Corrupción: un país de cínicos
A seis años de su partida
José Antonio Aspiros Villagómez nos escribe ayer:
“Estimado amigo, antes que nada, los pensamientos de Norma y míos estarán contigo mañana 3, en el aniversario de tu esposa Bety”.
Tras agradecerles su fraternidad los hacemos partícipes de nuestra plática.
En el año 1999 en el hospital Mossel, te diagnosticaron Parkinson, frente a nuestro hijo Jorge Alberto. Que siempre nos acompañaba.
Doña Irere Atzimba, que así se llama la doctora, agregó con toda honestidad: –en contraste con otros médicos que le daban vueltas al meollo– Hay paliativos. Pero cura, no. Nos dijo.
Fue cierto, nos consta.
Pedimos un milagro que te mantuvo tranquila en nuestro domicilio.
En 2015 se cumplió su profecía, perdiste la vida, pese a cuidados, estudios, medicinas y enfermeras personales.
A seis años que te fuiste al cielo Bety, siguen con el estudio del Alzheimer y el Parkinson. Y no le dan al clavo.
Y fíjate ya descubrieron que son enfermedades neurológicas relacionadas con la degeneración de las neuronas. Qué raro.
Y que de ambas condiciones resultan la pérdida del habla, la memoria y el pensamiento. Caray.
Estiman que alrededor de 44 millones de personas en todo el mundo viven con la enfermedad y se espera que esa cifra alcance los 115,4 millones en 2050. Como nuestra actual pandemia.
Y como el Issste o el Imss, en “quienes los mexicanos confiamos”, nos dicen:
Si bien todavía no se han creado medicamentos eficaces para el tratamiento o la prevención de estas enfermedades, un nuevo desarrollo ofrece esperanza.
Otro atisbo como la de terminar con la corrupción y encontrar “dignos políticos. No sinvergüenzas.
Informan, pon atención desde la Nube en que vives Bety, que un equipo ruso de científicos descubrió compuestos químicos que potencialmente pueden prevenir la degeneración de neuronas en el Alzheimer, el Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas.
Aquí, en México, los científicos, prueban con éxito la marihuana, la heroína, la morfina, la cocaína. Las metanfetaminas y otros compuestos que los tribunales aprueban a gran velocidad
En fin, amor. Ya comprobamos hace seis años, el 3 de agosto de 2015, que para tales daños cerebrales la mejor medicina es dejar de respirar. Y listo.
Este rascuache prólogo sirva para recordarte Bety, como lo hacemos diario, con un verso de un colega.
En el Diario de Morelos, el vienes 11 de septiembre de 2015, en la columna Opinión, se publicó:
“Carta abierta a quienes hemos perdido un ser amado. Por Pablo Rubén Villalobos”
“Postal: solidaridad. Reconocimiento y agradecimiento.
“Carlos Ravelo Galindo es uno de los más reconocidos periodistas de nuestro país por su participación durante el siglo XX y lo que va del XXI, en distintos medios gráficos, radiofónicos t televisivos nacionales donde su pluma y voz han dejado testimonio de su valiosa opinión como analista y crítico político.
“Recientemente nuestro apreciado compañero y amigo Carlos Ravelo, vio partir –3 de agosto—a Betty, su amada esposa.
“Por ello le obsequiamos nuestro poema AVE y ESTRELLA, que él amablemente reprodujo en distintos espacios de publicación, incluyendo ahora su página cibernética.
“Por el contenido del poema para todos aquellos que hemos perdido un ser amado, sin distingo de edad ni tiempo, reproducimos aquí nuestra obra en ánimo de que sirva como un paliativo en su resignación para quienes han tenido ese dolor.
“Ave y Estrella.
(epitafio)
Autor Pablo Rubén Villalobos.
No me invoquen, no me lloren,
Tengo paz, tranquilidad…
Sólo pido por mi oren
En mi intima soledad
¡Y conste que no están solos…!
Yo siempre los acompaño,
a ustedes que son mi todo…
El partir no me hizo daño.
Estoy en este infinito,
Del espacio y su belleza…
Pueden verme, se los digo…
¡Soy la estrella que embelesa!
¡Soy esa ave en raudo vuelo,
de esplendoroso plumaje…!
¡Que es un hálito en el cielo
cuando sola va en su viaje!
Ya sin llanto y sin lamentos,
Hoy se que mi vida es bella…
¡Pueden verme, se los digo…!
¡Soy el ave…!¡ Soy la Estrella!
“Gracias por publicarlo Don Carlos Ravelo… ¡Descansen en paz nuestros seres amados extintos!”
Fue y es en tu honor y hoy, a seis años de ausencia, en tu recuerdo Bety.