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CIUDAD DE MÉXICO., 11 de junio de 2021.- El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar reconoció que el país tiene una deuda “terrible” en Derechos Humanos con las personas que se encuentran recluidas en centros penitenciarios quienes no contaron con recursos para una adecuada defensa debido a su condición económica.
“Nuestras prisiones están repletas de gente pobre, de gente que no tuvo los recursos para acceder a un abogado de calidad que los defienda, nuestras prisiones están llenas de inocentes a los cuales se les fabricaron delitos por medio de la tortura”, refirió el Presidente del Poder Judicial al impartir una conferencia por la conmemoración de la reforma constitucional en materia de amparo y derechos humanos.
Zaldívar señaló que desde la presidencia del Poder Judicial buscan impulsar a la Defensoría Pública para que logre defender a las personas vulnerables de ser víctimas de algún exceso debido a las condiciones de pobreza que los agobian.
Definió que la figura de arraigo es contraria a los derechos humanos y que la presunción de inocencia es reconocida en sus distintas vertientes como el derecho a la defensa, debido proceso, prohibición de la tortura y la puesta inmediata ante la autoridad competente de cualquier persona vinculada algún delito.
El Ministro también se refirió a la defensa que desde el Poder Judicial se ha entablado para garantizar la libertad de expresión, donde la doctrina promovida por la Corte ha clarificado que los funcionarios públicos debe de tolerar mayores niveles de intromisión en sus derechos debido al carácter de sus funciones.
“Pero también la Corte ha dicho que el discurso de odio no está protegido por la Constitución; el discurso homófobico, machista, sexista no está protegido por la Constitución porque afecta la dignidad de las personas y consecuentemente este tipo de lenguaje de odio que genera violencia a partir de la discriminación no está protegido por la Constitución.
“No confundamos la libertad con el odio, la libertad de expresión con la discriminación o con la incitación a la violencia, o la falta de respeto a la dignidad de todas las personas”, acotó.
Arturo Zaldívar refirió que la promoción de una cultura jurídica entre los mexicanos es un elemento pacificador porque genera el diálogo en base al respeto a la ley a pesar de las diferencias ideológicas que las partes en conflicto puedan tener.
«En estos momentos, particularmente complicados, de polarización social en que el país se encuentra dividido, esta cultura constitucional de los derechos, una nueva cultura que ha cimentado la Corte, es la vía idónea para pacificar los conflictos, encontrar la conciliación entre las mexicanas y los mexicanos», recalcó.