Menor expectativa de crecimiento mexicano baja calificación de HR Ratings
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de octubre de 2020.- Luego de que las autoridades de salud en el país advirtieron que la contingencia sanitaria por la pandemia de Covid 19 podría extenderse hasta el mes de abril de 2021, y que la recesión económica para fin de este 2020 se estima en una caída del 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), las empresas y compañías del país deben replantear las acciones que están llevando a cabo para su funcionamiento.
En ese sentido, el director de Idealease de México, empresa dedicada a la renta y mantenimiento de transportes, Fernando Noriega, sostuvo que uno de los principales puntos para mantener abierto un negocio, es reducir sus costos de operación, precisamente sustituyendo la compra de flotillas de camiones, por la renta de los mismos.
“Este es momento de revisar las acciones que las compañías están tomando para su permanencia, evaluar los costos de operación y mantenimiento así como disminuir la flota de camiones, pues en próximos meses continuarán situaciones adversas y errores en la toma de decisiones pueden afectar de manera definitiva a las empresas”, advirtió.
Al respecto reiteró que las empresas deben considerar vender su flotilla de automotores viejos, con lo que disminuirían los gastos de operación y de mantenimiento que se incrementa anualmente, además, de que ese ahorro podrían utilizarlo para inversión y ya no para transportes.
Por lo que, Noriega consideró que sustituir la compra de camiones con los esquemas de renta con mantenimiento de éstos tanto a largo como a corto plazo, ayudaría en los costos de operación, así como en poder cubrir los picos de demanda estacional que, afirmó, se prevé incremente conforme avance la recuperación económica nacional.
De acuerdo al funcionario, Idealease de México desarrolló un análisis de la crisis en el país, así como su impacto en el sector del transporte, pues afirmó que es necesario aprender de los errores que se tuvieron en el pasado en este tema, ya que desconocerlos provoca tomar decisiones inadecuadas.
“Aquellos empresarios, directores, administradores de flotas que no conocen las coyunturas por las cuales atravesó el transporte en México y sus consecuencias, están destinados a cometer errores en la toma de decisiones de las políticas de renovación de flota y su mantenimiento”, sostuvo.
Detalló cómo influye el comportamiento del PIB para que las empresas decidan o no renovar las flotillas de sus empresas; en ese sentido, recordó las crisis de 1995 cuando pasaron de comprar casi 21 mil camiones el año anterior, ese llegaron a tan solo cuatro mil 318 camiones y se tardaron 5 años en llegar nuevamente a esos volúmenes.
De igual forma, sucedió en 2001, sin embargo, para el 2008 la industria del transporte llegó a su volumen máximo de compra que fueron 41 mil 200 camiones de carga derivado al cambio de emisiones, aunque poco duró la bonanza, pues en 2009 la recesión inmobiliaria y financiera en Estados Unidos también impactó de forma negativa al sector.
Y ahora,en 2020, un nuevo reto se enfrenta, la contingencia sanitaria y un pronóstico de caída del PIB de menos seis y 10 por ciento, ha provocado que la adquisición de camiones nuevos se desplome.
Noriega explicó que, ante caídas como las que se han presentado, las empresas dejan de comprar camiones y cambian sus políticas de renovación, por lo que, al revisar el historial de compras se tiene que de 2010 a 2013 se compraron 108 mil 334 camiones que están llegando a su tiempo de renovación, sin embargo, ante las actuales condiciones se deberán conservar por dos o tres años más en operación.
Destacó los beneficios que tiene la renta de transporte y su mantenimiento, lo cual impide que a mediano plazo las compañías ya no puedan sostener la manutención de sus viejos vehículos.
“La historia nos indica que al tomar las decisiones anteriores se entra en un círculo vicioso; camiones parados en taller por autorización de reparación, fallas en carretera, contrataciones de terceros para cumplir con entregas y una serie más de eventos que conlleva a costos de operación insostenibles y la pérdida de competitividad de las empresas”, puntualizó.