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CIUDAD DE MÉXICO, 26 de abril de 2021.- El actual sistema político mexicano en general no parece estar preocupado por tomar en cuenta la opinión de los ciudadanos y prefiere un modelo en donde los principales desafíos de la sociedad se terminan resolviendo entre las élites políticas y económicas que imperan en el país, advierte el periodista Julio Hernández Astillero.
Los ciudadanos se han convertido en rehenes de los partidos políticos en México que son quienes organizan y detentan la participación de la ciudadana de acuerdo a ganancias electorales, recalca en entrevista con Quadratín México el también conductor de Astillero en línea, quien convocado por editorial Harper Collins funge como coordinador del libro El México que se avecina, los desafíos de la 4T.
«La esencia del libro es la concurrencia de once periodistas quienes nos preguntamos qué ha sucedido durante este tramo del Gobierno del presidente López Obrador, y cuáles son las expectativas razonables que se pueden tener respecto a lo que está sucediendo.
“Es un ejercicio periodístico netamente, no es académico, no es partidista, ni militante sino que se trata de reflexiones de personas que nos dedicamos a estar, cotidianamente recibiendo información y valorarla.
“Por otra parte buscamos hacer un análisis, lo más equilibrado posible de lo que ha sucedido y de lo que podemos esperar razonablemente en lo que resta de la administración de López Obrador, digamos que esa fue la preocupación y el sentido de la construcción del México que se avecina”, comenta vía telefónica el periodista, considerado como uno de los más influyentes del país.
A este ejercicio fueron convocados Elisa Alanís, Carolina Rocha, Frida Guerrera, Claudia Villegas, Arturo Cano, J. Jesús Esquivel, Ricardo Raphael, Arturo Rodríguez, Álvaro Delgado y Alejandro Páez.
-Fíjate que distintos temas son tratados a detalle por cada uno de los autores, pero a mí me parece que en general, a todos nos preocupa el grado de participación real que la sociedad puede ir teniendo en la definición de ese futuro.
Nos inquietan los peligros y las insuficiencias que en el desarrollo democrático de México genera que el actual sistema político no pareciera tomar en cuenta la opinión de la sociedad y la organización genuina y auténtica de los ciudadanos.
En los diferentes escritos, a todos los autores, nos preocupa el hecho de que el sistema político actual no tenga la representatividad suficiente y que los esfuerzos por generar un cambio, incluso los esfuerzos por frenarlo sean solo de élites partidistas o económicas. Pero creo que sí hay una pregunta en la cual coincidimos todos nosotros y creo que es ¿Dónde está la sociedad y el pueblo organizado? ¿Todo se resuelve en lo electoral o se necesitan otras formas de participación social?”.
-En primer lugar en la construcción democrática del poder, estamos viendo como Morena a pesar de la enorme cuantía de personas que dicen apoyar a ese partido se están viviendo aberraciones como las que suceden en Guerrero, San Luis Potosí, Nuevo León por citar algunos lugares. Sin embargo, no hay la movilización de las bases de Morena, no existe la exigencia de grupos organizados sino todos mantienen en expectativa de que sean las directivas y los líderes los que vayan acomodando las cosas.
-Me parece que la ciudadanía se ha convertido en rehén de los partidos, en estas elecciones, ni siquiera hubo una suficiente promoción y registro para una alternativa de participación independiente como lo eran los candidatos sin partido, hace tres años todavía se habló y se jugó con esta figura de los candidatos independientes, ahora ni siquiera, porque todos los partidos han secuestrados la posibilidad de la participación libre de los ciudadanos y la han restringido a sus nóminas, plantillas y padrones o bien a las alianzas que hacen con fines muy prácticos de ganancias electorales o de dinero suficiente para hacer campañas.
Me pregunto -ya lo veremos pasando las elecciones del 6 de junio- si el resultado será una ciudadanía que le tenga más respeto, apego y coincidencia con esa nueva camada de políticos o por el contrario el sistema político mexicano está entrando en una etapa de crisis de las cuales, esta elección va ser una muestra de promiscuidad ideológica, del oportunismo, de chapulines, todo esto que nos va a confirmar a muchos mexicanos que ni Morena ni los demás partidos son una opción real de representación libre, fresca, sana y honesta.
