El presupuesto es un laberinto
Las quesadillas de Tirsa. En este país somos dos: mujeres y hombres
Hoy fui a comer de las quesadillas de Tirsa. Ella, una mazahua, no sabe que lleva el nombre de uno de los más grandes dramaturgos y poetas españoles, Tirso de Molina, el hombre que reivindicó con toda su gracia, a las mujeres. Alrededor de cuatrocientas obras lo ponen al nivel de Lope de Vega. Para llegar a Tirsa caminé varias cuadras por Mixcoac. Ella está en una esquinita casi escondida y tiene un comal viejo y retorcido. Como presente le llevé un comalito de 40 centímetros de diámetro, dos manzanas y dos paletas de dulce para sus dos hijitos que juegan a un lado. Niños bien coquetos al rato los tenía pegados de mis piernas ¿Irás a la marcha?, le pregunté y la niebla caminó por sus ojos y se extendió por su cara, ¿Qué es eso?, preguntó. Le expliqué la causa y la razón de que el 8 de marzo sea el día internacional de la mujer y la niebla se acentuó. Se quedó callada y luego dijo: “En mi pueblo todos somos iguales hombres y mujeres. Igual de jodidos” Le hubiera querido decir que las luchas que buscan reivindicar derechos son justas, así se cuelen algunas de clase media y alta que desconocen la pobreza del indígena, mujeres de derecha que están en contra de derechos fundamentales del cuerpo femenino y de otras que aprovechan esos caminares para llevar agua a su molino. No lo hubiera entendido. Tiene solo 26 años y parece de cuarenta. Le compré algunas quesadillas, les sobé la cabeza a los coquetos y me regresé a la casa. Ahí, sin hambre al tomar una de las quesadillas, me la comí a fuerzas porque finalmente, esa es la expresión de la lucha de una mujer por la sobrevivencia.
Tirso de Molina, el fraile rebelde y su preferencia por las mujeres
Todas las historias de los clásicos españoles tienen un acento particular. Muchos en realidad eran rebeldes que prefirieron esconderse en conventos para desahogar sus talentos sin la censura inquisitorial de la iglesia y poderosos. Tirso de Molina cuyo nombre real era Javier José Gabriel López Téllez, Fray Gabriel Téllez (1579-1648) fue un religioso de la orden de las Mercedes que empezó a escribir desde su juventud y al que se le atribuyen los posibles orígenes, entre otras obras clásicas, de El Juan tenorio, El burlador de Sevilla. Se le reconoce como un hombre culto, moderno para su época, de un espíritu satírico que escribió alrededor de 400 comedias, algunas representadas en su tiempo y que son influencia en temas modernos. Conservadores moralistas de ese tiempo, uno de ellos el Conde-Duque, lo acusó como prevaricador y de atentados a las buenas costumbres con sus escritos, y pidió que se le expulsara, Tirso simplemente cambió de convento y así anduvo por ahí de salta la piedra, pese a que en su momento tenía grandes reconocimientos e incluso se le nombró comendador y fue laureado. Un tipazo don Tirso. Sus obras son muchas y famosas, Los amantes de Teurel que ha inspirado películas, Don Gil de las calzas verdes, y sobre las mujeres que se mencionan entre muchas La celosa de sí misma, La dama del olivar, La prudencia de las mujeres, Las mujeres que mandan en casa, Martha la piadosa, etcétera. Una característica que destacan sus biógrafos y analistas, es la profundidad psicológica, extraño para la época en pleno Siglo de Oro, que imprime a sus personajes femeninos.
Don Gil de las calzas verdes y el amor entre mujeres
La comedia de enredos Don Gil de las calzas verdes (Cátedra Letras hispánicas 2007), es considerada la representación más acabada de las comedias de equívocos y una de las que más se ha representado en el mundo desde que la escribió Tirso de Molina en 1615. La obra fue publicada con otras comedias en 1635. Se produce en ella una duplicidad de afectos, una expresión no pensada de lo que serían y harían los personajes, cuando dos de ellos se hacen llamar con malicia don Gil. Una de ellas es Juana la novia-esposa de un hombre Martín el otro que se asume Don Gil, que la deja para casarse por orden de su padre, con una mujer rica. El disfraz de Juana que es equívoco ya que aparece como un hombre guapo en la comedia, hace que Inés la nueva prometida de Martin se enamore de ella Y así se va deslizando la comedia entre tramas, dobleces, expresiones sexuales entre las mujeres que no se esperaban y la mezcolanza de situaciones que hacen pensar el porqué don Tirso era criticado en esos tiempos tan precarios en aperturas y como en este mismo tiempo los gazmoños se asustarían de esas acciones. Lo vemos ahora cuando algunas desaforadas se lanzan contra las que quieren aborto legal y como se asustan los moralistas casi 400 años después de haber sido escrita esta comedia. Quizá muchas de estas expresiones veremos en la marcha del 8 de marzo en medio de la vorágine tan amplia de los organismos que están convocando y que lo que se espera, al menos, es que sea pacífica y no haya violencia.