Teléfono rojo/José Ureña
El voto duro de la 4T
No hay que ser brujo de Catemaco, tampoco de Comala y menos de Paraíso, Tabasco, como para adivinar que el próximo 1 de agosto podrá verse el alcance del voto duro de la 4T.
Aquí van algunas acotaciones al margen. La hipótesis es que la mayor parte de los votos esperados, si no es que casi todos, corresponderán a militantes o simpatizantes de la 4T, pues hay un segmento amplio de la población que no se sabe si acudirá a las casillas. Aunque haya línea, tampoco hay certeza de que el cien por ciento del voto duro responderá.
Sin exagerar, se ve casi imposible que la Consulta Popular alcance el 40 por ciento del padrón nominal de electores, el tope mínimo para que pueda ser un ejercicio vinculante, entre otras cosas porque la pregunta que se supone llevaría a los ex presidentes a juicio político es harto confusa y ambigua.
Por eso, alcanzar 38.12 millones de votos, en las 57 mil casillas que instalará el INE el día de la jornada electoral, se ve como un sueño guajiro. Así, los 30 millones de 2018, quedarán como un récord difícil de repetir.
Ahora que si se volcara a las urnas el 18 por ciento del padrón, como lo estima en algunos escenarios Luis Carlos Ugalde, titular del equipo especializado Integralia Consultores, representaría apenas algo así como 17.15 millones de votos, o sea un poco más de la mitad de lo que consiguió ya saben quién en 2018.
En el extremo, digamos que se alcanza y con muchos trabajos el 10 por ciento del padrón, estamos hablando de 9.53 millones de personas, una tercera parte de la movilizada hace tres años.
Las razones para que pudiera ocurrir un bajón tan pronunciado en la convocatoria que se hizo desde Palacio, pues fue el propio presidente de la República quien propuso este ejercicio, es que todo terminó en un texto lleno de ideas confusas.
Parece un ejercicio ocioso pues es de todos sabido que en la propuesta de enjuiciar a los ex presidentes de la República gana con SÍ, indiscutiblemente.
Dos fuentes: El Economista publicó un sondeo de Tresearch al 16 de junio de 2021 y arrojó que el 80.8 por ciento de ciudadanos consultados se pronunció por el SÍ para enjuiciar a los expresidentes Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, la idea original.
Mitofsky por su parte hizo dos ejercicio: en el primero el 59.4 por ciento apoyó con el SÍ la propuesta original (con nombres) y 31.2 por ciento lo hicieron por el NO.
Y échese este trompo a la uña, en otra medición Mitofsky encontró que el 72.1 por ciento apoyó la propuesta corregida por la Corte -la que no se entiende- y 15 por ciento votó NO. ¿Increíble, verdad?
¿Qué ocurrirá el día 2 de agosto? Los expertos consideran que aún con el fracaso de la Consulta, lo capitalizarán políticamente desde Palacio.
Le echarán la culpa al INE de que no hubo votación como la esperaban, que fueron boicoteados, y dirán que por eso es tiempo de ir a la reforma electoral. Un pretexto para irse a la yugular de Lorenzo Córdova y los consejeros autónomos y preparar un terreno blandito para 2024. Ya se verá.
Sin temor a equivocarnos podemos decir que un buen segmento de los ciudadanos considera esta consulta como superficial, frívola, sin interés, un fraude.
Lo interesante será ver cuál es capacidad de convocatoria para movilizar el voto duro de la 4T.
Por lo pronto nos quedamos con una pregunta clave de Luis Carlos Ugalde en este entramado: ¿Qué puede hacer hoy el gobierno federal que no pudo hacer hace poco más de 3 años?
Columnómetro de Aquiles Baeza
1.- Alguien podría decirle a doña Claudia Sheinbaum que Xochimilco es hoy la peor plaza para hacer precampaña presidencial.
Ayer entre gritos muy “espontáneos” de ¡pre-si-den-ta, pre-si-den-ta! la señora Sheinbaum fue a ver los últimos brochazos del puente vehicular que le dice adiós a lo que fue el humedal de Cuemanco. Y luego, como si estuviera en precampaña se subió a una trajinera entre gritos de pre-si-den-ta. Uy, ahora que se enteren Marcelo y Monreal.
Las protestas de ambientalistas y vecinos contra esta obra calificada de ecocidio, no importaron.
Y ojo, Xochimilco tuvo final fue de fotografía en las recientes elecciones, la diferencia fue de apenas mil 392 votos. El caso está en tribunales.
2.- Eso de que los últimos serán los primeros suena a broma de mal gusto.
La vacunación masiva que se proyecta esta semana para jóvenes de 30 años y más en la CDMX, coincide con las alcaldías que perdió Morena en las recientes elecciones del 6 de junio. Es más, a los que viven en la Benito Juárez los mandaron a un centro de vacunación en la Cuauhtémoc.
Hasta parece castigo.
3.- La inflación es un impuesto a los que menos tienen. Chequen uno de tantos ejemplos.
El kilo de nopal se cotizó este fin de semana arriba de los 60 pesos, el mismo precio que el kilo de aguacate, es decir, el equivalente a 12 viajes en Metro. Luego dicen que vamos requetebién.
4.- Cómo cocinar el futuro, es una invitación provocativa de Genaro Mejía en La última y nos vamos en Newsletter de LinkedIn, para ver la nueva temporada de Bar Emprende.
Conocerá las lecciones de la chef Martha Ortiz, quien admite que nadie sabe cuándo quedará superada la pandemia, pero esta crisis le enseñó sobre la generosidad humana. Como negocios, dice, los restaurantes sufrieron un golpe brutal, pero sin ese golpe quizá no habría nuevos aprendizajes para conectar con la gente.
5.- ¿Ya llegaron los medicamentos de los niños con cáncer? Es pregunta.