Libros de ayer y hoy/Teresa Gil

Más allá del bien  y del mal

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Dos frentes diversos. Quizá en el despertar de Morena veamos  por fin, la defensa millonaria que pronosticó la elección del 2018, al proyecto actual. Y quizá,  esos creyentes que se ufanan de una fe que no está presente, podrán mostrarnos la grandeza de su dios, con un ¡detente virus! que no se ha dado.  Llevados por el remolino de la pandemia con la que no contaba, el mexicano se ha perdido en la perspectiva de lo fútil. Tal vez sea lo mejor porque dicen que en los momentos más definitorios de nuestra existencia, lo común, lo trivial, es lo que nos acerca a la vida, a la realidad. Pero hay algunos que haciendo abstracción de jergas metafísicas,  han aprovechado para sacar raja. Es decir, la solidaridad masiva y la fe también masivas, han fallado. En muchas partes vemos bajezas. El pequeño reino del petatiux muy caro, del INE, se regocija con  los presupuestos sustraídos a la pobreza de millones. El PAN y el PRD, unen su pequeñez para presentar denuncias. Los Nexos exacerban el bitache, con la victimización de los dineros. Falsa perspectiva. Si se hubiera querido frenar a un medio, el panorama daba para más importantes. En el drama existencial que vivimos se han crecido las demandas, las quejas,  las injurias. Friedrich Nietzsche que murió el 25 de agosto, hace 120 años, volvería a escribir su obra Más allá del bien y del mal, para contemplar de cerca, como lo hizo con  filósofos y creyentes tradicionales, el arrastre de una minúscula moral que arropa lo falaz.

LA HISTORIA Y EL ALERTA DE SUS FECHAS. LA ESPERANZA DE OTRO SPUTNIK

El mismo día que murió Nietzsche, pero 62 año después, la URS lanzó su sonda Spunik-19 hacia Venus, con tan mala suerte que el cohete que iba a despegar el aparato, falló. Mientras se cruzan los dedos a nivel mundial, por la vacuna, Rusia vaticina que la suya que se llama Sputnik también, no fallará. Ya se está aplicando en un sector. Y como si el espacio sideral fuera invocado, en la misma fecha, hace 8 años, murió Neil Amstrong el primer hombre que pisó la luna. En ese satélite, pero de la fama ya estaba la hermosa Claudia Schiffer, la modelo nacida en 1970. Hoy es una cincuentona. Varios acontecimientos se cruzan en la fecha que hemos escogido. La muerte de Truman Capote el autor de A sangre fría, en 1984 y la gran tragedia del Royale Casino de Monterrey en 2010, en la que murieron 52 personas en un ataque de sicarios; la independencia de Bielorrusia, de la URSS, en 1991, hoy en juego de intereses extranjeros. Mencionaremos dos acontecimiento ocurridos también ese día, que ponen en evidencia el manejo final de los intereses. En 1948, el dictador Franco y el padre de Juan Carlos de Borbón, se reunieron en el buque Zor, para decidir la educación del príncipe que sería después  rey. El final ya lo conocemos. Y en Chile Sebastián  Piñera al actual presidente, vendió en 2010, su canal Chilevisión en  ¡140 millones dólares! ¿Le alcanzarían para comprar la presidencia? 

NIETZSCHE, EL GRAN PROFETA DEL DESASTRE, A TRAVÉS DE ZARATUSTRA

La situación que enfrenta la humanidad en este momento ya la había presagiado el filósofo alemán en su obra Zaratustra. Decía que el  ser humano, animal metafísico y enfermo, tendrá que perecer para dar paso al superhombre. En el prólogo de su libro Poemas (Poesía Hiperión, bilingüe, de editora Peralta, Madrid, 1979), se sostiene que “como profeta previó un caos en donde todo se confundiría, donde ningún valor de la cultura permanecería en pie”. El sostuvo eso a finales del siglo XIX cuando las condiciones eran otras y esperamos que no se cumpla. Pero es bueno leer y escuchar a los grandes visionarios. Nacido en Alemania en 1844, vivió solo 56 años y dejó atrás una cauda de libros sorprendentes. En alguno planteó su deseo de venir a México y conocer sobre todo el estado de Oaxaca. En su poema Al Mistral, nos sumamos a su petición como si fuera al viento frente al Covid-19 y en contra de los que, careciendo de solidaridad, solo enturbian los tristes momentos que vivimos:

Barramos el polvo de las calles

en las narices de todos los enfermos,

¡ahuyentemos sus crías!

¡Despejemos toda la costa

del aliento de pechos estériles

y miradas sin coraje!

Expulsemos a los turbadores del cielo

obscurecedores del mundo, portadores de nubes,

¡Iluminemos el reino de los cielos!