
Teléfono rojo
Los espacios virtuales y físicos que hoy utilizan las niñas, niños y adolescentes han sido ocupados, en algunos casos y circunstancias, por grupos delictivos dedicados a la Trata de Personas, que hicieron de este grupo etario el de mayor riesgo a ser víctima.
La violencia familiar, los videojuegos y las redes sociales son factores de riesgo en los que madres y padres de familia, comunidad, organismos civiles y autoridades debemos de trabajar para fortalecer una cultura de prevención digital.
Generar datos actuales es central para analizar y comprender la dinámica de los tratantes y, en consecuencia, elaborar estrategias de prevención familiares y colectivas, así como adaptar las políticas públicas de combate al delito de acuerdo con el comportamiento de los delincuentes.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México elaboró el informe “Trata de Personas en México: enero-junio 2021”, basado en el estudio de 887 reportes recibidos en ese periodo en la Línea y Chat Nacional contra la Trata de Personas 800 5533 000.
El informe encontró que cuatro de cada diez víctimas de este delito son menores de edad, el 62% son mujeres, la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual es el principal fin de la Trata y la violencia familiar es un factor de vulnerabilidad para que NNA sean obligados a trabajar o mendigar.
La captación general de víctimas se ha movido del enamoramiento a la oferta de un supuesto empleo, por la necesidad de las personas para enfrentar las afectaciones económicas de la pandemia.
Los ciberdelincuentes aprovechan el mayor tiempo de exposición de los NNA en plataformas como Rotblox, Minecraff o Fornite para ingresar con perfiles falsos y entablar relaciones de amistad que buscan convertir en noviazgo y mudar a redes sociales con mayor privacidad, en donde les solicitan fotos o videos de contenido sexual e incluso los instan a abandonar su hogar.
Conformar y fortalecer la cultura de prevención digital es central y es una labor que debe partir desde los encargados del cuidado y la crianza, con explicaciones claras y precisas sobre los riesgos del espacio virtual y la supervisión constante de las actividades que los menores desarrollan.
El informe del Consejo Ciudadano revela una realidad que debe ser atendida con información actualizada, con campañas de prevención y, sobre todo, con cultura de la denuncia.