Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Por interesados no paramos.
Ellos están dispuestos a revivir Mexicana de Aviación desde el sexenio pasado, pero no han encontrado la respuesta adecuada.
O mejor dicho, las garantías.
Son muchos extranjeros en pos del mercado dejado por la empresa más antigua y emblemática de la aviación nacional.
En sexenios pasados exploraron si había condiciones tras la quiebra de la aerolínea para hacerse de ese mercado, pero no encontraron interés.
Acaso porque Felipe Calderón, Enrique Peña, Luis Videgaray y Gerardo Ruiz Esparza desestimaron el mercado aéreo y estaban distraídos con otros sectores.
Además, dedicaron apoyos a otras compañías, destacadamente Interjet y Volaris, mientras se desatendía la crisis de otras.
Poco importaron las movilizaciones del personal de Mexicana de Aviación en demanda de justicia laboral y reanudación de operaciones ni su pobre espectáculo mercadológico en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Pero las condiciones han cambiado, sobre todo con la absorción en curso de Aeroméxico por Delta y la perspectiva de la recuperación económica mundial.
Slots, rutas, derechos…
Mexicana de Aviación sigue con gran atractivo.
Están sus rutas, sus slots y un menguado gremio laboral interesado en regresar a actividades prácticamente sin ningún costo.
Contratos nuevos.
Los inversionistas son muy variados, según se pudo investigar: japoneses y árabes en lo individual o de grupos como Lufthansa o KLM.
No piden mucho.
Lo más trascendente son garantías de no cambiar internamente las reglas de inversión y operación y, en lo internacional, sujetarse a los acuerdos internacionales.
Aquí está un problema: Estados Unidos ha degradado la calificación de la seguridad aérea de México y este aspecto es medido en el extranjero.
De momento impide la creación de rutas y el mercdo observa con preocupación cómo gran parte de los vuelos de y hacia México cruzan aeropuertos de la Unión Americana.
Y nada se hace por recuperar la aprobación.
Un vergonzoso despido
1.- Las autoridades educativas nunca habían sentido tanta presión gremial.
Pero el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) de Alfonso Cepeda pidió desde junio de 2020 la cabeza de un funcionario.
Era Francisco Carga Cabreras, titular de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestros y los Maestros (USICAMM).
Ante Esteban Moctezuma y Delfina Gómez los directivos del SNTE documentaron la manera discrecional, por no decir arbitraria, en la asignación de plazas y el ingreso al Sistema de Promoción Horizontal.
Ya está fuera.
Tras sellar su salida, Delfina Gómez y Alfonso Cepeda prometieron primar en el futuro la coordinación interinstitucional.
Eso está bien, pero ¿se irá impune a pesar de comprobársele tantas anomalías en una actividad tan sensible como es la enseñanza pública?
2.- Aquí lo hemos dicho:
Fernanda Serranía cumple su segundo período al frente del Metro y la instrucción muy superior es protegerla.
Veremos cuántos accidentes más se le toleran y, sobre todo, tolera la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Y 3.- el gobernador Carlos Joaquín inaugurará este jueves el C-5, la central de vigilancia y control policiaco para reforzar la seguridad pública en Quintana Roo.
Vaya si es necesario.