El presupuesto es un laberinto
La defensa de las mujeres, tema global
@guerrerochipres
La llegada de un régimen antidemocrático trae retrocesos en las libertades. La toma del gobierno de Afganistán por parte de talibanes significa la reincidencia de violencias contra las mujeres y niñas, que ya se han dado en otros tiempos.
El mundo presencia lo que parece un relato anunciado de las prácticas de una hiperviolencia que sería eufemismo llamar simplemente “machismo patriarcal árabe», asentado en religión, leyes ancestrales y fuerza, que resulta complejo de comprender desde el hemisferio occidental.
En nuestra sociedad, las mujeres ya son intérpretes y voceras de sus derechos, del ejercicio de ellos como ciudadanas plenas, su palabra es expresión sorora para sensibilizar nuevas generaciones y cuestionar el sistema patriarcal.
Las causas feministas son globales. El siglo 21 no ha eliminado el maltrato, la discriminación, ni abusos, pero hay una comunidad viva, que observa, trabaja y propone.
El cuestionamiento internacional ante los riesgos contra la población femenina en Afganistán ha merecido de los talibanes incluir en su primer pronunciamiento la determinación de “dejar trabajar a las mujeres de acuerdo con el respeto de los principios del islam”. Postulado que mantiene en enigma o riesgo manifiesto la manera en que serán tratadas.
Sin educación, marginadas de la vida pública y de cargos de responsabilidad. Invisibilizadas con colores oscuros y debajo de la burka para no llamar la atención y mantenerse bajo el dominio de los hombres, que al mismo tiempo ejercen todo tipo de violencia sistemática y feminicida. Esa es la experiencia con el gobierno fundamentalista.
Mujeres talibanes han tomado la palabra y contado lo que ha sido el régimen, por lo que lucharán desde la posición que tengan disponible. Las historias se suman a internet para visibilizar su situación.
La posición política talibán de rechazo directo al modelo occidental implica violación de derechos humanos. Fue en ese contexto que se generaron las imágenes de estampidas huyendo, y del avión estadunidense con más de 600 afganos para salir de Kabul, la capital.
La irrupción del nuevo gobierno está inscrita en la pugna del mundo árabe con Estados Unidos, agudizada luego de la caída de las Torres Gemelas, el consecuente arribo de gobiernos que desplazaron a los talibanes.
El cambio de vida que habían tenido las mujeres y niñas hoy está directamente amenazado. La entrada por la fuerza al gobierno tiene ese tinte de imposición en su contra. Ahí debemos poner atención.