Obispos de México: Un nuevo horizonte/Felipe de J. Monroy*
Defender a la infancia, interés superior
@guerrerochipres
La defensa del interés superior por los grupos más vulnerables, como las niñas, niños y adolescentes, es un tema que no debe de estar ni siquiera a discusión, es un asunto que, como sociedad, no tiene descanso.
Cualquier agresión, sea en el ámbito de lo privado o en lo público, despierta indignación, repudio y la urgente necesidad de trabajar por ellas y ellos.
Un informe reciente, enviado por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, encabezada por Ernestina Godoy, al Senado de la Republica, da cuenta de que en los últimos tres años se han registrado 24 mil 928 delitos contra niñas, niños y adolescentes (NNA).
Este dato representa un promedio diario superior a 20 menores de edad victimizados, cuyos casos llegan a la apertura de una carpeta de investigación, pues hay que tomar en consideración la cifra negara en los ilícitos que este grupo padece.
En el catálogo de esta lamentable realidad están delitos como la violación, el homicidio doloso o una variedad de robos.
Los delitos sexuales contra los NNA tienden a enfrentar una alta resistencia a la denuncia por parte de las víctimas e incluso una renuencia a dar credibilidad a la historia de sufrimiento.
Son un grupo que requiere guía, cuidados, atención. Hay políticas públicas impulsadas por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Trabajo articulado interinstitucional, desde la Fiscalía hasta el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia.
También se debe impulsar desde la familia y los organismos ciudadanos, porque los depredadores sexuales se valen de la falta de información de sus víctimas, de infundir temor y, ante el señalamiento, desacreditarlas.
Por eso pasan varios años antes de que los menores de edad victimizados sexualmente hagan pública la agresión.
Un ejemplo son las víctimas del padre Marcial Maciel, el fundador y líder de Los Legionarios de Cristo, quien abusó sexualmente de al menos siete menores integrantes del cuerpo de aspirantes al seminario, que una vez adultos hicieron públicos los casos.
En abril de 1997 publiqué el primer reportaje iberoamericano que denunció la responsabilidad del sacerdote. Desde los años 50, las víctimas buscaron justicia y aún se mantienen en ello, luego de que el Maciel falleciera en 2008.
Conformar canales de protección y atención para los menores de edad es fundamental en la construcción de entornos seguros y de vida digna para ellas y ellos.
En el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México ofrecemos asesoría psicológica y jurídica gratuita, 24/7, a todo el país a través de la Línea de Seguridad y el Chat de Confianza 55 5533 5533.