El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
¿Y si te dijeran que una de las estrategias medulares para el combate a la delincuencia está dentro de las cuatro paredes de tu casa, qué harías? ¿Has hablado con sus hijos, niños, adolescentes o jóvenes, sobre los efectos nocivos de las drogas?
Seguramente lo has hecho. Nada más importante que alejar a nuestra familia de los peligros que los estupefacientes representan para la salud.
Las niñas, niños, adolescentes y jóvenes deben ser vistos y tratados como los agentes del cambio futuro; necesitamos cuidarlos y procurarlos en todos los sentidos.
En materia de seguridad, por lo general, los esquemas de prevención personal y familiar van encaminados al resguardo patrimonial: evitar robos, fraudes, extorsiones o secuestros.
Pero la participación desde el seno familiar y escolar es fundamental para el combate a la inseguridad. El cuidado de la familia redunda en el bienestar comunitario. Desde el hogar comenzamos a cimentar las bases de lo que serán nuestros hijos ya como adultos.
La Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, planteó hace unos días la importancia de la familia en las tareas de la seguridad pública.
“Hablen con sus hijas e hijos pequeños, adolescentes o jóvenes, hay que decirles hasta el cansancio lo perjudicial que son las drogas; que su consumo daña el cuerpo, daña a la familia, daña a la comunidad y daña a México”.
Con esas palabras hizo ver la importancia que tiene este sector de la población y el valor que tienen las madres, los padres, los profesores en el adecuado encauzamiento que contribuya a la pacificación del país.
Ni el gobierno federal ni el capitalino rehúyen a su responsabilidad de garantizar la seguridad y justicia. En la Ciudad de México, gobernada por Claudia Sheinbaum Pardo, la incidencia en delitos de alto impacto disminuyó en el 2020 en un 36% en comparación con 2019. Así lo demuestra el reporte DISÍ elaborado en el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia.
Esta reducción es resultado de la coordinación institucional, porque la seguridad es un trabajo de todos.
Trabajar en favor de la niñez y la juventud es labor de todos, desde la definición de estrategias de seguridad y prevención hasta los consejos de madres, padres, abuelos y maestros.
Este martes, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, Nashieli Ramírez, presentó el informe “Interacción entre adolescentes y policías”, en el que establece que la confianza de los jóvenes hacia los agentes estuvo lesionada por los agravios que han padecido.
Los esfuerzos para restaurarla ya están en marcha. Programas como PILARES o Barrio Adentro dan cuenta de ello, y ayudan a alejar a este sector de la población de las drogas o entornos criminógenos.
Los datos demográficos presentados el lunes por el INEGI indican que de los más de 9 millones de capitalinos unos 748 mil están entre los 12 y los 17 años de edad.
Ahí tenemos 748 mil oportunidades de incidir en las conductas futuras, de crear una comunidad más segura y contribuir a la pacificación del país.
@guerrerochipres