fue Alphonso Davies que ha sus 19 años demostró su calidad y capacidad y del otro lado un Suárez de 33 exhausto y así podría seguir la comparación.
El club blaugrana está en serios problemas, Messi le queda un año de contrato y con esta derrota no descartó que se vaya, también falta un año para las elecciones en el club y con el llegará una idea nueva de gestión y no tienen dinero para fichajes lo que significa que ningún entrenador querrá dirigir a un equipo dolido, sin títulos, sin dinero y con la presión que conlleva de ganar todo o al menos competir.
Hasta el más óptimo de los aficionados blaugranas sabía de la difícil prueba que era el Bayern y que era muy posible la derrota pero hay formas de perder. Ahora creo entender lo que sentían los merengues, esa impotencia de cuando en su casa recibían seis goles.
Espero hayan disfrutado los gloriosos momentos de Messi y el futbol asociación de todos los jugadores que fueron participes en el Barcelona, porque este ciclo se cerró y viene por lo menos un año de mucha incertidumbre y no sé si muy movido. Desconozco quien se vaya a ir pero me quedo con la mano de Pique en el Bernabéu, las grandes actuaciones de Messi, Iniesta, Xavi, aquel momento en el que el club jugo con once canteranos y esa delantera casi inigualable entre Messi, Suárez y Neymar.
No me quiero retirar de esta opinión, sin antes felicitar a los aficionados del club alemán que no han perdido desde que inició el año, obteniendo solamente dos empates y en la Champions, aunque con formato distinto, han ganado los 9 partidos disputados. Ahora jugarán contra un Lyon que ya le jugo la final de copa frente al PSG y los llevo a extremis, elimino a la Juventus de CR7 y al Manchester City, que tras eliminar a los nuevos aficionados merengues del Bayern, eran los candidatos al título.