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CIUDAD DE MÉXICO, 19 de agosto de 2021.- Como parte del programa 500 años de Resistencia Indígena México-Tenochtitlan, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, encabezó la ceremonia de cambio de nomenclatura de Puente de Alvarado a Calzada México-Tenochtitlan, de la estación Puente de Alvarado de la Línea 4 de Metrobús a México-Tenochtitlan y de la estación Zócalo del Sistema de Transporte Colectivo (STC)-Metro a Zócalo-Tenochtitlan.
El profesor e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Federico Navarrete Linares, explicó que el cambio de nomenclatura de Puente de Alvarado a México-Tenochtitlan responde a que Pedro de Alvarado fue un capitán español que en mayo de 1520 ordenó y realizó la masacre a traición de miles de personas en el Templo Mayor y con ello desencadenó la guerra entre Mexicas y españoles.
“Por eso quiero pensar –imagino de corazón, deseo convencerlos– que llamar a esta calle México-Tenochtitlan el día de hoy, 500 años después, es una manera de cambiar nuestra manera histórica, para borrar esta arrogancia y recordar, hacer un homenaje, precisamente a estas víctimas anónimas del combate, de esa atroz guerra que duró de mayo de 1520 hasta agosto de 1521”, expuso.
Navarrete Linares abundó que remover el nombre de Puente de Alvarado, de origen colonial, a México-Tenochtitlan, es una manera de recordar que la Ciudad de México es también una ciudad indígena y plural con siete siglos de historia que están por encima de conquistas y revoluciones.
El subsecretario de Planeación, Políticas y Regulación de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, Rodrigo Díaz González, explicó que además en la Calzada México-Tenochtitlan se construye un proyecto de movilidad, de espacio público y de desarrollo urbano en donde se intervienen 3.3 kilómetros, a través de una inversión de 154 millones de pesos (mdp), desde Ferrocarril de Cuernavaca hasta Avenida Rosales y la cual presenta un avance de 55 por ciento.
“El tramo que hoy presentamos, que hoy inauguramos, corresponde al cuarto tramo, y va desde Insurgentes Norte, por el Poniente, hasta Rosales, al Oriente; son 700 metros, con una intervención integral –pavimentación, espacio público, infraestructura, movilidad–, algunas características esenciales”, añadió.
Díaz González explicó que el cuarto tramo, que se entregó este jueves, tuvo una inversión de 38 mdp y los trabajos consistieron en la habilitación de siete cruces seguros que permiten la conexión con las Líneas 1, 3, 4 y 7 de Metrobús, la instalación de 96 luminarias LED y la siembra de 74 árboles y 25 mil nuevas especies vegetales, así como obras de mejora de drenaje y provisión de agua potable. Además de que en dicho tramo se construyó una ciclovía, en los dos sentidos, de mil 400 metros, que permite la conexión con las ciclovías de Insurgentes, Reforma y facilita la conexión con el Trolebici de Eje Central Lázaro Cárdenas.
“Pronto, ya tendremos una gran avenida, me gusta ese nombre: pasar de una ciudad de ejes viales a una ciudad de grandes avenidas, que involucran espacio público, implican mejoras en la movilidad, en la accesibilidad; la calle, también, como un espacio de goce. Hoy, no queda más que disfrutarla, verla, recorrerla, es un espacio ganado para la ciudad”, agregó.