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CIUDAD DE MÉXICO, 5 de septiembre de 2020.- El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) indicó que desde hace unas décadas se conmemora el valor y la importancia de las mujeres indígenas en el mundo, a partir de la iniciativa del propio movimiento de los pueblos, por ello se celebra este 5 de septiembre el Día Internacional de la Mujer Indígena.
Porque reconoce su gran aporte al mundo en su calidad de dadoras de vida, de guardianas del conocimiento ancestral, de la continuidad de nuestras lenguas indígenas, de su aporte fundamental a la permanencia de nuestras identidades y culturas, a la protección de nuestros territorios y bienes naturales; al mismo tiempo manifestó su solidaridad con sus justas demandas históricas.
Recordó, en un comunicado, que esta fecha fue instituida en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de Abya Yala en honor a la luchadora aymara Bartolina Sisa, quien ofreció su vida junto con los quechuas-aymaras contra la dominación colonial española.
Y quien en 1782, en la Paz, Bolivia, fuera brutalmente asesinada y además su cuerpo desmembrado y exhibido públicamente. Esto representa cada lucha y muerte de mujeres indígenas exigiendo sus derechos y buscando erradicar la discriminación que continua en el mundo contra nuestras hermanas.
El objetivo de conmemorar este día es un recordatorio de exigencia para el reconocimiento de sus derechos fundamentales y la atención de sus justas demandas, que en el mundo y en México siguen siendo amplias.
Además, busca hacer escuchar sus voces y sus reclamos en los espacios de toma de decisiones sobre su entorno en todos los niveles, al igual que el reconocimiento de sus aportes a nuestra herencia cultural.
Lamentó que las mujeres indígenas han sufrido históricamente tasas más altas de pobreza y limitantes de derecho a la salud y educación, lo que les ha causado problemas de analfabetismo y desnutrición; además, han padecido la falta de una plena participación en la vida política de sus países, lo que ha profundizado la situación de violencia en sus entornos.
La población global de mujeres indígenas asciende a 186 millones, en México la población indígena asciende a 12 millones, siendo el 10.1 por ciento de la población total, entre ellos seis millones 146 mil 479 son mujeres (51.1 por ciento), más del 75 por ciento se concentra en ocho estados de la República: Oaxaca, Chiapas, Veracruz, México, Puebla, Yucatán, Guerrero e Hidalgo.
Subrayó que las mujeres indígenas enfrentan un reto de desigualdad por cuestiones de género, puesto que muchas realizan actividades no remuneradas o con pobre remuneración. Este trabajo no reconocido contribuye de manera indirecta a los empleadores de sus esposos, pues mientras ellas mantienen el hogar, los maridos son explotados como jornaleros agrícolas o trabajadores de la construcción.
Lo anterior refuerza el argumento de que es urgente generar fuentes de empleo en las mismas regiones indígenas, que permita a hombres y mujeres tener condiciones para una distribución más equitativa de las labores domésticas y un mayor acceso de las mujeres al trabajo remunerado.
Y se deben apoyar todas las herramientas necesarias para fortalecer a las mujeres indígenas, como el acceso a educación con pertinencia cultural, el fortalecimiento de sus lenguas y tradiciones, el acceso a la salud intercultural; además del impulso de sus capacidades para la contribución en espacios políticos, civiles, económicos y culturales, entre otros.
Es por ello que el Programa Institucional 2020-2024 del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) alineado al eje 2 Política social del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024; sustentándose en el principio rector No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera, se propone implementar acciones afirmativas para garantizar el ejercicio de los derechos de las mujeres y niñas indígenas y afromexicanas, como el Fortalecimiento de las Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana que previenen y atienden la violencia de género.
También busca promover y fortalecer procesos de justicia comunitaria para las mujeres indígenas y afromexicanas e impulsar acciones para promover su participación y representación directa en los diferentes ámbitos donde se toman las decisiones que les afectan.