Juego de ojos
Es la marca de la historia nacional.
Todos los políticos, de secretarios de Estado a gobernadores, de embajadores a directores generales, quieren hablar con el presidente.
Se pelean por esa comunicación.
No importa el tema, lo mismo da para saber si van bien porque necesitan una palmada, o para saber si corrigen.
Y si ni siquiera les contestan el teléfono, como sucedió al ex consejero electoral Jaime Cárdenas, viene la frustración.
Hablamos del instituto para robar al pueblo lo devuelto –o como se llame esa insignia de gobierno–, pero la actitud es generalizada.
Palacio Nacional está blindado contra quienes buscan un acercamiento hasta para lo más elemental, como coordinar una gira presidencial.
Ahí la agenda nacional es propia rumbo a las elecciones del 2021 y no se aceptan distracciones y menos de adversarios políticos.
Estados aislados
Hable usted con cualquier gobernador.
Incluidos los de Morena, seleccionados personalmente en 2018 porque le garantizaban votos y triunfos.
Lo sufre en carne propia el tabasqueño Adán Augusto López, cuya cercanía ha dejado de ser fluida como los tiempos de campaña juntos.
Por esa lejanía el poblano Miguel Barbosa lucha a brazo partido por la obtención de recursos propios para enfrentar una entidad demandante.
Algunos conservan buena comunicación, caso Claudia Sheinbaum –¿alguna duda sobre el 2024?– o el veracruzano Cuitláhuac García.
Pero con los demás no hay ninguna línea de contacto.
No la hay, como con Jaime Cárdenas para la gran corrupción en el Inadep, para el problema internacional de aguas en Chihuahua.
Tampoco por seguridad pública, donde el todopoderoso en el gabinete es Alfonso Durazo, por encima del general Luis Cresencio Sandoval o el almirante Rafael Ojeda Guzmán.
Y menos en materia financiera, pues en la Secretaría de Hacienda de Arturo Herrera ofrecen zanahorias a los gobernadores y les entregan negativas.
Por eso las protestas de los miembros de la autollamada Alianza Federalista, quienes propulsados por Silvano Aureoles, Enrique Alfaro y Francisco García Cabeza de Vaca, ya hablan de ir a tribunales en demanda de su dinero correspondiente.
Llámenle a Olga
1.- El aislamiento de los estados busca vías de escape.
Una de ellas es la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien ha instituido diálogos semanales en materia sanitaria.
Con esa representación y trato institucional acudirá hoy al informe del gobernador potosino Juan Manuel Carreras, presidente de la Conago.
Otros son el líder del Senado de la República, Ricardo Monreal, y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Otra vía de contacto podría ser Alfonso Romo, pero el jefe de la Oficina de la Presidencia no tiene el poder de principios del sexenio.
Y 2.- está trazada la línea de Palacio Nacional para postular a los 15 candidatos a gobernadores donde habrá elecciones el año próximo.
La información recogida habla de uno sólo de ellos con autonomía para designar a quien quiera con el requisito de garantizar el triunfo de Morena.
Se lo digo: es Jaime Bonilla Valdez, donde el mandatario ha sabido establecer un control imposible en otros lugares.
Suena lógico: o Bonilla Valdez elige a su posible sucesor, o se convierte en un obstáculo invencible para el partido del presidente.