Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
No pasó ayer, como se preveía.
Pero no trascenderá del lunes.
Para esa fecha, tras la comparecencia del secretario de Hacienda, Rogelio de la O, está previsto iniciar el debate del juicio político.
Lleva una dedicatoria: Francisco García Cabeza de Vaca, a quien el Poder Legislativo federal no ha podido destituir como gobernador de Tamaulipas.
¿Por qué si tiene la persecución federal?
Porque tiene el respaldo del Congreso del Estado, todavía dominado por panistas pero a punto caer bajo el control del partido del gobierno, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Como no bastó la sevicia federal, se estructura cómo disminuir o de plano eliminar el poder de los Poderes Legislativos de los estados.
Así los provincianos no podrán arropar a los mandatarios estatales aunque tengan el apoyo del pueblo, de los legisladores locales y de las antes llamadas fuerzas vivas.
Así lo quiso demostrar García Cabeza de Vaca cuando movilizó a sus huestes para demostrar fuerza regional, pero la perdió en las elecciones de junio pasado.
Resta a Congresos locales
¿Qué sucede ahora?
Según el gobierno y sus operadores legislativos, se intenta romper una inercia caciquil –el término es de ellos– en la cual se amparan los mandatarios estatales.
Pero en realidad tiene otro efecto:
Se acabará la soberanía de los Congresos de los estados, expresión en la cual se encuentra también la soberanía de las entidades federativas.
Es cierto.
Hubo abusos en el pasado, como aquella infamia de Luis Echeverría cuando se mandó asesinar a varios campesinos en San Ignacio Río Muerto para tumbar al gobernador Carlos Armando Biebrich.
¿Cuál fue el pecado?
Biebrich formó un frente de gobernadores para impulsar a Mario Moya Palencia a la Presidencia, pero lo frenó Echeverría, de quien fue secretario particular.
En aquellos tiempos se tumbó a varios gobernadores con técnica similares, como Otoniel Miranda en Hidalgo o Miguel Carbonell de la Hoz en Veracruz.
Era una política muy primitiva, hoy es el juicio político desde la Cámara de Diputados.
Sonrisa de Manuel Velasco
1.- Este día se cumple una semana de sonrisas de Manuel Velasco.
Acudió con Adán Augusto López, el nuevo secretario de Gobernación, para hablar del señalamiento de López Obrador de ser el causante de los bloqueos de la CNTE en Chiapas.
No hay tal, le dijo Velasco, y le mostró hechos según los cuales está muy lejos de la entidad gobernada por él y de las protestas magisteriales.
López le prometió llevar toda la información a Palacio Nacional, a donde ya llegaron las pruebas y por el momento todo va bien para el senador del Verde.
Velasco, además, tiene un as bajo su manga: atrás trae el respaldo pleno del partido y los votos de respaldo para el oficialismo en el Senado y en la Cámara.
Nada más, pero nada menos.
Y 2.- significativo fue el encuentro en Chihuahua del dirigente panista Marko Cortés y el ex gobernador Javier Corral.
El michoacano fue en pos de firmas y subrayó que será el ex mandatario quien tome la decisión de seguir o no como militante de Acción Nacional (PAN).
Cortés aclaró luego: no será él quien reste o divida.