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CIUDAD DE MÉXICO, 11 de enero de 2021.- La polarización que hoy se vive en la sociedad está directamente vinculada con un discurso de odio que busca generar animadversión a través de la descalificación a quien se considera peligroso o simplemente distinto.
“La polarización se nutre de la intolerancia y la negación del pluralismo. Todos los experimentos totalitarios del mundo moderno sin excepción se han fundado en una concepción polarizada y en un discurso polarizador de la sociedad”, sostuvo el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.
Durante su participación en el Seminario Las Redes del Odio en México, organizado por El Colegio de México y que contó igualmente con la participación de Ana Cristina Ruelas, defensora de los derechos humanos y del analista político Sergio Aguayo, afirmó que la democracia no es sólo la prevalencia de la opinión mayoritaria, sino que incluye la interacción respetuosa y pacífica de posturas diferentes; de lo contrario, es la negación, es el totalitarismo, recordó el Consejero Presidente del INE.
Córdova Vianello afirmó que la polarización que hoy se vive en la sociedad está directamente vinculada con un discurso de odio que busca generar animadversión a través de la descalificación a quien se considera peligroso o simplemente distinto.
Expresó que para los polarizadores el pluralismo resulta en un engaño, en la disolución de la política, por lo que es necesario recurrir a los discursos de odio que buscan generar animadversión con razones o sin ellas, mintiendo o no.
Córdova Vianello señaló que este discurso alimenta el sentimiento de rechazo, repudio y negación hacia una persona o un grupo por considerarlo ya sea peligroso, nocivo, pernicioso o simplemente distinto y, por ello, indeseable.
Recordó que cuando se habla de un discurso de odio no es algo que se recree en el ámbito privado, no es un sentimiento interno, sino que tiene el propósito expreso e implícito de externarse públicamente para generar reacciones en contra de quien está dirigido.
Agregó que en la actualidad la polarización que aqueja a las sociedades democráticas se ve alimentada por noticias falsas, prejuicios ideológicos o políticos, así como un uso poco ético de las tecnologías de la información, las nuevas plataformas de internet y de forma particular las redes sociales.
“Lo que hoy resulta preocupante es que esta polarización está siendo potenciada por un valor abiertamente antidemocrático, la intolerancia y, hay que decirlo sin ambages, el uso de medios de comunicación, en particular las redes sociales, para difundir medias verdades o mentiras absolutas, para crear campañas de desprestigio en contra de personajes de la vida pública, para generar contextos de confrontación exacerbada o para difundir discursos de odio son fenómenos que representan grandes amenazas a la democracia”, sentenció.