Lo que estamos viendo de Morena es muy preocupante porque si este partido había sido la expectativa de la esperanza de México, con las candidaturas que está promoviendo nos está demostrando que este sistema político está entrampado y no puede responder de manera genuina a lo que la gente espera y quiere.
-Fíjate que cuando escribí aquel libro, Encabronados, me refería a que según mi punto de vista eran en una gran mayoría los ciudadanos que estaban encabronados por todo lo que veían y que no les daba satisfacción y mucha de esa gente estaba deseosa de un cambio, es decir el hartazgo era contra el sistema y el Gobierno.
Ahora en este México de 2021 lo que veo es gente encabronada en dos bandos muy claros, con una polarización muy marcada, los que están apoyando a López Obrador y creen que es su obligación cívica e ideología defenderlo en las redes sociales, medios digitales y con sus escritos, es decir una defensa constante. En ese sentido, atacan y contradicen al otro segmento de encabronados, quienes están enojados por lo que está haciendo el Presidente López Obrador y que quisieran que no le salieran las cosas para destituirlo y que aseguran que se vive en la terrible dictadura.
Veo a un México menos encabronado que cuando escribí ese libro, pero un México que está a la expectativa de que se cumplan las ofertas y promesas de cambio que hizo el Presidente López Obrador y que no se están pudiendo realizar entre otras causas por la pandemia, la crisis económica y también por factores de ineficacia del propio Gobierno federal, pero si veo hoy a un México encabronado pero en dos bandos.
-Creo que Morena va a mantener mayoría en la Cámara de diputados creo que en menor cuantía que la que tiene ahora, es decir creo que la oposición le va a arrebatar algunos porcentajes o curules en la Cámara federal de diputados.
Creo que Morena va a ganar la gran mayoría de las elecciones de Gobernador y que eso le dará ahora sí una verdadera dimensión de completa de poderío nacional, es decir ya no solo las representaciones federales como senadurías y diputaciones sino ahora el otro poder concreto en los estados, creo que también Morena va a ganar varias ciudades importantes y Congresos locales.
Pero mi temor, ya veremos si es infundado, es que todo se haga a costa de ganar lo que sea o como sea, así como aquella frase famosa de “haiga sido como haiga sido” de Felipe Calderón, pues Morena también le ha apostado al haiga sido como haiga sido, de tal manera que en Nuevo León aunque las siglas de Morena sean las que ganen en realidad quien va a triunfar es una fracción del PRI y van a hacer priistas los que ganarán disfrazados de Morena en Nuevo León, si es que los votos favorecen a Clara Luz.
Si gana David Monreal en Zacatecas pues va a ser simplemente el cacicazgo de la familia Monreal que en un partido o en otro, siempre están controlando la política de esa entidad.
Si en San Luis Potosí gana Morena, lo cual dudo, pues sería una coalición de facto entre el actual Gobierno estatal y Morena. Es decir, en todos esos casos aunque Morena gane aritméticamente ya veremos si cívica o ideológicamente también tiene victorias o son retrocesos.
-No soy optimista en cuanto a que la sociedad, en sí pueda tener mejores formas de organización y de información, me temo que nos esperan algunos años de esta confrontación seca entre las partes.
Además, al choque entre los que están a favor del proyecto de Andrés Manuel López Obrador y sus opositores, todavía les falta un buen trayecto, porque recordemos que pagaremos la aduana de junio con las elecciones intermedias, pero luego vendrá la convocatoria, casi segura, de los grupos opositores para impulsar la consulta sobre la permanencia del Presidente López Obrador que será 2022 y de ahí nos vamos tendidos al 2024.
Me temo que vamos a seguir unos años ese esta polarización por un lado y una especie de ausencia de cultura política para entender y concertar todo esto vamos, vamos estar metidos en el afán electorero, en la defensa del partido o del candidato pero sin ir más a fondo, eso es lo preocupante que no hay análisis o reflexión a fondo sino simplemente la inercia de la carrera electoral.