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CIUDAD DE MÉXICO, 10 de diciembre de 2020.- Se acabaron los pellizcos, coscorrones, empujones y demás agresiones corporales y verbales por parte de los padres de familia, tutores, maestros o quien tenga la guarda y custodia de niñas, niños y adolescentes, pues este jueves, por unanimidad de 446 votos a favor, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó la llamada Ley Antichancla.
De acuerdo al dictamen de la minuta enviada por el Senado, avalada por los diputados y remitida al Ejecutivo federal para sus efectos constitucionales, se reforma la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y el Código Civil Federal, con el objetivo de prohibir el castigo corporal y humillante como forma de corrección o disciplina.
En este sentido, el documento define como castigo corporal o físico todo aquel acto cometido en contra de niñas, niños y adolescentes en el que se utilice la fuerza física, incluyendo golpes con la mano o con algún objeto, empujones, pellizcos, mordidas, tirones de cabello o de las orejas, obligar a sostener posturas incómodas, quemaduras, ingesta de alimentos hirviendo u otros productos o cualquier otro acto que tenga como objeto causar dolor o malestar, aunque sea leve.
En tanto, el castigo humillante es cualquier trato ofensivo, denigrante, desvalorizador, estigmatizante, ridiculizador y de menosprecio, y cualquier acto que tenga como objetivo provocar dolor, amenaza, molestia o humillación cometido en contra de niñas, niños y adolescentes.
De esta forma, queda prohibido que la madre, padre o cualquier persona en la familia que ejerza la patria potestad, tutela o guarda, custodia y crianza de niñas, niños y adolescentes, utilice el castigo corporal o humillante como forma de corrección o disciplina.
Quedó asentado que los menores tienen derecho a recibir orientación, educación, cuidado y crianza de quien tenga su tutela, así como de los encargados y el personal de instituciones educativas, deportivas, religiosas, de salud, de asistencia social, sin utilizar métodos de castigo.
Aunque esta reforma se enfoca a la prohibición y no a las sanciones, la coordinadora del PRD y promotora de estas modificaciones, Verónica Juárez, detalló que estas conductas hacia los menores ya tienen consecuencias contempladas en el Código Civil y Penal, que no se citan pero que afectan directamente a esas acciones.
Y señaló que el Código Civil Federal establece castigos contra quien ejerza violencia física o psicológica, que dejen o no marcas o cicatrices y que, de acuerdo al tiempo para sanar, es el tiempo que se dará de prisión, y llegar, incluso, a la pérdida de la patria potestad.
Al fundamentar el dictamen, la presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez y Adolescencia en la Cámara de Diputados, Rosalba Valencia, destacó que el castigo corporal es una de las formas y tratos que a lo largo de las generaciones ha subsistido como un método de corrección para los infantes; sin embargo, señaló que este problema se tiene que visibilizar pues, dijo, la normalización de ello es una forma de violencia que atenta contra la dignidad, integridad y afecta el desarrollo de los niños.
Al respecto, refirió que en México la prevalencia del castigo corporal y humillante es preocupantemente alta, pues de acuerdo a la Encuesta Nacional de Niñas y Niños y Mujeres, el 63 por ciento de los menores de 14 años han sido sujetos de agresión psicológica y/o castigo corporal en su hogar.
La legisladora indicó que con esta reforma se busca obligar a los tres órdenes de gobierno a que tomen las medidas necesarias para erradicar estos métodos, así como sancionar a quien realice cualquier tipo de violencia que atente contra la salud, integridad y seguridad de los menores.