Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
Necesariamente la sociedad, que padece todos los problemas y aspira a ser considerada como adulta, capaz de participar y ser protagonista en la toma de decisiones, tendrá que impulsar que las etapas y procesos se cumplan hasta alcanzar la democratización organizadamente y por la vía pacífica.
El ciclo ascendente que, derivó en la construcción del futuro para el retorno a la silla del águila del régimen del PRI, al cabo de las dos administraciones del PAN, terminó por quebrarse en julio de 20l8, cuando en las elecciones presidenciales, un segmento del electorado optó por la vuelta al gobierno unificado (un presidente con amplia mayoría) en el predominio de la coalición ganadora a través de gubernaturas muy relevantes en la distribución del poder político nacional y en el congreso de la Unión, sin lograr hasta ahora una política generadora de confianza, dado que el conflicto lo siguen protagonizando los ganadores de las elecciones presidenciales de 2018.
Se trata de una mecánica que apuesta a la extensión de los usos políticos y comunicativos del poder con una perspectiva ubicada en las políticas del pasado. El presidente, López Obrador ha sido enfático: “si regresan mis adversarios al poder, no puede sucederme lo que al general, Cárdenas”.
Siguiendo esa narrativa, la gestión AMLO ha dedicado su tempo a (no) hacer que, es otra manera de hacer y a desmantelar cada rubro de la administración pública federal, no sólo en detrimento de sus trabajadores y mandos medios y superiores, sino de una sociedad damnificada.
Lo que es peor: en la economía esa capacidad de no hacer, ha dejado a la deriva a personas, familias y empresas, ante la caída de la economía (al doble de la estadounidense) que intervino en salvamento de su sociedad.
En el rubro de la salud, hace varios días que México lidera a las naciones en muertes por efecto de la crisis sanitaria global por cada millón de habitantes, ante la no gestión y no intervención del gobierno mexicano.
Hay que preguntarse también en torno al escenario de una victoria demócrata en las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, una vez que AMLO está enganchado a la suerte del presidente, Trump.
Al presidente, Salinas le detuvieron dos años el NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) por la derrota electoral republicana y, hablamos de tiempos marcados por la incertidumbre de esos días, pero no por la convulsión de los días que corren.
Por todo lo anterior, las elecciones locales de gobernador y para renovar la cámara de Diputados de 2021 son una oportunidad única en su género para volver a la lógica de las elecciones que, produzcan otra alternancia en la distribución del poder político en cámara de diputados y, en torno a las gubernaturas en disputa (con candidaturas únicas donde sea posible) y así, devolverle al país la confianza en diversos rubros no sólo de la administración, sino de la economía, la libertad de expresión, la inversión, la salud, una estable interdependencia con Estados Unidos y un largo etcétera. Se trata de que México recobre su rol de reconocimiento y desarrollo en la arena económica, social y política dentro y fuera del país.
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