Ráfaga/Jorge Herrera Valenzuela
Necesaria, Guardia Nacional en Iztapalapa
Con el agravamiento de la inseguridad, en la Ciudad de México hay auténticas zonas de guerra no declaradas, que no hacen lejana la posibilidad de que surjan movimientos de auto defensa de los ciudadanos.
En los últimos años, en diversas zonas del país, como Michoacán y Guerrero, la delincuencia organizada ha forzado a los habitantes de pueblos a defenderse por propia mano de los grupos de delincuentes que a diario los intimidan, los roban, los extorsionan, los secuestran.
En amplias zonas de la capital, el poderío del hampa es contundente y tiene doblegada no sólo a la ciudadanía, sino a las mismas autoridades.
Las cosas llegaron a tal grado, que habitantes de Iztapalapa desean que la Guardia Nacional (GN), opere en esa alcaldía, pero sólo encuentran cerradas las puertas de los funcionarios que debían atender sus llamados.
¿Acaso serán las mismas autoridades de la alcaldía y de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, las responsables de que la ciudadanía, harta de los delincuentes, empiece a patrullar con células de auto defensa, las calles en donde están sus domicilios y que debía ser labor de la policía?
Ante la ineficacia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la CDMX, en la prevención del delito, habitantes de las unidades habitacionales y colonias Guelatao, Cabeza de Juárez II, Cooperativa Biatlón, Ejército de Oriente Zona Peñón, Ejército de Agua Prieta, Fuerte de Loreto y Chanampac de Juárez de la alcaldía de Iztapalapa, exigen a Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la CDMX, y al coronel David Ramírez Piñón, coordinador regional de la Guardia Nacional, la intervención de la GN en esa zona.
Los vecinos destacan que la Guardia Nacional debe poner un alto a los asaltos, homicidios e invasiones a casas-habitación a mano armada que se han incrementado en las colonias de la alcaldía.
La SSC está rebasada en recursos y operatividad por el hampa en las unidades habitacionales iztapalapenses, porque es nulo el sistema cuadrante de vigilancia, ni hay patrullaje de policías.
Mucho menos existe acercamiento o consulta con los habitantes para que los policías reporten a sus superiores los grupos delictivos fuertemente armados que intimidan y operan a la luz del día, y respondan a la seguridad e integridad de las familias.
Clara Brugada, la alcaldesa de Iztapalapa, que actualmente cuenta con permiso para no desempeñar su cargo, porque está en campaña para reelegirse, no cumplió ni siquiera con proporcionar dos patrullas por cuadrante de la alcaldía, como se contemplaba en el programa original de esa estrategia.
Las unidades habitacionales Fuerte de Loreto y Cooperativa Biatlón son sumamente peligrosas, por lo que debe entrar la Guardia Nacional para seguridad de la población, como se hizo en la colonia Desarrollo Urbano Quetzalcóatl, Sobre la avenida Fuerte de Loreto deben colocarse cámaras de vigilancia de la policía para facilitar el trabajo de vigilancia, exigen los vecinos.
En su reporte de marzo, la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, colocó a Iztapalapa como la primera de las 16 alcaldías de la Ciudad de México, con más investigaciones en marcha, con 3 mil 75 carpetas de investigación en ese mes y 7 mil 825 en el primer trimestre del año.
Absolutamente todos los delitos presentaron incrementos en Iztapalapa en marzo. Los referentes al patrimonio sumaron mil 1,537 carpetas, 4,164 en el primer trimestre; ilícitos contra la familia, 618, mil 399 en el trimestre; contra la libertad personal, 31, 81 en el trimestre; contra la libertad y seguridad sexual, 137, 303 en el trimestre; contra la vida e integridad corporal, 171, 461 en el trimestre; contra la sociedad 23, 60 en el primer trimestre; y contra otros bienes jurídicos afectados 558, mil 357 en el trimestre.
En una investigación sobre el funcionamiento de los cuadrantes, financiada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), realizada por Carlos Augusto Páez Murillo, profesional en Ciencias Militares de la Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova”, de Colombia; Ignacio Enrique Peón Escalante, del Instituto Politécnico Nacional, y por Sandra Milena Baracaldo Sierra, catedrática de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), se señala que las altas tasas de inseguridad y prácticas delincuenciales, agudizan un problema que no ha sido manejado exitosamente por la policía.
La alcaldía de Iztapalapa sufre un grave problema de inseguridad y la policía preventiva es insuficiente para brindar protección a un millón 835 mil 486 personas que habitan en la demarcación, que es la más poblada de la CDMX.
La inseguridad lesiona el bienestar, el progreso y la estabilidad económica de los habitantes, afecta también sus campos laboral, familiar, escolar y perjudica las inversiones de quienes ponen un negocio en la alcaldía. Los pobladores de Iztapalapa ya no creen en las palabras huecas de la alcaldesa Brugada, se sentirían más seguros si la Guardia Nacional recorriera sus calles. Esperan que las autoridades ahora sí los escuchen.