Carlos Ravelo Galindo/Quadratín México
Madre, solo hay una
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Como humilde regalo por este mes de la madre comparto el
correo de nuestra hermanita, madre y abuela Marina Ravelo Galindo
de Juan Casas.
Pero antes una explicación. De nuevo, amigos.
Platicaban en la sala dos mamás, cuando una de ellas llamó a su
hijo y le pidió:
Ve al refrigerador y tráenos dos cervezas, frías. Por favor.
Obediente el vástago llegó al encargo. Y sin pérdida de tiempo
gritó:
“Madre, sólo hay una”.
ROMANCES DE LA TERCERA EDAD
Dos personas mayores,
él viudo y ella viuda, que se conocían hacía varios años.
Una noche hubo una cena comunitaria en la Casa Club.
Los dos sentados en la misma mesa, uno frente al otro.
Durante la comida él la miró y la miró admirado y finalmente
juntó el coraje para preguntarle:
- ¿Quieres casarte conmigo?
Después de unos segundos de «cuidadosa consideración», ella
respondió: - Sí. ¡Sí, acepto!
La comida terminó y luego de algunos intercambios agradables
de palabras, se fueron a sus respectivos hogares.
A la mañana siguiente, él despertó preocupado y dudoso de la
respuesta de ella
¿Dijo sí o dijo no?
No podía recordar.
Lo intentó y lo intentó, pero simplemente no recordaba, no tenía
ni siquiera una vaga idea; inquieto, fue al teléfono y llamó a su amiga.
En primer lugar, le explicó que su memoria no era tan buena
como solía serlo. Luego le
recordó la noche hermosa, que habían pasado y con un poco
más de coraje, le preguntó:
Cuando te pregunté si querías casarte conmigo, dijiste, sí o no
Él quedó encantado al oírla decir: - Te dije que sí, que sí, acepto y lo dije con todo mi corazón. Y
estoy muy feliz de que me llamaras, no podía recordar quién me lo
había pedido.
ROMANCE DE AQUELLOS TIEMPOS.
Una noche una pareja de viejos estaba ya acostada en su cama.
El marido se estaba quedando dormido pero su mujer se sentía
romántica y quería conversar, le dijo:
-Cuando me enamorabas, me agarrabas la mano.
De mala gana, el marido se dio media vuelta, le agarró la mano
por unos segundos y luego trato de dormirse otra vez.
En pocos momentos ella le dijo nuevamente:
-Entonces me besabas.
Algo molesto, se dio media vuelta otra vez y le dio un ligero beso
en la mejilla y luego se acomodó para dormirse.
En treinta segundos, ella le dijo:
-Luego tú me mordías el cuello.
Enfadado, el marido tiro la ropa de cama y se levantó.
A dónde vas, le pregunto ella.
-¡¡ A buscar mis dientes!!
CAMBIOS DESDE LA JUVENTUD.
El abuelito le cuenta a su nieto los grandes cambios que ha
habido en la sociedad desde su juventud hasta ahora.. - ¡Sabes, Jaimito! cuando yo era niño mi mamá me daba una
peseta y con eso me mandaba a la tienda de la esquina.
Entonces yo regresaba con
4 barritas de mantequilla, 2 litros de leche,1 kilo de carne,
2 quesos, 1paquete de azúcar,1kilo de pan y una docena de huevos..
Y Jaimito le responde: - Abuelito, ¿en tu época no había cámaras de vigilancia?…….
*¿POR QUÉ SONRÍES?
Una viejita iba a encender la estufa para preparar la cena de su
marido, cuando por una fuga de gas explota la casa y salen volando
los dos.
En la ambulancia van los dos heridos, pero la viejita lleva una
gran sonrisa en la cara. Su esposo preocupado de que estuviera en
shock le pregunta: - ¿Qué te pasa? ¿Por qué sonríes?
- Ay, es que es la primera vez en cincuenta años que salimos
juntos a algún lado…y volando….
LA CITA DE LA ABUELA.
Una Sra. de 80 años tuvo una cita con un señor de 85 años…
Al regresar a casa su nieta le preguntó cómo le había ido, a lo
que la abuela le contestó:
¡Tuve que darle una bofetada
Y la nieta le pregunta:
- ¿Por qué, se quiso propasar contigo?
- No, al contrario. Pensé que se había muerto…
Salud por todas. Ya es la una.
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