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CIUDAD DE MÉXICO, 13 de abril de 2021.- En un tono duro, Candelaria Lázaro Lázaro, gobernadora Nacional Indígena de México (GNIM), recordó a los indígenas reunidos en el Foro Binacional Migrante e Indígena realizado en Oaxtepec, Morelos, “que no están unidos, que sólo se juntan, que en época electoral se les ve sólo como “mercado”, y que poco a poco han sufrido un “genocidio cultural” con la pérdida de sus lenguas originarias.
En este marco, en que se celebró los 102 años del asesinato del General Emiliano Zapata, señaló durante su participación, que el problema de los indígenas no es la falta de leyes, “todos nuestros derechos ahí están, pero estamos esperando que venga el gobierno a resolver y eso no va a pasar, pero en la unidad podemos apoyarnos entre todos”.
Las comunidades originarias del país han sufrido poco a poco un “genocidio” cultural, dijo, que es muy claro en la pérdida de sus lenguas, pero que inicia cuando se simplifica el concepto de familia; y es para sus pueblos, la familia es toda la comunidad, se vinculamos personalmente con “la partera que nos recibe al nacer, las personas mayores, los parientes y vecinos, todos nos conocemos y como familia, hay de todo, buenos, malos, pero todos son importantes”.
Además, añadió, no estamos unidos, solamente nos “juntamos”, hagan la prueba y miren a su alrededor, cada quien viene a algo distinto, con sus propias ideas y propósitos, no hay algo que nos una, eso es un grave defecto en nuestro país, carecemos de oportunidades como ésta para pensar y aprender en común, no es justo salir igual de como llegamos.
Fuerza Migrante, organización binacional con la que el Gobierno Nacional Indígena de México está vinculada, comentó Candelaria Lázaro, realiza un esfuerzo muy serio para unir a las comunidades migrantes en los Estados Unidos, de las cuales muchos son hermanos indígenas que buscan como todos, reconectar con sus comunidades.
Pero, en un año electoral los partidos nos ven como “mercado”, dicen que van a resolver problemas que ni conocen o a rescatarnos cuando no estamos perdidos, no tienen tiempo de entendernos, ni les importa, quieren su poder y se olvidan de nosotros.
Incluso, se preguntó, ahora que están vigentes los apoyos gubernamentales, ¿cuántos de nuestras comunidades en vez de usarlos para contratar a jóvenes para que deveras trabajen, no les dan su dinero para que se vayan a emborrachar y cobrar el subsidio?, o ¿cuántos proyectos para activar los campos de cultivo se han hecho?
La forma de ayudar a las comunidades ha sido contraproducente y es parte de este genocidio cultural: creen que necesitamos otro tipo de casas o de herramientas y cuando desaparecen las cosas tradicionales, también dejamos de llamarlas por su nombre, vamos perdiendo el uso de nuestras lenguas y con ellas se van también nuestras formas de organizarnos y nuestras costumbres, nuestra tecnología y sabiduría, la relación que tenemos con la tierra y nos la cambian por formas que nos anestesian y aturden, finalizó Candelaria Lázaro.
Ahí también, Joaquín Contreras Ortega, de la Sociedad Cooperativa Red Campesina Agroecológicos Tierras del Sur, relató cómo a través de esta organización los campesinos se organizaron para que su ganado, sorgo, maíz y caña de azúcar no fueran objeto de enriquecimiento para “comercializadores” o coyotes y como esta cooperativa ha sido una propuesta de desarrollo y arraigo comunitario ante la migración.
En este foro participaron migrantes, indígenas y Jaime Lucero, presidente de Fuerza Migrante.