Aprehenden a Marilyn, acusada de psiquiatra falsa
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de octubre de 2020.- El hecho de que nos encontremos trabajando a distancia implica una conexión continua a redes de comunicación como WhatsApp o el correo electrónico a todas horas, lo que podría desencadenar problemas de salud mental o de ansiedad relacionados con la interacción con nuestros teléfonos y las respuestas inmediatas a cuestiones laborales “urgentes” aun cuando se den fuera de nuestros horarios de trabajo.
Así lo consideró el Comisionado Ciudadano del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFO CDMX), Arístides Rodrigo Guerrero García.
Durante el Segundo Encuentro por la Transparencia con la
Universidad del Valle de México (UVM) que se llevó a cabo de manera virtual,
las y los ponentes resaltaron la importancia de que sean las personas el primer
filtro para proteger sus datos personales, especialmente en el uso de las
nuevas tecnologías.
Coincidieron en que la información que circula en el espacio cibernético puede
ser utilizado con fines comerciales o hacernos susceptibles de sufrir algún
tipo de violencia digital; por lo que resulta esencial aprender a usar las
redes y proporcionar solo información estrictamente necesaria.
Durante el análisis del tema La protección de los datos personales ante la
nueva normalidad, se abordardó el análisis de la regulación a la protección de
los datos personales en la ciber convivencia, así como la identificación de la
violencia digital; destacando la urgencia de contar con leyes adecuadas a las
plataformas digitales.
En su intervención, Guerrero García precisó que respecto a la regulación, se
debe poner especial énfasis en implementar mecanismos de protección acordes con
el contenido del segundo párrafo del artículo 16 constitucional, que es donde
se regula el derecho a la intimidad y a la protección de datos
personales.
También señaló que aunque en México se cuenta con la Ley Federal de Protección
de Datos Personales en Posesión de Particulares desde 2010, sería conveniente
actualizarla respecto de los proporcionados a través de Internet y el uso de
las nuevas tecnologías, que actualmente están acumulando mucha información
sobre nuestras vidas y actividades, a veces sin darnos cuenta.
Guerrero García comentó que valdría la pena incluso en una nueva Ley Federal de
protección de datos personales, fortalecer temas específicos como el de
privacidad, “es decir, que desde el diseño ya se esté pensando en la protección
de los datos personales y en regular aspectos como la videovigilancia en los
centros laborales, el ciberacoso y la desconexión digital, que en esta época de
pandemia son derechos que debemos poner sobre la mesa”.
Por su parte, Jessica Itzel Rivas Bedolla, integrante y
proyectista en el del INFO CDMX, respecto de la violencia digital señaló que a
pesar de que ésta puede afectar a todas las personas en línea, de acuerdo con
la encuesta MOCIBA 2019 sobre el Acoso en línea del Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI), el 40.3% de las mujeres usuarias de Internet,
han sido víctimas de ciberacoso, es decir, que han recibido insinuaciones o
propuestas de índole sexual no solicitadas, críticas hacia su apariencia física
o clase social. Por lo que es urgente atender la violencia digital por razones
de género y sensibilizar a las personas sobre la gravedad de este
problema.
Afirmó que la cultura de la denuncia digital es tan importante como la
prevención, ya que actualmente todas nuestras actividades comerciales,
ciudadanas y personales tienen que ver con medios digitales, de tal forma que
nuestros datos se encuentran en muchos lugares a la vez y nos corresponde
allegarnos de toda la información a nuestro alcance, para saber qué, cómo y
cuándo autorizamos el acceso a nuestros dispositivos móviles, fotografías,
ubicación, interacciones y sobre todo a nuestros datos personales.
De igual forma, puntualizó que mediante la denuncia, las empresas
desarrolladoras de estas plataformas pueden ser alertadas fácilmente de los
problemas concretos de las personas usuarias, ya sea por fallas en su
funcionamiento, opciones de seguridad y privacidad o tendencias y quejas
sociales colectivas, siempre y cuando se haga el suficiente “ruido”.